La primera pelea

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El dolor en el pie era realmente insoportable, era como si me arrogaran un montón de aceite hirviendo y este comenzara a quemar todo mi cuerpo, el doctor se comporto algo extraño, no me dirigía la mirada, no decía ni una sola palabra, solo me ayudo a levantarme, en verdad no podía apoyarme en mi pie derecho, ni siquiera lo sentía, solo sentía mi pie helado, ni siquiera había una sola palpitación, me asustaba un poco ver la sangre bajar por mi tobillo, intente romper el silencio

-Estas bien?... me alegra que la Tardis te halla dejado salir.

El Doctor me miro por el rabillo de su ojo y volvió a desviar su mirada, sentí un calor recorrer mi cuerpo, me sentía molesta, decepcionada, pensé que el me abrazaría, me diría que se alegraba de que yo estuviera bien, que había luchado bien, pero no lo que recibí a cambio fue el rechazo total y una mirada fría, el estaba molesto porque arriesgue mi vida lo se, el tenia miedo de perderme pero eso no era motivo para ignorarme.
Me enfade y quite sus manos de mi brazo y lo empuje.

-Alejate de mi! Quédate con tu enojo, si queras que fuera un ciberhombre lo hubieras dicho y asi me evito tu rechazo.
-yo... no quiero eso.
-entonces quédate con tu silencio, y aléjate!
-Jessica, vamos yo te ayudo, ire a que te limpien la herida, apóyate en mi.
-Gracias Eita.

Yo rodie su cuello con mi brazo, y ella rodio mi cintura con su brazo, fuimos despacio pues no podía forzarme mucho, me sentía muy mal pero lo ocultaba, el doctor venia detrás de nosotros, venia muy pensativo, le afecto lo que le dije, el hospital de los Ions estaba muy cerca en realidad, tardamos 3 minutos en llegar, Eitaabrió la puerta y una enfermera de inmediato vino a ayudarme, me subieron a una camilla, el doctor no dejaba de mirarme, me sentía sola le lance una mirada reflejando mi miedo, sentía a mi corazón partirse en dos, me llevaron hasta el fondo del pasillo y luego giraron a la derecha, hasta ir a un consultorio, el medico me reviso pero no lograba entender nada, mi problema no se veía a simple vista, coloco una pomada en mi pie, y me lo vendo.

-si queremos curar eso al cien por cierto deberás quedarte unos días mas.
-no,estoy bien, además ya debo irme, gracias por todo.

Me sentía muy triste, no estaba bien, en realidad el pie dolía demasiado pero decidí callar, cojeando fui hasta donde estaba el doctor, solo que no intercambie una palabra con el, lo ignore como si fuera una sombra, tuve que fingir que todo estaba bien, comencé a apoyarme en mi pie, quería gritar de dolor pero no lo hice, camine como siempre hago, me veía normal.

Fuimos hasta la plaza de la ciudad donde me esperaba la ciudad entera, había una especie de tarima y arriba estaba el presidente invitándome a subir, tome aire y comencé a subir, procure no desmayarme, sentía todo darme vueltas, el ruido se volvía agobiador, solo escuche al presidente decir gracias y a todos aplaudir, yo agradecí, no duro mucho, en un momento ya estaba en camino a la Tardis, me despedí de Eita ella era ahora una mas de mis amigas, cuando estábamos subiendo la colina, para llegar a la Tardis, se me bajo la presión y caí de rodillas en el pasto el corrió para ayudarme, pero rechace su ayuda y me pare sola.

Le tengo miedo al tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora