Capítulo 143. Propiedad Privada

Start from the beginning
                                    

Comenzaron a prácticamente cada día recorrer cada carretera y camino alterno de Maine, y poco a poco Lucy sentía que podía ir ubicando con más claridad hacia donde tenían que ir. Hasta ahora todo parecía indicar que tenían que ir hacia el norte; ¿qué tanto?, eso sólo el tiempo lo diría, y ciertamente esa última parte estaba tomando bastante más tiempo del que cualquiera de los dos hubiera querido. Aunque Lucy parecía bastante tranquila al respecto.

—¿Segura que puedes tomarte más días libres del trabajo? —preguntó Cody en algún momento mientras conducían por una carretera secundaria, rodeados de un paraje boscoso.

—Soy freelancer —se explicó Lucy—. Significa que no trabajo formalmente para una empresa, sino que lo hago por proyecto. Ellos me contactan directamente, y...

—Sé lo que freelancer significa —le cortó Cody, algo abrupto.

—Sí, bueno... al final tengo mayor flexibilidad con mis horarios y días libres. Antes de irnos entregué el último trabajo que tenía pendiente, así que estaré bien si me ausento un par de días más.

«Si es que esto en verdad dura sólo un par de días más» pensó Cody con desgano.

—¿Qué hay de ti? —preguntó Lucy con curiosidad—. ¿Puede el profesor de biología seguirse ausentando por más tiempo?

—Para eso están los profesores suplentes —respondió Cody con tono burlón—. Dije que tenía una emergencia familiar, y que necesitaba ausentarme un par de semanas.

—Qué mentiroso.

—Oye, no es precisamente... una mentira.

—Si no estás casado con la Srta. Mathews, no es legalmente tu familia. Y ni siquiera sabes si realmente hay una emergencia. Así que sí... eres un mentiroso.

Cody no estaba seguro si lo decía en broma o en serio, pero decidió mejor sólo reír como respuesta. A pesar de todos esos días que llevaba conviviendo con la rastreadora, seguía sin lograr acostumbrarse del todo a ella. Las cosas que decía o hacía le resultaban inusuales, aunque no tan ajenas en realidad. Había visto conductas parecidas en algunos de sus alumnos antes, y al menos uno de ellos se había comprobado que estaba dentro del espectro. No sabía si era el caso de Lucy, y tampoco sintió correcto el preguntarlo. Pero como fuera, de lo que estaba seguro es que era una persona "especial" en más de un sentido.

Esa noche durmieron en su vehículo a un lado de la carretera solitaria, al pie de los árboles. Lucy no tuvo reparó en señalar lo peligroso que esto era, y cómo un asesino podría simplemente acercarse a ellos en la oscuridad y dispararles a través del cristal mientras dormían, y no había mucho que pudieran hacer para evitarlo. Por suerte aquella idea no provocó que Cody tuviera alguna pesadilla esa noche, y no hubo nadie cerca para ver las imágenes de sus sueños que muy seguramente pintaron el páramo mientras dormía.

Fue justo al día siguiente en el que dieron con el área que tanto habían buscado.

Temprano en la mañana se dirigieron al norte, Cody al volante, mientras Lucy, sentada en el asiento del copiloto, se concentraba con sus ojos cerrados en percibir su entorno, y los lentes de Lisa bien sujetos entre sus manos. El cielo estaba despejado, y no habían visto ni un sólo vehículo por la zona desde que comenzaron el día. Pasó quizás una hora sin que Lucy diera ninguna instrucción a Cody, más allá de que sólo siguiera conduciendo sin desviarse.

De pronto, Lucy abrió sus ojos grandes como platos y soltó al aire un estridente:

—¡Detente!

Cody reaccionó asustado por el exabrupto, y pisó a fondo el freno. Las llantas rechinaron, y el vehículo se descontroló un poco, quedando al final ladeado a mitad del camino. Por suerte no venía ni un vehículo. Cody se giró hacia ella, agitado por la conmoción. Pero antes de que pudiera preguntarle qué pasaba, Lucy se quitó el cinturón de seguridad, salió apresurada del vehículo y comenzó correr con apuro algunos metros más adelante. Cody se apresuró a bajarse para ir detrás de ella.

Resplandor entre TinieblasWhere stories live. Discover now