Oh, little kitty~! /Leon x Sandy/

Capítulo 7

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Ahora mismo Sandy se encontraba sentado en la mesa principal mientras Leon estaba con Shelly, hablando unas cosas.

El menor se encontraba triste y emputado por no haber conseguido ganar esas gemas, y lo que lo enojó aún más es que de todos sus amigos, él era el mejor escondiéndose, los otros parecían niños de 5 años jugando a las escondidas.

— Maldición, por haberme quedado dormido, me voy a pegar un tiro. — Empezó a hablar consigo mismo, las drogas vuelve loca a la gente.

De la nada, sintió un toque en su cadera, y si, era Leon, quien lo estaba manoseando con una sonrisa burlona en su rostro.

— Oww~ ¿Estás decepcionado porque no ganaste? Pobrecito..~ — Susurró con diversión.

— Cállate Leon... — Dijo con notada frustración.

— Fue divertido encontrarte dormido, ¿Siempre te duermes a estas horas? —

— Si, y me dormí porque pensé que estaría bien y no me encontrarían. —

— Pues, te encontré~ — Empezó a acariciar las orejas de Sandy, sabía que le gustaba que hicieran eso así que no tendría por qué resistirse.

Sandy se estremeció un poco pero no soltó ningún sonido, sólo apretó un poco los labios y rasguñó la mesa, haciendo reír más a Leon.

— No te resistas~ Sé que te encanta que te acaricien así... — Susurró en el oído del menor haciéndolo estremecerse aún más.

— Mm~ Ya deja de hacer eso... — Momento joto.

— No, y lo seguiré haciendo. —

— Que molesto sos, no me imagino cuando estés en tu celo. — Un escalofrío recorrió su espalda de solo pensar en eso. Se recostó con la cara en la mesa pensando un poco.

— "Y yo no puedo esperar a verte debajo de mi rogando por más." — Pensó el castaño sonriendo maliciosamente mientras miraba a Sandy.

— Qué pensás? — Preguntó mirándolo de reojo.

— En nada... — Lo miró antes de irse a otro lado, dejándolo solo, bueno, casi.

Sandy suspiró pesadamente, los últimos meses serían difíciles.

— ¡Hola Sandías! — Gritó animadamente un pelirojo frente al moreno, asustandolo.

— ¡Hijo de perra, no andes por ahí asustando a la gente! — Gritó ahora Sandy levantándose de la silla.

— Ohh, vamos, sólo fue una bromita chiquita, más bien un susto chiquito. —

— Si estás acá es porque ya te encontraron, ¿Verdad? — Se volvió a sentar ignorando lo que pasó hace unos segundos.

— Si, lamentablemente... — Su tono animado parecía desaparecer poco a poco.

— Parece que ninguno de los dos logró ganarse las gemas...Veamos cómo le va a Edgar. —