Alejandro cierra los ojos y toma posesión de los labios de Alicia justo cuando rompe su virginidad, con su beso logra apagar el grito ahogado que ella dio en cuanto él introdujo su pene hasta el final.

El cuerpo entero de Alicia dio una sacudida. Su cara era de puro sufrimiento, indescriptible. Mientras que para Alejandro era una delicia desgarrar esa membranita con su enorme aparato, había sido maravilloso.

Alicia ya estaba desvirgada.

En ese instante, Alicia se aferra a los brazos masculinos y trata de sacárselo de encima, pero Alejandro no se lo permite. La sujeta de las caderas manteniéndola en el mismo lugar, luego vuelve a tomar posesión de su muslo y la retiene en esa posición.

El varón sintió un líquido cálido rojizo rodeando su miembro. Pensó qué hay pocos placeres tan grandes para un hombre como desvirgar a una mujer.

La verga del CEO estaba apretada a más no poder por su vagina, ahora sangrante ante la violenta pérdida del himen, que lubricaba de una forma sádica los sexos unidos. La gruesa hombría estaba toda dentro de ella, había llegado a la pared del útero y la dejaba reposar para que su vagina se acostumbrase a ese tamaño de macho.

Después de unos instantes, el varón empieza a mover su verga dentro del coño de Alicia, deleitándose de aquella estrechura, abre los ojos y ve que ella estaba muy roja, pero ya no se resistía a él.

Su pelvis comenzó a chocar con el coño de ella de una manera erótica, estaba siendo muy paciente con ella, y ya podía notar que ella lo estaba disfrutando. Se alejó un poco de Alicia para ver cómo su polla entraba y salía de su coño, levemente salpicado de sangre.

La sábanas blancas también se habían manchado de color carmesí, lo cual inflaba el ego del hombre. Sin embargo no se detuvo, continuó follando con ella hasta conseguir que la rubia se corriera por primera vez con una verga dentro.

Se inclina hasta una de sus tetas para metérsela en la boca al mismo tiempo que seguía follándola.

- ¡Ahhhh! -la oye jadear para luego sentir cómo toma su cabello con desespero -¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!

Alicia empezó a jadear fuera de control, aprieta sus piernas contra sus caderas y clava sus uñas en su carne.

Alejandro levanta la mirada para verla y ve lo más hermoso y erótico que nunca hubiera visto.
Sus labios en forma de una "O"
deliciosa y esa cara de placer no la cambiaba por nada en el mundo, ella estaba experimentando su primer orgasmo y maldita sea lo estaba disfrutando.

Sus jadeos eran de otro mundo y el pálpito que abrazaba su verga en ese instante era tan deliciosa y enloquecedora que Alejandro no consiguió aguantarse las ganas y termina por eyacular.

Ver la cara de esa muier alcanzando el orgasmo era demasiado para él.

Vacía su verga en el interior de ella dándole algunas embestidas más, sujetando su muslo.

EI CEO junta su frente sudada con la de ella y luego abre los ojos. Ambos respiraban agitadamente mientras que sus cuerpos seguían aun unidos.

- Estoy... -dice ella tragando saliva - Necesito...

- Cálmate, respira un poco Alicia -sonríe un poco al verla con falta de aliento.

La obsesión del CEOWhere stories live. Discover now