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➵ Cuando dijiste que querías ayudarlo a hacer sus abdominales, estaba un poco confundido. Nunca antes había tenido problemas para hacerlo, aparte de los calambres abdominales ocasionales porque se esforzaba un poco; ha hecho ejercicio todos los días. Pero él estuvo de acuerdo de todos modos.
➵ Después de quitarse la camisa, tomó posición y colocó su toalla y botella de agua en la mesa junto a él mientras ponías tus manos en sus tobillos para mantenerlo en su lugar.
- ¿Listx? - preguntó.
- Sí. - respondiste con una leve sonrisa.
➵ Se acostó con las manos detrás de la cabeza y, cuando se incorporó, de repente sintió una ligera presión en sus labios.
Oh. Así que eso es lo que querias.
➵ Siente calor acumulándose en sus mejillas y cuando mira hacia otro lado para evitarse la vergüenza, te escucha reírte de su estado nervioso.
- ¿No vas a continuar?
➵ Él te mira de nuevo, como preguntando "¿Hablas en serio?" pero es difícil tomar en serio su rostro generalmente estoico cuando está luchando por hacer contacto visual contigo. Eventualmente, se las arregla para controlarse.
➵ Se acuesta y se levanta, y una vez más, se encuentra con tus labios.
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➵ Ella aceptó felizmente cuando le sugeriste ayudarla con sus abdominales, sin pensar mucho en ello. Tal vez ella pueda convencerte de que te unas a ella, de cualquier manera, estarías viendo su entrenamiento. Es una victoria en gran parte de ella.
➵ Después de hacer algunos estiramientos, se prepara para comenzar el ejercicio. Ella siente tu mano alrededor de sus tobillos y le das un pulgar hacia arriba para indicar que estás listo.
Cuando se levanta, tus labios tocan los suyos.
➵ Sus ojos se abren ante la sensación, sintiendo que sus mejillas se vuelven rosadas. Pero antes de que ella pueda devolverte el beso, ya te has alejado. Por la expresión de tu cara, este fue tu plan todo el tiempo. En retrospectiva, probablemente debería haberlo sabido.
Hay una pequeña sonrisa petulante y desafiante pegada en tu rostro.
- ¿Vas a seguir haciendo tus abdominales?-
Ella se ríe y te acerca suavemente por la muñeca, hacia su regazo. - Creo que podemos hacer eso más tarde.
