Capitulo 22: El quilombo de la vida

Start from the beginning
                                    

—No pude dormir en toda la noche, ¿si?— suspiró intranquilo, ocultando su cara en sus manos. El humo del cigarro mostraba cómo se quemaba rápidamente aunque no se calaba. Las cenizas cayeron y Heungmin se acomodó mejor en su asiento.

—¿Pero qué pasó?— Enzo no sabía si reírse de lo exagerado que sonaba o preocuparse de lo serio que era. —Dale, contame, no te hagás el rey misterio—

Heungmin miró las cenizas en el piso de cemento y sus zapatillas converse, sucias en la parte blanca. ¿Por dónde empezar?

 

   

  

 

Sábado 12 de marzo del 2008
La Plata, Buenos Aires
3:32am

—¿Heungmin?—

El nudo en mi garganta, mis manos apretadas en un puño que casi me marcaban la piel, los labios que se me apretaban y los ojos a punto de mojarse. No supe qué decirle. No sabía qué decirle. no. ¿Qué podía decir? ¿Qué podía hacer? Si él me miraba con esa cara tan confundida como la mía. Creo que ninguno de los dos nos esperábamos encontrarnos ahí, justo ahí, en medio de la noche.

A Paulo, el que vino con Juli, poco le importó. Estaba tan en pedo que lo único que hizo fue ir tambaleando hasta él. Decía, insistía, jodía que vaya con él. Fue y lo agarró a Cristian, literal, porque apenas se podía sostener.

Yo, de lejos, lo saludé.
—Hola, Cristian— le dije.

—'cuchame, negro— Fue lo primero que le dijo Paulo que ya empezaba a balbucear boludeces. —Él tiene que ir con nosotros— se apuntó a sí mismo después de apuntarme a mí. —Sí o sí—

Cristian me miró. No me miró. Volvió a mirarme. Escuchaba las palabras de Paulo sin estar convencido. Me cansó. Si iba a llorar, no iba a estar delante de él. Me levanté del escalón ese y caminé, di media vuelta porque Paulo ya estaba en buenas manos. Ahi me fui con Pedro. Seguro algo te dijo de lo que pasó.

...

¿Cómo que no te dijo?

Bueno, pasa que cuando dejé al chico este, Paulo, con Cristian, me fui con Pedro que se ve que nos vio que nos fuimos a la esquina. No sé si se dió cuenta que era Cristian o qué pero me agarró del brazo.

—Me estás lastimando, tarado— Le dije porque me dolió cómo me agarró. Para mí que ya lo había visto. ¿Viste que Pedro no se lo traga a Cristian? Bueno, para mí que lo vio. —¿Qué te pasa?—

—Debemos irnos, Sonny. Ya— Su mano atrevida quería pasar de mi antebrazo a la cintura. Pedro es rápido. Vos lo sabrás mejor.

Me contó un pajarito que "alguien" lo mandó.

—¿Ya?— No le entendí nada. Me solté de él. Vos sabés que me pone nervioso cuando me mira. No, no es lindo. Me di dos pasos para atrás. Estaba raro Pedro. No sé si era el alcohol o qué, pero me tocaba más que antes. Me mataba de los nervios. —¿No venía en media hora?— Me puse a no sé cuántos pasos de él, lejos. Me crucé de brazos porque no quería que me toque.

—¡Sonny! ¡Vení acá, hermano!— Escuché a mis espaldas. Era Paulo. Di vuelta la cabeza y vi que, tambaleándose y todo, me llamaba con las manos. No vi a Cristian por ningún lado. Respiré como me dijiste pero no funcionaba, mi corazón latía a mil por hora.

Por un segundo creí que Pedro estaba celoso de Paulo. No sé. La cara que puso Pedro cuando vio a Paulo llamarme fue fea. ¿Vos qué decís, Enzo? Sí, no sé. Él es raro con ese tema. ¿Te acordás de Demi? A él lo espantó Pedro. Sí, por eso te digo. Pero bueno.

Friday (You're in Love) | Cutison.Where stories live. Discover now