Ella seguía reprimiendo sus gemidos contra el colchón, sus muslos estaban bastante tensos para ese momento; lo que lo llevó a pensar que ella estaba por correrse... sigue follandosela con la lengua hasta que percibió el sabor dulce de su cuerpo.

Se afanó a succionarle el coño para no desperdiciar absolutamente nada de ella... en lo que Alicia desplomó su vientre contra la almohada supo que había terminado.

- Buena chica, eres muy silenciosa.

Alejandro se acomoda arrodillado detrás de ella sujetando su verga erecta, presiona la cabeza de su pene contra el coño de Alicia y muy lentamente introduce su pene en el interior de ella.

Cierra los ojos al sentir la estrechura y tibieza de ese coño envolver su hombría.

Se concentra en ella y empieza a mover su cadera contra el culo de Alicia; mientras que ella reprimía sus gemidos contra la almohada.

Alejandro trataba de que el choque de su pelvis contra el trasero de Alicia no fuese tan sonora, por otro lado tenerla de esa manera le resultaba imposible no querer follarla duro.

La sujeta de la cintura presionando con fuerza su piel, sus dedos marca su cuerpo creando una sombra roja; inclina la cabeza hacia atrás y sigue el movimiento de penetración.

Ella muerde sus labios para reprimir los gemidos que abrumaban su interior.

Él cierra los ojos al sentir que empieza a eyacular dentro de Alicia, baja la mirada para observar cómo su virilidad entra y sale del coño de la rubia ya salpicado de sus fluidos. Jadea en voz muy baja al vaciarse por completo en el cuerpo de la chica.

La sujeta con un poco más de sutileza de la cintura mientras respira con dificultad.

- Alicia... me has deslechado como una buena hembra sabe deslechar a su macho -Jadea para luego besar el centro de su columna.

Ella no responde a sus palabras, sólo siente que de su vagina emerge el semen caliente del CEO, ese semen machará sus sábanas y el olor a macho se impregnará en su habitación de mujercita.

- Es muy tarde, si mi padre se despierta puede encontrarte aquí.

- ¡De acuerdo! -dice él con un suspiro para separarse de ella.

Alicia se compone en la cama y toma la sábana para envolver su cuerpo, mientras que observa a Alejandro vestirse.

- ¿Por qué has venido tan tarde?

- Y te lo dije.No podía esperar para mañana. Necesitaba vaciar mis huevos dentro de ti -la rubia baja la mirada.

Eso era lo único que podía esperar de él.

Alejandro  la mira de reojo y de inmediato percibió algo muy extraño en el rostro de Alicia. Pero es que no la entendía, prácticamente lo estaba
echando de su cuarto por miedo a ser descubiertos, ¿entonces, que se supone debía hacer?

Al subirse el pantalón, se encamina hasta la cama para sentarse en ella.

- ¿Qué es lo que pasa?

- ¿Sobre qué? -le responde sin siquiera mirarlo.

- ¿Qué te sucede, Alicia? -sujeta su mentón para obligarla a mirarlo.

La obsesión del CEOजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें