Capítulo 17: Hermano

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—Madison. ¿Qué sucede? ¿Tan malo es que yo sea tu hermano?

—¿Qué?

—No lo veo como algo malo. Es decir, sería algo positivo. Eso querría decir que soy parte de tu familia.

¿Parte de mi familia? Eisherz era mi familia. No tenía que ser mi hermano para eso.

Pero no. Él no era mi hermano. Era un ser de otro mundo. No había chance de que fuera mi hermano. Ni en sueños.

—¿Dónde está Aren? —pregunté.

—Está en el patio. —inquirió mi chico algo extrañado, señalando hacia sus espaldas.

Encontré a ojos rojos dentro de "la piscina", sentado sobre el flotador con unas gafas negras y bebiendo refresco de naranja con una pajita de un vaso de cristal que sostenía en su mano. El agua se veía mugrienta, pero a Aren no parecía importarle.

—Aren. —vociferé su nombre. Se bajó las gafas y me observó.

—¿Para qué soy bueno? Además de lo que ya sé, por supuesto. Que es... —fingió pensarlo, para luego elevar una de sus comisuras— todo.

—No estoy para bromas. Esto es serio.

—No era una broma... —murmuró.

—¿Qué posibilidad hay de que Eisherz sea mi hermano? —solté sin más.

—¿Tu hermano? —frunció el ceño, pensativo— ¿Eso es cuando dos humanos son hijos de la misma persona?

—Sí. Aren. Eso mismo es.

—¿Me estás diciendo que el su... es decir, —negó con la cabeza— Eisherz, es hijo de tus padres?

—Eso es lo que yo te estoy preguntando.

—Bueno... eso no soy capaz de decírtelo.

—¿Cómo que no?

—No lo sé todo, terroncito.

—Eisherz viene de otro mundo. —digo lo sabido— Debe tener sus padres por allá.

—Es más complicado que eso. Además, no puedo responder con seguridad.

—Aren. —inspiré a profundidad— Es simple ¿Eisherz es mi hermano o no?

—Soy un cambiante. No soy un humano. Nosotros no nos reproducimos. Así que no, no es tan simple.

Mi cabeza quería explotar ante la posibilidad. Sentí una mano posada sobre mi hombro.

—Mad...

Sin darme cuenta, me había apartado de Eisherz. La idea de que fuera mi hermano ponía en juego mis principios. No podía haberme enamorado de mi hermano. Estaba jodidamente mal.

Sostuve a Eisherz de la muñeca y lo llevé a rastras conmigo, escaleras arriba. Ignoré la frialdad de su piel, era algo a lo que ya me había acostumbrado. Saqué la llave que colgaba en mi cuello y abrí la habitación de Malik.

—Ayúdame a buscar. —exclamé. Comencé a vaciar todos los cajones en el suelo y a escarbar. Necesitaba encontrar aunque fuera una foto del rostro de mi hermano.— Saca toda la ropa del armario y busca cualquier cosa que te parezca conocida. —le ordené a mi chi... a el chico de hielo.

Había polvo por todos lados. Antes de Eisherz, nunca había entrado aquí a nada. Y por lo que veía, ni mi tío ni mi tía lo habían hecho tampoco. Mi teléfono comienza a sonar, entre un estornudo diviso el nombre de Landon y cuelgo la llamada, dejando el dispositivo a un lado y concentrándome en mi búsqueda. No encontré ninguna foto escondida y parecía que Eisherz tampoco había encontrado nada. De hecho, observaba cada objeto y pieza de ropa con detenimiento.

EisherzWhere stories live. Discover now