story of my life

morgana

- es... Sobre la hija de morgana -ambos estaban estáticos- mi señor quiere que busque de quien es la profecía, pero es obvio que esta por pasarle algo así que -de su túnica sale un orbe- tómalo -lo extiende a su hermana- cuida de el hasta que regrese... -se miraba muy calmada-

- estas demaciado... -Lucius miro a su mujer y luego a bella- cuerda...

La risa de su hermana era sin gracia, se miraba lo cansada que estaba sus ojos tenían aquellas enormes bolsas debajo, su piel brillante estaba casi pálida, su cabello parecía sin brillo y estaba más cansada.

- bella?

- mi alma gemela...

Ambos la miraron con bastante sorpresa más Lucius.

- puedes tener?

- LUCIUS!

- maldito pelón -lo dijo pero sin aquella voz con odio que tanto la caracteriza- si... Si tengo aparentemente

- bella sabes quien es?

- tengo... -no miraba a su hermana- una leve idea de quien pueda ser...

- entonces?

Lucius rompió el silencio, pero bella solo se levantó y se despidió desapareciendo entre las llamas de la chimenea...

No pensó que su hermana saliera de Azkaban, esto era preocupante, obvio estaba Feliz por parte de su hermana aún que este loca es su sangre y era obvio que no podía negar que apreciaba mucho de los sacrificios que hizo bella por ambas cuando eran niñas.
Bella había Estado pagando por el precio de sus acciones.
Odiaba  no haber hablado con Draco y Hermione hacer que de bella de buena manera, ellos no sabían mucho hacer que de lo peligrosa que es, mucho menos de lo que es capaz de hacer sin importar que seas familia.

Levantó Lucius la profecía con bastante cuidado, miro a su mujer y ambos comenzaron a leer

"El elegido junto a su mejor Guerrero
Enfrentarán al señor oscuro, nacida de el barro
Con el poder que no tiene el señor oscuro y el golpe certero,
El elegido y la hija de morgana vencerán
Y acabarán con el macabro... "

Lucius deja caer la profecía en su regazo, mientras aún lee una y otra vez en su mante las palabras de la profecía.

- ja... Jaja no no... -Lucius niega- no es verdad...

- que mal educado pelón...

Esa voz, tan fría, sin pizca de emoción y tan ronca...

- hola hermana...

Entre las sombras, un pelo enredado, un destello de una varita dejaba poco a la imaginación...

- bella...