Lyanna tragó saliva mientras Maegelle le daba un vistazo de soslayo, debió suponer que Robert iba a decírselo, nuevamente, tanteó terreno intentando salir de todo el problema que ella causó; convencida de que en el corazón de Robert, quizá aún había espacio para ella. Pero su ingenuidad la llevó ahora a estar temblando como un animal asustado ante la princesa, futura Reina, quién parecía no importarle demasiado lo que hizo.

─Yo-...

─Excusas incoherentes son lo que menos necesito ahora mismo ─dijo ella─. He hablado con tu hermano después del… ─carraspeó, y relamió sus labios─. Hemos llegado a un mutuo acuerdo, luego de que tengas al hijo de mi hermano; te casarás con un buen hombre del Norte y permanecerás allá, cumpliendo tu deber.

─No.

─No he pedido tu opinión ─dijo ella─. Era hacer eso, o obedecer a los Señores del Norte que buscaban exiliarte, o castigarte con la muerte, porque consideran que eres responsable de lo que has hecho tras todos entender cómo sucedieron los hechos.

─¡Simplemente no deseaba aferrarme a Robert toda mi vida!

─Aún así, corriste hacia él ─dijo ella, acercándose─. ¿Era tu último seguro de vida? ¿Esperabas que él corriera contigo hacia uno de mis barcos y juntos irían hacia el paraíso prometido?

Lyanna bajó su cabeza, suspirando derrotada.

─He cometido muchos errores, lo entiendo, pero no puedo volver a donde estaba mi vida antes de Rhaegar.

Maegelle suspiró, negando.

─Eres un verdadero dolor de cabeza ─dijo─. No puedes cambiar lo que ya se ha asentado. Te casarás con un hombre del Norte, puedes escoger el que te parezca apropiado. Tu hijo siempre será bienvenido a King 's Landing, después de todo, es un Targaryen.

─¿Le permitirás llevar vuestro apellido?

─Por supuesto ─musitó─, el mocoso no es responsable de nada, lo traerás tras su nacimiento y lo presentarás en mi corte.

Lyanna rodó sus ojos.

─Como quieras ─musitó─. ¿Cuándo serás coronada?

─Mañana ─le dijo Maegelle─. Primero debo asegurarme de que no exista ningún barril de fuego Valyrio.

─¿Qué harás con el que ha quedado? ─le preguntó, Maegelle se giró para caminar hacia el mural de flores nuevamente.

─Lo enviaremos en barcos hacia la Vieja Valyria ─musitó─, pagaré una buena suma de dinero para quiénes deseen hacer ese viaje. Después de todo, la ciudad continúa maldita.

─¿Quién podría querer tanto dinero como para ir hacia allá?

─Bueno, si una princesa les ofrece dinero y no sólo eso, pone en duda su orgullo; rápidamente aceptarán ─dijo ella─, porque no soportan la idea de ser retados, mucho menos por una mujer.

─Por eso detesto a los hombres ─musitó Lyanna. Maegelle rió levemente asintiendo de acuerdo con su comentario. La joven loba carraspeó antes de continuar─. Rhaegar era diferente ─musitó─, cometí errores; pero realmente me enamoré de él. No fue un amor recíproco, pero me hizo sentir de una manera que desconocía, me hizo sentir libre; valorada. Sé que te he… quitado a una persona importante, pero sólo pensaba en que lo quería tanto como tú lo hacías.

Maegelle no respondió, se quedó en silencio mientras pensaba en las palabras de Lyanna. Alzó su cabeza para observarla.

─Está bien ─dijo, mirándola─. Si eres capaz de hacer tales cosas por amor, no soy quién para cuestionarlo. Por unos días, pensaba en hacer que te cuelguen para que Rhaegar no tenga que casarse contigo ─musitó, haciendo reír incómoda a Lyanna; a sabiendas de que de haberle pedido eso a Aerys, hoy no estarían teniendo esa conversación─. Y también quise colgar a Robert, porque ese idiota cayó tan profundo por ti, que acabó liderando una rebelión contra mi sangre; y luego comprendí que cuando te enamoras, eres capaz de lo que sea por esa persona, incluso arriesgar tu propia vida. Tuviste suerte ─musitó Maegelle─, dos de los mejores hombres que conocí, te amaron.

call of silence.       robert's rebellionUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum