Error e Ink, una curiosa pareja de enemigos enfrentados por dos ideales diametralmente opuestos: la destrucción y la protección de los vastos Universos Alternantes, o más conocidos como AU's.
Una de sus típicas peleas los tenía como protagonistas en el universo de Flowerfell, cerca del pueblo de Snowdin, donde la nieve caía en una densa cortina blanca. Ink, como en la mayoría de sus encuentros, llevaba la delantera. Esquivaba los ataques con agilidad y no perdía oportunidad de lanzar bromas, cada una más irritante que la anterior, desgastando la ya de por sí escasa paciencia del glitch.
—¿Qué pasa, abuela? ¿Ya estás cansado? —se burló el esqueleto menor, esquivando otro hilo con facilidad.
—C-cállate, maldito idiota —repuso Error entre jadeos, sus ataques perdiendo fuerza y precisión.
—¡Ja! No te culpo, Glitchy. Soy demasiado rápido, fuerte y, sobre todo, muy lindo para ti —dijo Ink con un tono narcisista, guiñando un ojo y apoyando la barbilla en la punta de su enorme pincel.
Ante la provocación, Error se sonrojó levemente y su figura parpadeó con un glitch incontrolable. Ink sabía perfectamente el efecto que sus coqueteos tenían sobre el destructor y no dudaba en usarlos como ventaja.
—¡Hijo de pūtæ! —rugió Error, lanzando un ataque de pura frustración que logró hacer añicos el gran pincel.
Ink salió corriendo a través de Snowdin hasta llegar al castillo, refugiándose en el gran jardín de flores doradas del rey. Sin embargo, Error lo alcanzó, atrapándolo con sus hilos azules que formaron un capullo apretado alrededor del artista.
—¡D-déjame ir! ¡E-esto es trampa! —protestó Ink, forcejeando inútilmente.
—¿Asustado, Inky? —Error soltó una risa macabra mientras sus hilos formaban un columpio suspendido en el aire. Invocó una serie de Gaster Blasters que apuntaron directamente a su prisionero.
—¡Oye, no uses mis trucos contra mí! —gritó Ink, molesto. Su cuerpo se derritió instantáneamente en un charco de tinta negra, liberándose de la prisión de hilos para reformarse unos metros más allá.
Como represalia, Ink lanzó un proyectil de tinta que se solidificó en huesos puntiagudos en el aire. Estos no impactaron a Error, sino que se estrellaron directamente contra el columpio de hilos. La estructura se balanceó violentamente, cedió bajo el peso y se rompió, lanzando a ambos esqueletos y enredándolos en una maraña de cuerdas azules.
Quedaron tendidos, cara a cara, sus labios a apenas un milímetro de distancia. La respiración se les cortó. El mundo pareció detenerse mientras se miraban, un rubor leve pero notable tiñendo sus pómulos. La tensión era palpable, un impulso magnético los atraía hacia ese beso anhelado... que nunca llegó.
La escena fue interrumpida por el Sans de ese universo y su Frisk, que acababan de completar la ruta pacifista. Los amantes llegaron al jardín, el lugar donde su felicidad se convertiría en pétalos dorados. Atados e invisibles tras un pilar, Error e Ink fueron espectadores forzosos del triste final: Frisk desvaneciéndose en pétalos y Sans, helpless, rompiéndose en llanto por no haber podido salvar al amor de su vida.
Una vez a solas, la frustración regresó. —¿Y ahora qué hacemos? ¡¿Cómo salimos de aquí?! —gritó Ink, retorciéndose.
—¡Esto es tu culpa, maldito vómito de tinta! ¡Si no fuera por tus estúpidos huesos, no estaríamos en esta situación! —replicó Error, furioso.
Las horas pasaron entre forcejeos infructuosos e insultos. El cansancio eventualmente los venció, dejándolos en un silencio incómodo. Ink, incapaz de soportarlo, intentó romper el hielo. Al principio, Error solo respondía con monosílabos, pero finalmente la conversación fluyó.
—Error... ¿por qué destruyes los AU's?
—Podría preguntarte lo mismo. ¿Por qué proteges a estas anomalías?
—¡Oye! Es grosero contestar con otra pregunta —protestó Ink, haciendo un puchero.
—En mi lenguaje no lo es. Responde la mía y yo responderé la tuya.
—Bueno... Ellos son todo lo que tengo. Ayudo a los creadores a proteger sus creaciones, ¡a darles vida! Además, cada AU tiene una historia nueva... ¡Es emocionante!
—Ja. Qué mentiroso —la risa de Error fue sarcástica—. Puedo ver que mientes.
—¿Q-qué? ¿Por qué debería mentir?
—Eso lo descubrí hace mucho. Solo los cuidas porque tienes miedo... Miedo de ser olvidado, ¿no es así, shorty? —una sonrisa macabra se dibujó en su rostro.
Ink se quedó en silencio, su expresión seria delatándolo. —¡N-no es así! Ahora tú, ¿por qué destruyes los AU's? —Porque solo debería existir el universo original. Todos nosotros, incluyéndome, somos anomalías. ¡Errores! Por eso los destruyo.
Ink lo miró fijamente, una idea tomando forma en su mente. —¿Te interesaría escuchar una propuesta? —Depende de qué se trate. —Una tregua. Yo dejo de crear y tú dejas de destruir. —Pftt, ¡JAJA! ¡Qué tontería! Nunca dejarías de crear. —¡Ja! Créeme, lo haría. Hagámoslo más interesante: una apuesta. Si yo creo algo, haré todo lo que tú digas. Si tú destruyes algo, harás todo lo que yo diga.
Error consideró la oferta, una sonrisa igual de macabra que la de Ink apareciendo en su rostro. —Trato hecho.
En ese mismo instante, como si un hechizo se hubiera roto, los hilos que los ataban se aflojaron, permitiéndoles liberarse por fin.
—¡Al fin! —¡Gracias a los creadores! Ya no aguantaba estar contigo —dijo Ink, dejándose caer sobre el lecho de flores—. ¡Vamos, Error! Un momento de paz —añadió, señalando el espacio a su lado.
Error abrió un portal para irse, pero una mano tiró de su manga. —Quédate conmigo... —la voz de Ink fue un susurro inusualmente serio. —Hicimos esa tonta tregua, ¡pero no significa que tenga que aguantarte! —¡Vamos, Error! ¡Te daré chocolate! —suplicó Ink con una expresión tan tierna y un puchero tan exagerado que Error no pudo evitar ruborizarse. —Ugh. Está bien. Solo por el maldito chocolate —cedió, cerrando el portal y sentándose a regañadientes junto a él.
Ink, eufórico, comenzó a tejer coronas de flores doradas. Le colocó una a Error con una sonrisa pícara. —Mira, Error. Ahora te corono como el rey del drama. Error se glitcheó de inmediato, farfullando insultos. Sin embargo, tomó unas flores y, con movimientos bruscos, elaboró otra corona para lanzársela a Ink. —¡Y yo te corono como el rey de los idiotas! —declaró, molesto.
La risa de Ink llenó el jardín, pero de pronto se detuvo. Algo extraño palpitió en su pecho, una sensación completamente nueva y desconocida que lo dejó sin aliento.
CONTINUARÁ...
Hey e vuelto :D espero que les guste esta nueva serie uwu
Gracias por leer❤️
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🌸 DAYS - ERRORINK 🌸
FanfictionDescubre cómo está curiosa pareja de enemigos pasa día tras día después de una tregua ✨ Los personajes no son míos! ✨Créditos a sus pertinentes creadores
