05 ; "El Restaurante"

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—No te preocupes amigo mío, ¿ves el escenario que está al fondo nuestro?

—Sí.

—Tomas el pasillo a la derecha, está cerca de entre bambalinas. Allí está el baño.

—¡Muchas gracias, Pedri! — Pablo hizo un gesto de agradecimiento y se fue corriendo hacia allá.

Durante su camino vio a un hombre de pelo y barba negros, se veía que era mucho más mayor que él, al rededor de unos 40 años y también parecía ser más bajo que él; el hombre tenía un estuche de saxofón y eso había llamado la atención de Pablo. Pero tuvo que ir al baño primero, pero tenía decidido hablar con el señor.

Después de salir del baño se acercó al hombre, claramente avergonzado pues Pablo no era de ser una persona tan social y tenía miedo que el señor lo fuera a tratar mal. Entonces Pablo habló.

—Buenas noches, señor, ¿lo que usted lleva es un saxofón tenor?

—No, niño. Es obvio que es una trompeta. — El hombre se ríe de su mal chiste —Discúlpame, niño, no era mi intención hacerte sentir mal y sí, es un saxofón tenor.

Pablo miró con una sonrisa nostalgica al instrumento, extrañaba su saxofón robado, tenía la esperanza de volver a tener uno en sus manos; todos sus pensamientos fueron interrumpidos por el señor.

—Disculpa, te ves con una cara larga, niño. ¿Qué sucede? —pregunta el señor con un claro tono de preocupación por el más joven.

—Pues si soy sincero, es que yo tenía un saxofón. — Pablo empezó a soltar lágrimas —. Pero al llegar aquí me lo robaron en la estación de buses.

—Ay, niño. — El señor lo abrazó para consolarlo, el niño empezó a llorar en su hombro —. Sé que perder un instrumento es duro, pero sé que algún día lo vas a recuperar. ¿Okey?

Pablo asiente mientras seguía sollozando, el señor lo único que pudo hacer fue consolar al niño. Después un rato, Pablo se calmó y entonces el mayor habló.

—Oye niño, ¿te gustaría presentarte ahorita mismo aquí?

Pablo se sorprendió por la respuesta y respondió -No sé, señor, eso es muy bueno de su parte.

—Vamos niño, no tengas pena por presentarte y si se llegan a burlar de ti, los golpearé. — El señor le ofreció una sonrisa reconfortante.

—Está bien, me voy a presentar entonces...

El señor le dio una sonrisa y le dio el instrumento, Pablo se puso la correa del instrumento para tener más comodidad. Entonces subió al escenario acompañado del señor.

«Buenas noches, público. Mi nombre es Xavier Hernández, el día de hoy les tengo a un invitado muy especial, su nombre es... »

Xavi acerca su oido a la boca del menor para que pudiera decir su nombre. Pablo se lo da, entonces el mayor continúa con su discurso.

«¡Pablo Gavira! El cual nos va a hacer un solo con su saxofón» dice Xavi, el público aplaude a consecuencia.

Entonces Pablo se acerca al centro del escenario y pudo ver a todo el público, pudo ver a Frenkie, a Pedri y a... ¿Robert?

El menor se sorprendió al ver a su jefe, estaba en una de las mesas más cercanas e iba con otros hombres de negocios. Se sorprendió por ese hecho, pero como estaba enfrente de varias personas tenía que controlarse para no equivocarse, además que como su jefe estaba allí no lo podía decepcionar.

Entonces él dio lo mejor de sí, saliendo todo a la perfección. Cuando finalizó su solo de saxofón, todo el mundo le empezó a aplaudir, hasta su jefe aplaudió, Pablo estaba realmente orgulloso de todo lo que estaba sucediendo. Hizo una reverencia y se bajo del escenario.

Cuando lo hizo, Xavi le dio un abrazo.

—¡Niño, estoy tan orgulloso de ti! —habló Xavi —. Lo hiciste magníficamente, no me puedo creer que un niño como tú lo hiciera como un profesional.

Pablo se había sonrojado por los cumplidos que le había hecho Xavi.

—Entonces, niño, ¿te gustaría seguir tocando aquí?

—Me encantaría —dijo Pablo con una sonrisa.

Entonces se dieron sus números de teléfono para poder conversar después, Pablo se excusó con Xavi y dijo que había dejado abandonado a su amigo. Cuando se fue directo a la mesa fue recibido por un abrazo de Pedri.

—Lo hiciste genial, amigo mío —dijo Pedri, claramente feliz por lo que había hecho su amigo.

—¿No estás enojado conmigo? —pregunta Pablo extremadamente avergonzado.

—¿Por qué debería estar enojado contigo? No te preocupes, Pablo, que soy tu amigo no tu enemigo.

Pablo rompe en llanto otra vez, pero esta vez lo hizo en los brazos de su mejor amigo, este tuvo que consolar a Pablo. Entendía la situación de Pablo con sus padres, pero esto lo hacía que odiara más a los padres de Pablo, porque dejaron así de jodido a su amigo a nivel psicológico.

Cuando se calmaron decidieron comer tranquilamente, después de comer y que la cuenta corriera a nombre de Pedri, entonces el mayor se ofreció a llevar a Pablo a casa, algo que aceptó gustoso el saxofonista.

Tardaron una hora en llegar, Pablo se despidió de Pedri con un abrazo y se fue directo a su cuarto. Cuando llegó al cuarto, se tendió directamente a la cama sin importarle nada más, estaba muy exhausto pero muy feliz por todo lo que había sucedido el día de hoy...

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El Secretario (Lewandowski X Gavi) Where stories live. Discover now