七 : ¿Beso de disculpa?

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Al capitán Liu también le había parecido sospechoso, luego de leer el informe que mi colega le había entrado sobre la sospechosa que se había querido refugiar corriendo hacia él, y el largo historial que tenía. Justamente por esa mujer que le pidió que la ayudara, que intento suicidarse en su celda poco después, fue por lo que obtuvimos el permiso para vigilar al doctor Gu.

Notamos que esa joven mujer, Lin Zhixiao, pasaba mucho tiempo detrás del doctor Gu. Revisamos sus antecedentes: no tenía ninguno. Nada, ni una multa de transito o una detención. Era una estudiante modelo, aun no se había graduado y tocaba en una orquesta, según sabemos el chelo. Su padre estaba internado en el hospital y era paciente del doctor Gu, ella y su madre son las que cuidan del hombre, por eso siempre se la ve allí.

Era quien más rondaba al doctor Gu, después de la doctora Gao Xi y otras dos o tres mujeres, a las cuales él siempre trataba de manera amable pero distante. Siempre trayéndole regalos, bolsas de comida o productos para la higiene y el cuidado personal. Ella y la doctora Gao parecían tener alguna especie de batalla por la atención del doctor, la cual apenas y le dirigía dos o tres palabras a cada una.

Al parecer las cosas con ambos doctores no iban muy bien.

No es que me metiera mucho en peleas de mujeres, o de doctores, pero se notaba mucho que ambas no se llevaban bien. No sabía si era porque ambas querían al mismo hombre, o porque a veces el doctor trataba a una mejor que la otra. Yo solo estaba allí por el caso, para investigar y tratar de llegar al fondo del asunto de las drogas.

Habíamos logrado que solo policías metidos en la investigación del doctor Gu, estuvieran en la habitación donde estaban las pantallas con acceso a las cámaras. Éramos solo cuatro hombres, quienes revisaban los movimientos en cada cámara e informaban si veían algo sospechoso. No habíamos llegado a ninguna conclusión más de la obvia: el doctor Gu tenía problemas con las mujeres.

El capitán Liu nos dio tres días más para encontrar algo relevante, antes de dar por terminada esta investigación inútil. El doctor Gu Wei no levanto la suficiente sospecha con sus actitudes y movimientos, como para que finalmente lo vinculáramos al caso de las capsulas, hasta ahora solo notamos que era solo un médico normal.

Dos de mis colegas salieron para buscar algo para beber, más concretamente café, ya que llevábamos toda la noche vigilando. Solo quedábamos dos, y quien estaba a mi lado parecía estar durmiendo, eso me dejaba a mí a cargo de casi todas las cámaras: hasta ahora no ha habido movimientos extraños.

Todavía recuerdo como había pedido explícitamente, casi rogado, estar incluido en esto, ya que desde el principio sospechaba del doctor. El capitán me había dado la autorización finalmente, aunque me había dicho que le informara por cualquier cosa, no se le había visto muy convencido cuando se lo pedí. Fue el director Lin quien me dejo formar parte, pero no debía desviarme del caso.

El doctor Gu estaba haciendo sus rondas normales, de todos los días desde que comenzamos a vigilarlo, revisando a sus pacientes. Ya había pasado dos horas desde que dejo su oficina, luego de comenzar a presentar informes para el director y el subdirector del hospital, hablar con algunos colegas, revisar placas e informes, rellenarlos y entregárselos.

Cuatro horas antes, estuvo atendiendo pacientes en emergencias y luego había ido a las habitaciones de los doctores, a leer algunos libros que tenía sobre el escritorio pasando casi toda la noche despierto. Casi no lo he visto dormir. Vi a esa Lin Zhixiao hablar con un colega del doctor y luego ir con su padre. La doctora Gao Xi se había ido hace horas y aun no había vuelto.

Según las enfermeras, el turno del doctor Gu termina en media hora o eso le habían comentado a uno de mis colegas, que fue a dar una vuelta para reunir información. Aunque, yo sé que fue para no quedarse todo el día aquí, sin nada interesante que hacer más que sentarse y observar.

ᴸᵒ ⁱⁿᵉᵛⁱᵗᵃᵇˡᵉ - [ChenWei]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora