🌼08. Temporal

77 11 2
                                    

Sus manos se habían convertido en puños, luego de la conversación que tuvo con su padre, todo su buen humor ser habia ido a la mierda, aunque reconoce que no a tenido una buena semana, la molestia que le causaba aquella maestra no tenia precio, parecia que estaba ahi solo para molestarlo y eso no le gustaba para nada.

Vida de mierda.— Musito en voz baja, dudando en abrir la puerta que se encontraba frente a él.

¿Estaria bien visitar a su madre de esta forma? Parecia que todo se iba ir al carajo y él apenas era un estudiante de la universidad.

"Ya no queremos seguir gastando dinero en tu madre, en unos meses dejaré de hacerme cargo de sus gastos" Apreto más su mandíbula al recordar aquellas palabras tan frías por parte de su padre "Pronto serás un hombre y quiero que te hagas cargo de mi buffet, tienes potencial en esto, asi que no me decepciones."

Tomo varias bocanadas de aire, tratando de bajar sus humos, Todoroki reconoce que tiene un temperamento dificil de lidiar, al final de cuentas a pesar que se mostraba indiferente al mundo exterior, por dentro era todo lo contrario. Ya tranquilo, decide abrir aquella puerta blanquecina, dando pisadas suaves para no alarmar a su progenitora que se encontraba observando por la ventana.

Madre..— Llamo a la contraria, siendo rápidamente atrapado por unos suaves y largos brazos reconfortantes.

Unos brazos que pensó que jamás recibiría.

Sus ojos automáticamente comenzaron a lagrimear, por lo que oculto su rostro en el cuello de la mujer, recibiendo varios mimos en su cabeza, como forma de consuelo.

Acabo de tener una visión con mi hijo y este me dijo que te diera un fuerte abrazo, porqué lo necesitabas.— Murmuro cerca de su oído la mayor, causandole escalofríos reconfortantes.— Espero estar haciendo un buen trabajo con lo que me pidió mi hijo.

Su garganta comenzó a picar al escuchar aquellas palabras, a pesar que el abrazo fuera tan acogedor, su madre nunca más lo lograría reconocer y eso poco a poco lastimaba su corazón. Ninguno de sus hermanos se dignaba en ir a verla, debido que a uno de sus ataques, produjo aquella fea cicatriz que tiene en su rostro actualmente, por lo cual sus hermanos le tomaron un fuerte rencor por aquel ataque. Pero Todoroki la perdono sin ningún problema, sacando a la luz todo ese amor que sentia hacia la albina.

Espero que ahora te sientas mejor.— Y tal como llego a abrazarlo, lo aparto, de forma abrupta, regalandole en el proceso una de sus cuantas sonrisas.

Shoto se limito a copiar aquella sonrisa, tratando de transmitirle que ahora estaba mejor.

Debería conseguir un trabajo a medio tiempo lo más pronto posible, no desea que la vida siga siendo injusta con él, no quiere que le arrebaten a su madre.

Todoroki Shoto está dispuesto en defender y cuidar a su querida madre.

Ya habían pasado varios días desde la última vez que vio al hijo de su paciente y al ser realmente honestos, no se podia sacar el hermoso rostro de este.

Al parecer sus pacientes tenían razón en ponerle de apodó, príncipe.

Últimamente andas por las nubes.

A su lado se encontraba una peli morada bastante desinteresada en su entorno, aunque en esta ocasión durante la operación de aquel paciente, no pudo evitar dar leves vistazos al rubio ceniza, el cual se encontraba mucho más callado de lo normal, comúnmente siempre los andaba regañando sin una razón aparente o les recalcaba cada cosa que según estaban haciendo mal, pero en esta ocasión no fue asi. Será una interna pero no una tonta si de sentimientos se trata, por lo cual Kyoka Jirou aprovecho aquella soledad que los rodeaba a las afueras de aquella sala de operaciones, después de todo su trabajo habia terminado.

— No me hables con tanta confianza, soy tu superior.— Recalco, con su ceño fruncido como de costumbre.

Una leve mueca apareció en el rostro de la joven, aguantando las ganas de soltar una risa al notar que sus preocupaciones simplemente fueron una paranoia, pero aquella idea desapareció de forma fugaz, tal cual como había aparecido en su mente. Sus ojos oscuros se enfocaron en un lindo joven de cabello bicolor y de ojos de distinto color, bastante guapo, sus pies iban de camino a pedirle el número a aquel muchacho que parecia andar por las nubes, pero un fuerte y doloroso agarre se hizo presente en su brazo. Se sorprendió al notar que Katsuki la había detenido por completo, arruinando sus planes de conseguir pareja por primera vez, de mala forma, volteo a verlo, encontrándose con una mirada rojiza asesina, por lo cual decidió quedarse en silencio y inmóvil en su lugar.

— No molestes a ese chico.— Musito apenas, desviando su mirada.— Está prohibido.

Sus mejillas rapidamente se pusieron rojas y en un intento de escapar de esta situación en la que se vio envuelto, se adentro nuevamente en aquella sala, para preguntarle cómo se sentía al paciente, algo que no era muy normal en Katsuki luego de las operaciones, ya que no le gustaba ver lo agotados que se veian las personas luego de una operación difícil. Kyoka se quedó en silencio, observando nuevamente los movimientos del bicolor que se encontraba a tan solo unos metros de distancia. Ignorando las miradas amenazantes que Bakugo le había entregado, camino hacia él, dispuesta a pedir su número.

— Hola.

— Perdón, pero no estoy disponible para intentar una relación.— Cortante y directo.

Ni siquiera fue capaz de mirarla, simplemente la dejo sola en ese pasillo, caminando rápidamente hacia la salida.

Jirou se quedó con las palabras en la boca, para luego reir con palpable amargura, era la primera vez que la rechazaban de forma tan rápida.

Era lindo pero un chico bastante grosero.

Hai finito le parti pubblicate.

⏰ Ultimo aggiornamento: Feb 26 ⏰

Aggiungi questa storia alla tua Biblioteca per ricevere una notifica quando verrà pubblicata la prossima parte!

𝐌𝐞𝐥𝐚𝐧𝐜𝐨𝐥𝐢𝐚 𝐫𝐚𝐬𝐠𝐚𝐝𝐚 | Todobaku ©Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora