16 - Padre e hija.

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La pequeña lluvia se calma con el pasar de los minutos. La brisa del viento golpea a la gente que permanece afuera, como sus cabellos son un desastre por la humedad y sus zapatos mojados dejan marcas en los suelos secos protegidos por algún techo.

Pero no era algo que le importara a Genya en este momento, al menos no ahora que estaba con su linda novia.

Quien lo diría, ¿verdad?

La ve ahora comiendo esas papas baratas junto a él, tomando su jugo mientras que él intenta convidarle un poco de su bento mientras que se niega a toda costa.

- ¡No seas terca! Comer tanta fritura hace mal, prueba una salchicha. - Decía intenta persuadirla, quería que probara al menos un poco. Según Sumiko, compartir comida es una buena forma de iniciar un "momento romántico".

Él repitió las palabras que ella le dijo que dijera. "Quisiera que seamos novios", aunque el azabache estaba demasiado nerviosa para mencionar la palabra con N así que lo intercambio por el complicado sinónimo de "ser algo mas".

De todas formas, eso ya no importa, son novios. ¡Todo salió bien!

- ¡Come tu, ya estoy llena! - Dice muy tentada a aceptar. Aunque le da pena hacerlo porque tiene muy poco para ofrecer. Genya le ayudo en tantas cosas y ella solo podía ofrecerle unas míseras papas fritas con un jugo pequeño. Le alegra que la quiera lo suficiente como para hacer todas esas cosas, pero ella técnicamente no hizo nada por él.

- Esa bolsa llena de aire no debió llenarte nada... - Se queja por lo bajo mirando el paquete arrugado en su bolsillo. Ella le da una mirada fugaz y suelta un "ash" algo divertido, pero eso no es una respuesta válida por lo que regresa sus ojos a él. - ¡A veces es bueno saltarse el almuerzo! -

- ¿¿Eh?? - Genya se ve confundido ante lo que dijo, ella solo asiente. - ¿Donde escuchaste eso? - Pregunta con los palillos en su mano, tomando un pequeño trozo cortado de salchicha y llevándolo a su boca sin mucho esfuerzo.

- ¡Lo leí el otro día! - Dice mirándolo comer y frunciendo levemente el ceño lista para defender a capa y espada su revista para adolescentes, confía más de lo que debería en esos coloridos escritos junto a fotos de esas lindas modelos cuyos nombres no recuerda en este momento.

- No deberías hacerle caso a esas mierdas... - Dice mientras termina de masticar su comida, luego traga y la mira a los ojos con esa tensión de sus pequeñas pupilas. - ¡Hablas como mi papá! - Respomde alzando las manos señalandolo con el dedo índice. El se ríe por su lenguaje corporal tan expresivo y su mirada se relaja.

- Pues tiene razón. - Suspira y ella se inclina hacia adelante, apoya sus antebrazos en sus rodillas. Esta tranquila con una sonrisa, pero parece pensar en algo que la borra minusculamente cada vez más con el pasar de los segundos hasta que queda una mirada pensativa en su rostro.

- Después del almuerzo tengo la reunión con él y el director... -

- ¿Que reunión? -

- Citaron a mi papá por lo que paso ayer. - Dice soltando un suspiro. Mira directo a la pared con una expresión neutral, pero decepcionada al mismo tiempo.

Ella siente muchas cosas al mismo tiempo, esta tan dispersa. Aunque no quiere ponerse de mal humor por eso, por lo que suelta un gran suspiro y gira su cabeza hacia su novio dándole una gran sonrisa.

Ignorará todos sus problemas ahora.
Ignorará todo porque quiere ser feliz al menos unos minutos más.

- Ah... - Se limita a responder Genya mirando como de repente le sonríe.

No sabe que más decir.

"¿Lamento que te hayas peleado?"
Bueno, si lo lamenta, pero es la forma de decirlo. El azabache no sabe que decir o como decir lo que quiere decir.

"Amor de preparatoria" | Genya Shinazugawa Where stories live. Discover now