-Lili, estoy como loco gritando que ya llegué- avisó Ferran entrando a mi habitación.

-Lo siento, no escuché.

-Me queda claro- dijo soltando una risita -Pulga, ¿de verdad está todo bien? Estas muy rara últimamente- habló mientras se acercaba a mí.

-Sí Ferri, todo bien, es solo que... estoy pensando en los regalos de Navidad y la cena, es todo- mentí para tranquilizarlo.

-Hablando de eso...- dijo llamando mi atención -Hay una cena de Navidad que el club organiza, claramente es unos días antes, pero quiero que me acompañes- explicó mientras se sentaba en mi cama.

-¿Yo?- fue todo lo que dije, estaba sorprendida.

-¿Hay alguien más en la habitación?- preguntó aguantando la carcajada y yo lo miré mal mientras le lanzaba una almohada.

-¿Entonces? ¿Qué dices? ¿Me acompañas?

-De acuerdo...- dije no muy convencida.

Conocía a los chicos del club, llegué a ir una que otra vez a los entrenamientos en algún momento, pero nunca conviví con ellos en algo tan... formal y me asustaba un poco.

-Estarás bien Lili, los chicos te aman- me tranquilizó y yo sonreí.

Luego que Ferran se duchara, nos montamos en su auto para ir al centro comercial a comer y comprar el vestido que usaría en la cena. 

Muchas personas lo reconocían a pesar de llevar gafas de sol; luego de sacarse fotos con sus fans, finalmente entramos a un restaurante. 

-Creo que aún no me acostumbro a tener un hermano famoso- dije con una risita mientras me sentaba.

-Créeme que yo tampoco- respondió de igual forma.

Al terminar de comer y pagar, salimos del restaurante, dispuestos a buscar un vestido para la cena.

Como se nota que mi hermano y yo somos polos distintos, yo estaba por entrar a la primera tienda que ví; en cambio él me cogió de la mano y caminamos hasta la zona de tiendas de lujo, yo estaba que se me salían los ojos de solo ver el precio; en estos lugares pagas hasta por respirar.

-¿Por qué no vas a buscar algunos y te los pruebas?- me alentó mi hermano, y yo solo asentí.

Dios Santo, esto era demasiado, incluso para mí, quiero decir, los diseños son hermosos, pero no puedo imaginar a mi hermano pagando esta cantidad de dinero simplemente en un vestido.

-¿Y? ¿Qué te parece?- pregunté a mi hermano saliendo del probador como por séptima vez -¿No te gusta? Puedo escoger otro si quieres- hablé al notar que no decía nada.

-Wow, te vez preciosa, ese es el vestido- se acercó a mí y me hizo girar.

-¿En serio?- pregunté y asintió contento.

Me volví a poner mi ropa y fuimos a la caja a pagarlo, mi hermano sugirió buscar tacones, accesorios y todo lo demás, pero me negué, quiero decir, puedo combinarlo con accesorios y zapatos que ya tengo, no quería que gastara más, en especial luego de ver el ticket de compra.

-¿Cuándo es la cena?- pregunté ya en casa.

-En 2 días- respondió -¡Oye!- se quejó cuando le di un puño en el hombro.

-¿Y cuándo pensabas decírmelo, eh?

-Te lo habría dicho antes, si me hubieras acompañado- respondió.

El mundial recién había terminado y al quedar eliminados, deposité todas mis esperanzas en que Argentina quedara campeón y así fue.

-¡Lili! ¡Apúrate!- escuché a Ferran gritar. Anoche nos quedamos viendo una película en la sala, supongo que me dormí a la mitad y Ferran me trajo a mi habitación.

-Ya voy- dije parandome de la cama, para ducharme y vestirme -Ya estoy- dije entrando en la cocina.

-Aquí tienes- me extendió un batido en un termo y un bowl con fruta picada -Te lo comes en el auto, vamos- dijo dándome la comida.

Salimos de casa y nos dirigimos a la Ciutat Esportiva.

Una vez que llegamos, me indicó que fuera a las gradas a sentarme, mientras  los chicos se cambiaban para entrenar.

El primero en salir fue Xavi.

-Bon día, Lili- dijo acercándose a mí.

-Hola Xavi- le contesté con una sonrisa.

-Al parecer a alguien se le hizo tarde para desayunar- señaló los tuppers de comida a lo cual yo reí avergonzada.

-Un poco, ¿quieres?- Le extendí el tupper de fruta.

-No gracias Lili, ya desayuné; ahora nos vemos- se despidió de mí al notar que los chicos estaban subiendo. Me despedí de él con la mano.

Mientras veía a los chicos entrenar, yo terminaba mi desayuno.

-¡10 minutos!- gritó Xavi, acababa de darles 10 minutos de descanso a los chicos, por lo que me acerqué a la cancha con ellos ya que Ferran me había llamado.

Luego de saludar a los chicos y platicar con ellos un rato mientras se hidrataban, volví a las gradas, ya que su pequeño descanso había terminado y debían reanudar el entrenamiento.

Cuando esté terminó, todos se despidieron de mí antes de bajar a vestidores.

-Te veo en el auto- le dije a mi hermano a lo cual él asintió.

Me subí en el asiento del copiloto y coloqué mi playlist, mi hermano no tardó mucho en llegar y arrancó el auto.

Al llegar a casa, comimos y empezamos a hablar sobre Navidad y la noche vieja, que estaban cada vez más cerca.

Decidimos invitar a los chicos y hacer una cena entre nosotros en noche vieja, ya que nosotros íbamos a viajar con mis padres y pasar Navidad en Valencia como cada año.

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Aquí el segundo capítulo del pequeño maratón.
Lo más probable es que suba otro capítulo hoy y mañana suba el resto.
No olviden votar y comentar.
-Lu.

 𝐑𝐄𝐃Where stories live. Discover now