MIXED FEELINGS

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Después de secarme y cambiar mi atuendo empapado por algo seco, me embarqué con entusiasmo en la tarea de desempacar mis pertenencias de la fiel maleta que me había acompañado en innumerables viajes. La habitación que había llegado a conocer tan bien a lo largo de los años era un tesoro de preciados recuerdos, adornada con una variedad de fotografías que daban testimonio del paso del tiempo, una colorida colección de animales de peluche que habían sido leales compañeros y una variedad de de recuerdos que tenían un significado intangible.

Mientras acomodaba meticulosamente mis posesiones en sus lugares designados, una figura familiar se materializó en la entrada. Era Jeremiah, su risa contagiosa reverberó a través del espacio cuando sus ojos se posaron en nada menos que el Sr. Rufus, mi amado osito de peluche posado sobre la cama prolijamente hecha.

―¿Aún lo conservas? - Preguntó con una sonrisa burlesca como la de su hermano -.

El Sr. Rufus me lo había regalado Conrad durante uno de mis primeros cumpleaños. El valor sentimental de esa criatura superaba con creces su apariencia externa, ya que llevaba un colgante especial: una tabla de surf, pero no cualquier tabla, mí tabla.

―Claro que lo conservo - Contesté - Además, no se que tiene ese collar pero estoy segura de que me da suerte -.

―¿Es eso o es por que Conrad te lo dió? - Expresó Jeremiah -.

Me dí vuelta para voltear a verlo, ¿Había escuchado bien?.

―¿Qué? - Pregunté arqueando las cejas confusa -.

―No, nada - Respondió insignificante bajando las comisuras de sus labios -.

Su respuesta y su actitud hizo confundirme aún más, el regalo es de Conrad pero lo conservo como a cualquier otro.

Cuando estaba apunto de decir algo más pero Belly entro a la habitación con su bañador puesto.

―¿Ya estan listos? - Preguntó antes de ver qué claramente no lo estábamos -.

―¿Listos para...? - Pregunté esperando la respuesta de alguno -.

―Dia de playa, ¿Quieres venir? - Contestó Jeremiah poniéndose de pie -.

―Claro, solo déjenme cambiarme - Mencioné y ambos asintieron saliendo de la habitación para esperar fuera -.

Tomé la ropa para la playa, la malla y caminé hacia el baño de la habitación para cambiarme. Una vez lista bajé las escaleras y ahí estaban los chicos esperando.

Salimos de la casa con nuestros respectivos toallones en la mano.

―Oye, ¿sabías que papá vendrá para el 4 de julio?
- Preguntó volteando a verme -.

―Cool - Dijo Jeremiah -.

―No lo sabía - Contesté -.

―¿No les parece raro? - Preguntó Belly -.

―No lo creo, quiero a tu papá - Dijo Jeremiah -.

―Si pero se divorciaron hace un año y medio
- Expresó -.

―Si, hace un año y medio - Recalque - Es bastante tiempo, además, tu madre supera rápido - Mencioné -.

―¿Cómo puedes superar a tu pareja de hace años, con la cual tuviste dos hijos, en un año y medio? - Preguntó Belly levantando sus brazos sin poder comprenderlo -.

―Belly, la vida es corta, no puedes estar llorando por un tipo por años - Agregué -.

―¿Te has casado alguna vez? - Preguntó Belly -.

UN VERANO DISTINTO | CONRAD FISHER Where stories live. Discover now