ʟɪᴠɪɴɢ ᴡɪᴛʜ ᴛʜᴇ ᴅᴇᴠɪʟ《 Kokushibo 》©

XLIV: Castillo Infinito 2/2

—Hicieron mal en pisar la Fortaleza de Muzan-Sama.— Soltó, moviendo su katana y colocando está en el cuello del hombre.

Volviendo a los problemas, y realmente tampoco lo vio venir, Shinazugawa Genya apareció con una espoleta y claramente nervioso.
Vamos, que el escenario frente a el era desalentador, Muichiro noqueado en una esquina, y Himejima a punto de ser decapitado.

—¿De donde salen?— Susurro. Y se centró en el recién llegado.

...

En otra parte, más bien, un cuarto secreto construido por Muzan, un grupo de cazadores de rango Mizumoto logro encontrar un extraño capullo sujetado por varios...¿Músculos? No supieron como describir aquellas cosas, pero, eso comenzó a moverse, y soltar un líquido viscoso color carmesí, hasta explorar.

Todos los Mizumoto salieron volando como si de muñecos se tratasen, algunos perdían brazos, piernas, incluso la cabeza, dejando espantosas marcas se sangre por los alrededores.

Muzan mismo había ingresado en un tipo de "hibernación" para obtener su nueva forma física final, y según el, "indestructible".
Había cambiado mucho físicamente, pues, estaba más pálido; su cuerpo estaba cubierto de mandíbulas con grandes dientes filosos, deseosos de destrozar carne humana; su cabello se volvió blanco, largo y ondulado y por último, una masa colorada que cubría su cuerpo de la cintura para abajo.

Y de un salto, se movió entre las confusas puertas, asesinando todo lo vivo que se crucase por el camino.

...

Con los demás, Genya cayó al suelo cuando toda la fortaleza tembló de repente. Kokushibo se mantuvo de pie por mera suerte, y gracias a su Nichirin, no acabo como el otro chico.

Cuando todo se calmó, Himejima aprovecho la distracción del demonio para golpearlo con su arma, y tan fuerte fue, que Kokushibo se estampó contra un muro, y sumando aquello, cayó al vacío, con pleno brazo derecho destruido por la bola puntiaguda.

Su caída, fue lo más similar a un muñeco de trapo golpeadose contra todo.
Parte de su ropa se rompió, su cabello se desató y su cuerpo se cubrió de tajos y heridas algo profundas.

Ahí se dio cuenta que no podría luchar, su Nichirin no cayó con el, y Nakime no se esforzará por abrirle una shōji para recuperar su arma. Con rapidez, se paró y alzó la mirada, Gyomei no se veía por ningún lado, y era peligroso quedarse quieto, así como cayó de sorpresa ante el la primera vez, podría hacerlo en ese momento; trepando rápidamente por los escombros, llegó nuevamente al salón, asustando a Genya.

Sin embargo, no tuvo la suerte de salir ileso.

Siendo veloz, tomo su Nichirin y de un solo desliz, utilizo la Decimocuarta Posición, "Calamidad, Luna Creciente Divina", un terrible ataque para un muchacho menor de dieciocho años. Las lunas, crearon una especie de vórtice gigantesco que rodeó al muchacho, en pleno shock por tal velocidad.

No logro esquivar ninguna luna.

El cuerpo de Genya fue cortado en trozos, soltando el ruido de la carne y huesos romperse, hasta caer al piso, dejando una escena terriblemente espeluznante.
Himejima respiró profundo, y activo la Marca del Cazador, y utilizo la Quinta Postura,"Rueda de Piedra Firme".
Fue gracioso, ya que utilizando ambas armas contra Kokushibo, y con la creencia de que lograría volarle la cabeza, fracaso.

De un solo salto, y rápida como una gacela, Kokushibo alzó su Nichirin y de un movimiento en seco, le corto los brazos. Himejima grito de agonía mientras el arma caía al suelo, y el, presa del pánico, y por lo frágil que estaba el suelo, piso mal, y cayó al vacío, así como el lo lanzó al demonio.

Se demoró unos minutos en escuchar el estruendo, pero asomando su cabeza, vio el cuerpo de Gyomei atravesado por miles de trozos de madera. Suspiro, cansado y medianamente aliviado, ¿Ya se había acabado? No, faltaba uno.

Ya, con la cordura al límite, y raramente con la Marca del Cazador ardiendo a mil por el uso excesivo de las posturas, vio a Shinazugawa Sanemi ingresar a pasos torpes al salón, y apenas vio el cadáver de su hermano, soltó un grito de ira.

—¡Soy el viento que te arrancará la cabeza, perra !—La Luna Superior Uno sonrió de lado, no creyendo lo que decía, si acabo con el Pilar de la Roca, podría fácilmente con ese bastardo.

—A comparación de tu hermano, eres gracioso.

Bueno, abrir la boca tampoco se considero buena idea.

Sanemi tomo su Nichirin y corrió hacia el, furioso, y evidentemente cegado por la ira, primer error.

—¡Quinta Forma, Viento Frío de la Montaña!— Teniendo la oprtunidad, le asestó una parada en el abdomen a Kokushibo, quien retrocedió, pero aquello le dio paso a su ataque.

En un salto, Sanemi comenzó a lanzar golpes, que pronto se formaron miles de cortes curvados que el demonio logro esquivar, también, la Marca del Cazador ya estaba activa en el Pilar, quien chillaba mil maldiciones cada segundo que pasaba.

—¡Deja de esquivar y lucha como hombre, maldito cobarde!— Kokushibo asintió y fue directamente a el.

—Octava postura, Cola giratoria del dragon lunar.— Susurró, y lanzando el gran golpe frontal con alcance casi inevitable de esquivar, Sanemi no logro esquivarlo a tiempo.

Pego el salto con la fé de haber esquivando el ataque, pero ese salto, le costo la pierna.
Ya en el suelo, gritando mil groserías a Kokushibo, y lanzando golpes a cualquier sitio, ha lejano a la razón.

Kokushibo lo decapitó. La cabeza de Shinazugawa Sanemi rodó hasta el cadáver de su hermano, junto a una expresiva mirada de ira, ya vacía.

Ya había acabado, los cuatro Pilares habían caído bajo su mano, si se era sincero, no se imaginó salir vivo de esa, ya que, si hubiesen caído a la vez, se encontraría en grandes aprietos.

Miro a Muichiro, sintió pena por el, teniendo catorce años y metido en todo ese lío, sería cruel dejarlo morir allí, desangrado.

Ganado por su empatía, rompió parte de su kimono violeta y lo ato en la amputación del brazo derecho, evitando ya el sangrado. Lo tomo como saco de papas y salió de lo que quedaba de la Fortaleza.

Ahora, Aime sufriría mil infartos a la vez si lo veía de esa forma.

...

No me juzguen.

ES MOMENTO DE QUE LOS CANON MUERAN.

Deje vivo a Muichiro porque algunos me lo pidieron, y ahí está. Pero los demás...me caen pal ojete. JAJAJA.

Faltaban más muertes, ¿A que si?

Besitos y abrazos para todos.