🌀 CAPÍTULO 7 🌀

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Elizabeth

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Elizabeth

—¡Deja de quejarte, zorra! —el pirata le había dado una bofetada a Elizabeth.

Elizabeth se encontraba en un calabozo atada de pies y manos, su cuerpo solo era cubierto por su camisa, todo el lugar olía a agua salada y pescado podrido, el pirata había sido mandando por el capitán Sharkblack para que le volviera a colocar los grilletes. Ella estaba muy débil, su cuerpo estaba todo adolorido, tenía varios cortes en el cuerpo y todos habían sido cortados siguiendo los tatuajes luminosos que le salían a ella cada vez que ella mostraba su poder.

—Por favor, deme un poco de agua —suplicaba ella, solo podía susurrar.

—No te preocupes, que unos momentos te daremos mucha agua.

Elizabeth casi abrió sus ojos como platos, ya sabía lo que harían en esos momentos.

—No por favor.

—Cállate, zorra, son las órdenes del capitán y tendrás que seguirlas.

—Me importa una mierda lo que ordene Sharkblack —escupió Elizabeth mirando al pirata.

—Hija de puta.

Le dio un fuerte golpe en la cara, los oídos le pitaban y sentía como sangre corría por su nariz y sus ojos se nublaron un poco.

—Espero que así puedas respetar a los hombres.

El pirata se levantó y tomó el quinqué, Elizabeth estaba arrodillada, cuando el pirata salió del calabozo el lugar comenzó a llenarse de agua de mar, el lugar era realmente oscuro porque el pequeño calabozo no tenía ventanas, solo tenía una puerta de hierro que tampoco tenía rejilla y en el suelo había seis ductos por donde dejaban pasar el mar para que el calabozo en pocos minutos se llenara de agua. Elizabeth tambaleándose un poco se levantó y el agua ya le llegaba a las rodillas, nunca podía entender cómo el lugar se llenaba tan rápido de agua salada.

El sonido del agua chocando contra las paredes rocosas del calabozo ponían nerviosa a Elizabeth, en pocos segundos el agua ya llegaba al pecho de ella, entonces ella comenzó a concentrarse para pensar en sus amigos y en Adham.

—Adham —dijo con un susurro.

Cuando el agua por fin la tapó, su cuerpo comenzó a brillar y empezó a flotar, sus ojos se abrieron, ya no eran de color grises ahora eran de color azul. Se quedó así flotando por una hora hasta que volvieron a sacar toda el agua del lugar y ella cayó inconsciente al suelo.

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Los ojos de Elizabeth se abrieron de repente, por las grandes ventanas de la biblioteca entraban los rayos de sol. Tocó su frente y se dio cuenta de que estaba sudando mucho, volteaba a todos lados y se dio cuenta de que seguía en la biblioteca del castillo, nuevamente se había quedado dormida en ese lugar, se levantó del escritorio y empezó a estirarse, el cuello y la espalda le dolían mucho.

Contra tiempo ✔ [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora