Prólogo

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Mire sus ojos, me decían "te amo"... pero quería escucharlo de sus labios, lo único que escuche fue un "no"... negué a las lágrimas escapar, me aferre y les prohibí salir, mire a su hermano mayor y a mi mejor amigo (su gemelo) caminar, desaparecieron alejándose en la oscuridad de la noche.

Volví a verlo, el me negaba la mirada, yo no sabía que decir, lo había dejado ir y ahora no sabía cómo pedirle que regresara, recargue mi rostro en su cuerpo, pero el seguía aferrado, seguía frío, seguía sin ser mío. Regresó Carlos, ya no venía Cristhian con él, supuse que se había ido a casa.

De los labios de César solo salió un: "dame permiso, ya me voy"... me hice a un lado, bajé la mirada y camine hacia la oscuridad, lo escuche gritar, pero no distinguí palabras, no entendí lo que dijo, pero me importo poco, a pesar de querer voltear y preguntarle que había dicho, fue demasiado tarde, las lágrimas habían empezado a caer, habían ganado una fuerte batalla....

Camine por 30 minutos sin rumbo, en la oscuridad, simplemente no quería llegar a mi destino, sería incomodo estar entre niños corriendo de un lado a otro, primos entre risas, tíos bromeando, y mis abuelos recibiendo a todos con una sonrisa. Definitivamente yo solo sería una mala vibra para todos.

Continué caminado y me di cuenta que estaba próxima a llegar a mi destino, gire la mirada y la oscuridad me llamó, era una difícil decisión, ¿la luz o la oscuridad?, pero en el estado en el que estaba no era difícil decidir mi destino, emprendí el camino a la oscuridad, me pareció verlo, me pareció que me llamaba, así que caminé mas rápido, no quería perder tiempo, al llegar a lo más oscuro de ese lugar me di cuenta que no era él, era solo el reflejo de la luz de la luna y las estrellas que se burlaban de mí, se burlaban en mi cara y me decían a carcajadas "pobre estúpida", reí para mí, las lágrimas aun brotaban, y me dije "claro, era demasiado bello para ser verdad" me senté en la banqueta, aquel lugar ya lo habíamos visitado él y yo, me puse a recordar mil cosas, y recordé sus palabras "contigo quería terminar los dos juntos bajo la tierra", mi llanto incremento.

Mi celular comenzó a sonar, mire e ignore la llamada. Empecé a caminar, mire mi reloj, ya había pasado 1 hora de que había salido de casa, mi familia seguro estaba preocupada, emprendí el camino de regreso, ahora hacia la luz, antes de tocar la puerta me limpie las lágrimas, respire profundo e hice tocar la campana, escuche voces de adentro que decían "es tn" "ya llego", dijeron en multitud, al abrir la puerta me cruce primero con la mirada de mi abuelo, baje la cabeza y me adentre al patio, al levantar la mirada, una oleada de miradas me invadieron, más de 30 personas me miraban fijamente, entre tíos, primos, amigos, sobrinos, abuelos, papás, hermanos y cuñados. Suspire, había llegado a mi hogar, pero todo se tornó en silencio, apareció por mi espalda mi abuela, me dijo "te estábamos esperando" mientras con una tienda sonrisa extendía sus brazos para recibirme y estrecharme fuertemente en ellos, contuve las lágrimas al estar en sus brazos, sonreí y se escucharon unas risas de los niños que corrían, todo volvió a la normalidad. Nadie preguntó nada, pero no hubo uno solo que no notara mi ánimo, continuamos con lo planeado, reí a más no poder, unas risas ocultando aquel llanto que quería salir de mis ojos, mis primos se acercaron a mí y sin preguntarme nada me dijeron "animo flaquita, adelante, hay que aceptar derrotas" los mire, solo sonreí.

Ahí me di cuenta... TE AMO, pero debo dejarte ir....

**Nuestro Juramento** César Parra & TNWhere stories live. Discover now