6.- Una probadita de ti

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Con un poco de vergüenza, Alicia saca el papel donde estipulaba la cantidad de la deuda de la hipoteca

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Con un poco de vergüenza, Alicia saca el papel donde estipulaba la cantidad de la deuda de la hipoteca. Se lo entrega a Alejandro, este lo toma y lo lee de inmediato.

La deuda era enorme, Jaime había sacado tres préstamos. Prácticamente la casa no era suya sino del banco. Ni siquiera con un mes de sueldo podría costear el primer pago.

EI CEO dobla el sobre y se lo guarda en su saco siendo observado por Alicia.

- ¡Es un trato! Le devuelvo el empleo a tu padre y pago la hipoteca a cambio de tu cuerpo completo.

Ella mira fijamente al pelinegro, era tan intimidante e imponente que la asustaba mucho. Pero si esa era la solución de sus problemas, lo haría.

- ¿Es un trato? -él le tiende la mano y espera la suya.

- Sí, es un trato -Alicia estrecha la suya sabiendo que le estaba vendiendo el alma al diablo, ya que la mirada de Alejandro era tan maliciosa - ¿Por cuánto tiempo será este trato?

- ¡Un mes! Serás solamente mía un mes, no puedes coger con nadie, no puedes verte con nadie, nadie puede tocarte más que yo. Solo yo te follaré, ¿entiendes?

- De acuerdo, ¿pagará la deuda?

Ellos se sueltan, pero se mantienen la mirada.

- La pagaré, no te preocupes, no los van a echar a la calle. Tu padre será llamado para que retome su trabajo mañana. Pero toma en cuenta de que no con el mismo cargo.

- Está bien, lo importante es que tenga trabajo. Pero no quiero que le diga lo que hemos pactado, nada, por favor, él no puede saber nada de esto.

Alejandro frunce el ceño, lo que lo lleva a pensar en algo.

- ¿Eres menor de edad? -Alicia pestañea varias veces ante la pregunta.

- No, tengo 19 años...

- Maldita sea, pero si hay 20 años de diferencia entre nosotros -Sin embargo, eso le importaba una mierda. Ya habían hecho un trato jugoso. Mira la hora en su reloj y sonríe.

- Excelente, no le diré nada a tu padre -contesta acaparando el poco espacio que quedaba entre ellos dos -En ese caso, ya que hemos concertado un trato quiero una pequeña probadita de tu cuerpo.

- ¿Probadita? -retrocede la chica ante la intención de ese hombre.

- Solo muy pequeña, no pasara nada.

La obsesión del CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora