—Dentro de una hora te daré el alta y podrás ir a casa a descansar y empezar a cuidar de tu bebé —me hace saber—, los resultados han salido bien acerca de tu hija, no veo ninguna complicación. Aún así, cualquier cosa o inconveniente acude aquí.

Mamá hace de nuevo su aparición con una maleta en su mano.

—Traigo tu ropa, y aquí están las cosas de la niña que trajimos —me deja la bolsa a un lado.

—Puedas sostenerla mientras me visto —se la tiendo.

—Ve, yo me encargo.

Me pongo un conjunto de un pantalón de tela con una sudadera muy cómoda. Salimos de la habitación para ir directo al coche de mi padre quién ya nos espera en el estacionamiento.

—Alec viene ya en camino —comenta a las dos.

Llegamos a casa, subo los escalones con mi hija en brazos. Me encierro en la habitación, quiero dormir poco mientras ella sigue en sus sueño.

Me tumbó en mi cama que siento un alivio. Cierro los ojos y no tardo nada en caer dormida.

Toc, toc, toc.

Alguien toca la puerta, el sonido hace que me despierte. Antes de ir abrir mi vista viaja a la cuna donde descansa Eileen, sigue dormida mi niña.

Giro el pomo de la puerta, del otro lado se encuentra Alec.

—Ya has regresado.

—Lo he hecho —entra a la habitación—. Mamá me marco anoche diciendo que ya nació mi sobrina.

—Así es, se adelantó todo salió bien.

—Y con que una niña —veo la alegría en su cara—. Lo sabía, quiero verla.

—Ven a verla —se acerca a la cuna.

—Es tan hermosa y perfecta —la ve con tanto cariño—. ¿Le has puesto como el nombre que buscamos?

—Claro que lo hice, le queda tan bien.

—Ya lo veo —acaricia sus manitas.

—¿Dónde está?

—Abajo en la sala —lo dice sin apartar la mirada de su sobrina—. No le he dicho que eres mi hermana y que e ido por ella a petición tuya.

—Iré a verla —me preparo para verla de nuevo—. Te encargo —le hago seña al bulto que descansa tan cómoda.

—Si, ve

—Cualquier cosa llévala a mi —añado.

Se queda ahí cuidándola. Será un excelente tío.

Bajo con cuidado cada peldaño, me voy directo a la sala.

Esta sentada en uno de los sofás, tiene su mirada gacha su cabello negro cuelga por los dos lados de su perfil.

—Riley —alza muy rápido la mirada.

—Elaine —susurra sin poder creerlo.

Veo aquellos ojos verde esmeralda que hace que tenga una facciones de muñeca junto con su perfil tan delicado.

Corre a mi a abrazarme.

—Eres tú —la abrazo por igual—. No puedo creer que te vea de nuevo.

—Lo dijimos, aquí estamos de nuevo juntas —sus ojos quieren llorar.

—¿Qué haces aquí?

—Está es mi casa —agrego.

—¿Cómo es que he terminado aquí?

Subastada al mejor postorWhere stories live. Discover now