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Capitulo 1: El desconocido

Ambos pequeños corrían como si sus vidas dependieran de ello.

Pues así era.. Desde que se habia perdido en ese inmenso mercado lo único que se gano fueron más problemas. 

De no haber sido por el chico de mirada oceánica el ya estaría muerto. Ahora el y el chico que acaba de conocer huyen de dos sujetos extraños que por alguna extraña razón quieren asesinarlos a ambos. Estaba muy confundido. 

Pero, la pregunta aquí es: ¿Que habia pasado para que el acabara en esa horrible situación?  

Pues...

 Nuestra historia comienza con el pequeño Tanjiro. El pequeño pelirrojo habia rogado tanto a su madre para que le permitiera acompañarla al mercado pues no dejaban que el saliera a lugares con demasiada gente. Ya que podría ser peligroso. 

Después de todo el era el hijo de alguien importante. Podrían intentar secuestrarlo con tal de recibir dinero a cambio de su vida. 

Tanjiro no pensaba en las consecuencias que podrían conllevar sus actos. Le emocionaba tanto la idea de salir un momento de su casa. Estar encerrado era algo que no le agradaba, era demasiado aburrido. Ni siquiera salia a estudiar. Sus padres siempre contrataban tutores para que fueran a enseñarle todo. 

Incluso recibía clases de modales. 

Demasiado aburridas para un niño de su edad. 

 Siempre debía ser educado y respetuoso con los invitados de su padre. Vestir yukatas, kimonos y hakamas para toda ocasión que aveces eran muy pesados y grandes, pero nunca se quejo. 

El seguía manteniendo su linda sonrisa. 

Aunque aveces deseaba salir a explorar. Y tener amigos.

Después de tantas incesantes suplicas por parte de Tanjiro, Kie finalmente accedió, pero le impuso una condición "No te apartaras ni te distraerás", por supuesto que el pelirrojo acepto, haría cualquier cosa con tal de salir de su hogar por algunas horas. 

Probablemente se arrepentiría más adelante..

Su felicidad habia aumentado ahora que estaba en el mercado tomado de la mano de su madre. Sus ojos brillaban conforme observaba más y más. Definitivamente esto era algo que no veía todos lo días. 

Varios puestos con cosas muy llamativas, comida que nunca habia visto y que obviamente olía demasiado bien, le hubiera encantado que sus hermanos y hermanas también apreciaran este bello lugar. 

Hokkaido era verdaderamente un inmenso y hermoso lugar. Lastima que no todos lo días podía salir a explorarlo. 

Un mapache de peluche era lo que siempre ha querido y ahora estaba frente a sus ojos. Quería abrazarlo, se veía muy tierno y gordito. Talvez si le preguntaba a su madre ella...  

-- No.

-- ¿Eh? - musito sorprendido - Pero- 

-- Sera en otra ocasión ¿Ok? - dijo la mayor frunciendo el ceño con molestia - Ahora no tengo tiempo. 

-- Esta bien.. 

Tanjiro acepto con una vocecita triste y sin dar ninguna protesta, su alegre sonrisa desvaneció como si nunca hubiera estado ahí, sabia que esa otra "ocasión" jamas llegaría. 

Siempre era lo mismo, observo de reojo al pequeño peluche que ahora estaba siendo vendido a otro niño, su felicidad se rompió. Luego su pequeña mano fue sujetada por la de su madre llevándola consigo al puesto con los mejores granos y legumbres de la ciudad.