__ Tengo algo que puede gustarte. - me dice Waleska por teléfono. - Es un gatito. Chiquito, peludo y amarillo.

__ No me digas que la bola de pelos ya tiene descendientes. - me río sin dejar de teclear en mi computador.

__ Dos. - me dice. - Lo que no sé es cómo los voy a esconder de papá. Dijo que con cuatro era suficiente y con estos se hacen seis.

__ Puedes darlos en adopción. - ofrezco. - Que no sea yo.

__ Eres un aburrido. - acusa soltando un suspiro cansado. - ¿Sabes que es tener un gato como mascota?

__ No y no quiero saber. - respondo ganando un discurso sobre mí falta de sentimientos hacia un hijo peludo.

Es una exagerada de lo peor cuando se lo propone, que básicamente es cuando se habla de los animales que ama cuidar.

__ Estoy trabajando. - le indico.

__ Yo también. - no capta mi mensaje y prefiero dejarla que se desahogue con el vómito de experiencias que quiere tener cuando sus estudios culminen.

Sueña mucho con recorrer el mundo entero, sin excepciones, junto a su novio. Jordan no es un mal sujeto, pero algo de él causa un tipo de cautela por algún motivo.

El tío Andrey se lo atribuye a celos de hermano, pero sé que no es eso.

__ Llegó un paciente. Te hablo en la mañana. Recuerda que casi te quiero.

No digo nada dejando que corte la comunicación siguiendo con mi revisión de la parte financiera de mi cadenas de restaurantes. Son un trabajo que no quiero que alguien más toque, sin asegurarme que sea correcto, me robaron una vez y no volverá a suceder.

Tomo otra dosis de pastillas, quitándome el dolor definitivamente. Con una efectividad única. Una razón del porqué nunca cuestiono las fórmulas de mi padre o sus contribuyentes.

Miro la hora descubriendo que posiblemente mi padre debe estar por llegar, nunca se retrasa y difícilmente se detenga en algún sitio, por ello cuando la puerta me avisa de la presencia de alguien, abro sin necesidad de preguntar, algo de lo cual me arrepiento cuando veo a Arleth de nuevo.

Se nota que está recién bañada, con una sudadera morada y un short de mezclilla, combinando con zapatillas ligeras, mientras pone una bolsa frente a mí.

__ Hablé con mi mamá. Dice que esto es muy bueno para aliviar el dolor de una herida, son dos pildoras cada ocho horas y...

__ ¿Que haces aquí? - consulto viendo la bolsa.

__ Te dije, son dos...

__ Es tarde. Pasan de las siete. - miro la hora en mi reloj.

__ Por eso, me estaba bañando, pensé en tí y luego recordé que mi mamá sabe de...

__ ¿Pensaste en mí estando en la ducha?  - me río de sus palabras.

__ No de esa forma, no seas degenerado. - entra sin pedirme permiso y de no ser porque se trata de ella, ya le hubiera clavado tres proyectiles. - Como decía...

__ ¿Viniste en taxi hasta...

__ ¿Me dejarás hablar o no? - se molesta. - Todo interrumpes, todo preguntas, todo lo quieres saber.

Elevo las cejas ante el tono usado.

__ Perdón, ya me calmé - canturrea. - Prosigo, estaba en la ducha y pensé...

__ Gavrel...

__ ¡Carajo, no pueden callarse un segundo! ¡déjenme hablar! Bueno ya no me dejen porque ya se me olvidó, pero todo es por tu culpa y la de tu visi...

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