Día 10. Idia & Lilia

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-Ahhh -Sonrojado parecía rodar por el piso, como si esa acción pudiera borrar lo que sentía. Y si empezaba a ser obvio para que hasta Ortho lo notara, tal vez el señor "Músculo Rojo" lo había notado, pensar en eso le hacia rodar más por el piso. ¿Cuándo su vida se convirtió en una novela ligera BL? Pensaba.

Tan avergonzado estaba suponiendo situaciones incómodas que incluso estaba dispuesto a cancelar su cita de juegos, pensando en la palabra "cita" lo hizo alterarse de nuevo lanzando al aire su teléfono y en su afán por atraparlo terminó apretando el botón de llamada.

-¡Idia! ¡Hola!

Un "Ahhh" se quedó atrapado en la garganta de Idia al ver que había llamado sin querer a quien solo pensaba mandar un mensaje diciendo que no podrían reunirse el fin de semana por un asunto urgente de trabajo. ¿Ahora cómo se lo diría?

-Idia ¿Estás ahí? Te escucho respirar... No me digas que te atoraste con un dulce y en lugar de pedir una ambulancia me llamaste a mí. ¡No te mueras Idia, resiste!

Lilia hablaba divertido al no recibir respuesta, sabía lo tímido que podía ser su amigo y cómo le costaba dar la iniciativa en una conversación así que trataba de ayudarlo a relajarse.
Mientras tanto Idia lo escuchaba pudiendo sentir como su corazon latía con fuerza a la vez que pensaba en cómo alguien a su edad podía ser tan divertido y tan genial, nadie lo había hecho sentir así.

-Señor Lilia... Hola.

-Hola Idia me alegro que hayas sobrevivido. Kufufu.

-Fue gracias a usted. Fujiji.

-¿Llamas para confirmar si voy mañana? -Decía Lilia, y sin esperar su respuesta siguió hablando- Claro que voy, he estado planeando estos dos días por semanas. Quiero estar contigo.

-Si... ¡¿Conmigo?!

-Por supuesto, tú eres el que me invitó pero si quieres voy por Ortho.

Idia se sintió un poco enojado al oír aquello, ¿eran celos? Y si sentía celos entonces si le gustaba. De nuevo un "Ahh" se atoró en su garganta.

-Te pusiste tímido, kufufu. Bien estoy algo ocupado ahora, pero no te preocupes no voy a dejarte plantado... ¡Nos vemos mañana!

Al cortarse la llamada Idia al fin dejó salir sus "Ahhh" para calmarse, entonces supo que no había más opción que afrontar esta situación de la mejor manera. Esa noche se desveló viendo animes de romance pero no para fomentar este sentimiento sino para evitarlo, estrategia tonta para alguien tan listo. La mañana siguiente, Lilia con su usual aspecto alegre y juvenil aparecía en las instalaciones de "S.T.Y.X", al ver a Idia flotó de inmediato a su lado, sabiendo que este era reacio al contacto físico a manera de saludo daba golpecitos en su cabeza.

-Kufufu, cada vez que te veo pareces más pálido, deberías salir de aquí de vez en cuando.

-Señor Lilia, es bueno verlo tan saludable como siempre.

-No me digas señor, por mensaje o llamada es pasable pero en persona me hace sentir más viejo.

-Pero tiene setecientos años...

-Tú pareces de setecientos y no de veinticinco. -Comentaba divertido Lilia.

Ortho muy animado apareciendo lo saludaba también, se alegraba al ver como su hermano divertido seguía la conversacion con su amigo, verlo así no era usual así que lo hacia muy feliz.

-Me gustaría saludar a sus padres. -Decía Lilia a los hermanos.

-Tuvieron que salir a unos asuntos, no creo que estén por aquí antes del lunes y es mejor por que no quisiera que nos tomen fotos para rememorar el momento en que invite a un amigo.

La magia del Mpreg en Twisted WonderlandWhere stories live. Discover now