-¡Vamosss!- grité trepandome en Pablo  por el triunfo. El me sujetaba por la cintura, mientras mis piernas estaban en su cadera y mis brazos al rededor de su nuca.

Nos quedamos así unos instantes, ninguno se quería separar, hasta que escuchamos la voz de Ansu y me bajé de golpe de él.

-¡Vamo', me debes 30 euros!- celebró.

-¡Joder! pero que robo tío, ya no vuelvo a apostar con nadie, bola de tramposos- se quejó el canario.

Al parecer habían apostado por quien ganaba.

-Que me voy a quedar pobre si siguen asi- dijo Pedri acercándose a nosotros.

-Hombre, pero si solo son 30 euros- le dijo Pablo.

- Exacto, 30 euros, son 30 euros.

Todos reímos por el comentario de Pedri.

-Preparen sus billeteras que esta noche invitan la cena, chicos- dije chocando los 5 con Eric.

-Son unos tramposos- dijo Ferran sacudiendose la arena.

-Ustedes decidieron apostar- recalcó Pablo.

-Ese fue Laporte- añadió Sira señalando al susodicho.

-Pero ustedes aceptaron también, yo no voy a pagarles la cuenta a los 3 y menos a Gavi que come mucho.

-Bien, yo te la pago a ti, pulga- dijo Ferran.

-Ehhhh, no, no vale a tu propia hermana- recalcó Laporte.

-Bien, se la pago a Eric.

-Yo a mi cuñada favorita- dijo Sira.

-Bien, se la pagaré a Pablo, aunque él me deje en quiebra; solo recuerda que tengo un bebé y debo comprar pañales- se rindió Laporte señalando a su familia, a lo cual Sara, Sira y yo reímos.

- ¿Y a nosotros quién nos la paga?- habló el canario.

-Hombre, pues ustedes mismos; no estaban dentro de la apuesta- dijo Eric y todos reímos al ver la cara de indignación de ambos.

Después de jugar, me acerqué a Sara y a su pequeño; jugué un rato con él mientras platicaba con Sara y me fui a recostar en una toalla cuando ellos se fueron a tomar la siesta.

Estaba recostada, mientras los chicos estaban en el mar... o eso creí.

-Lili ¿vienes?- me llamó el canario.

-No gracias, estoy muy bien así- dije aún acostada.

Luego de unos instantes todo estaba muy silencioso, algo sospechoso, por lo que decidí girarme en la toalla, encontrándome a Eric en frente mío.

-Oh vamos Lili, no te va a pasar nada si entras al mar con nosotros.

Ni siquiera tuve tiempo de responder cuando Eric, Pablo y Pedri me cargaban para llevarme al mar.

-¡No! no quiero mojarme, soltadme. 

-Lo que pida la señorita- dijo Pablo, a lo cual todos me soltaron y caí al agua;  podía escuchar sus risas en la superficie.

Saqué mi cabeza del agua para ver a los demás, como todos estaban riendo, nadie vio cuando jale la pierna de Pablo por debajo del agua, luego hice lo mismo con la de Pedri y al final con la de Eric.  

-Amore, que malos son con Lili- Sira se quejó.

-¡Buah! Para que no te sientas mal, ¡al agua!- dijo cargando a Sira y corriendo con ella en brazos hacia el mar.

 𝐑𝐄𝐃Where stories live. Discover now