Bright.

Gustos.

Son unos ojos muy lindos. Pero se parecen mucho a los de...

Pov Conny.

Me soltó y se alejó con una expresión de terror en su rostro.

"¿Estas bien?" Me acerqué a lo que ella retrocedió. Su mirada estaba fija en mis ojos.

"Alejate" una lagrima se escapó por sus ojos.

"Puedo comprarte otro, no hay problema, le diré a mi mamá" hablé rápidamente.

"Yo..." se secó la mejilla bruscamente "¿Mi casa o la tuya?" Ahora su voz era cortante.

"La tuya si no es problema" le dije preocupada.

"Vamos" se giró y siguió caminando, dejando su celular aún en el suelo.

Lo tomé y lo guarde en mi bolsillo.

***

En todo el camino, ninguna habló. Era extraño, incómodo y... tranquilo.

Supongo qué de una u otra forma, terminaremos juntas. Es como en las películas. La chica mala que en este caso sería Sofía, se enamora de mi, y la chica buena que de cierta forma sería yo, termina también enamorada.

¡Ey, jamás había estado aquí!

"¿De donde vienes?" Preguntó.

"¿Qué?"

"¿De donde vienes?" Me miró, con aquellos ojos cafés intenso.

Realmente es linda. Su cabello rojo hace que su color de ojos le quede bien. Bueno... es raro decirlo pero es la verdad, es muy linda.

"Vengo de Washington" le respondo "No sé, si conoces 'Bradford Station' "

"¿En serio vienes de hay?" Asenti "Es muy difícil que te saquen de ese lugar"

"No es tan difícil, solamente debes... quemar unos cuantos casilleros y raparle la cabeza al director" me encogí de hombros.

"Chica mala ¿eh?"

"Chica mala" me di cuenta por donde estábamos caminando "¿que hacemos aquí?" Le pregunté.

"Mi casa es aquella" señaló una casa muy grande.

¡IMPOSIBLE!

"No puede ser" contesté.

"¿Que sucede?"

"¿Ves la casa del frente? " ella asintió. "Pues... hay vivo yo" susurré.

"Mierda" la escuché suspirar.

***

"Bien, como seremos vecinas ahora, solamente hablaremos para el trabajo ¿bien?" Me dijo.

"Bien" le respondí.

"Okay, entraremos al estudio" abrió una puerta y entramos a el estudio.

"¿Porque no tu cuarto?" Le pregunté.

El estudio era muy lindo, tenía cuadros en casi todas las paredes, pero hubo uno en particular que me llamó la atención...

"Olvida tu cuarto, ¿quien es ella?" Era una mujer mayor de quizás unos 36 años, cabello rojo como el de Sofía y una mirada verde penetrante.

"Mi madre" me gire a verla "Siéntate ahora, empezamos la primera parte" Sofía siendo cortante desde tiempos inmemoriales.

"Okay, ¿tienes hojas?" Ella se levantó y las tomó de un estante.

Empecé a escribir.

"¿Cosas que te gustan?" Pregunté.

Pov Sofía.

Esto es increíble, tiene los ojos iguales a los de mi madre. Es casi idéntica.

Y ahora ella será mi jodida vecina.

¡PATÉTICO!

"¡EY!" Agité mi cabeza, me había sumido en mis pensamientos.

"¿Si?"

"Cosas que te gustan" dijo.

Me acomode en la silla incómoda "Pintar cosas hermosas" dije con simpleza.

Ella anotó, mordiendose el labio inferior.

Realmente es muy linda, tiene una piel muy suave.

"Lis... to" dijo dejando de escribir."¿que más?"

"Me gustan las personas graciosas y que no teman arriesgarse cuando hay un problema, que sepan arreglarlo y destruirlo." Le dije.

"Arreglar y destruir" repitió.

Escuché la puerta abrirse y unas voces, seguidas de un gemido.

"¡Jodido hombre de mierda!" Susurré.

La expresión de horror en la cara de Conny era genial.

"¿Él... tú papá?"

Reí "Patético ¿no?" Me levanté de la silla y camine a la puerta "Dame un segundo" le dije saliendo.

Pov Conny.

No me lo puedo creer...

Su papá está teniendo sexo y Sofía muy tranquila supongo...

"¡Maldición papá!" Gritó Sofía."¿Porque ella?" Seguía gritando.

"¡DEBO REHACER MI PUTA VIDA SOFÍA!" Contestó furioso.

"¿¡REHACER!?" empezó a reír irónicamente "LO ÚNICO QUE MERECES ES ESTAR COMO MI MADRE, ¿ENTIENDES?" Luego se escuchó un golpe y me levanté de un salto de la silla y miré atenta la puerta.

"¡TE ODIO!" Gritó Sofía.

Escuché unos pasos acercándose y la puerta se abrió de golpe, mostrando a una Sofía con una mejilla completamente roja.

"Te pido amablemente que te vayas de mi casa ahora" me dijo sin mirarme.

"¿Estas bien?" Me acerqué a ella.

"¡Vete ahora de mi maldita casa!" Me miró y pude notar rabia.

Tome mis cosas y salí de ese lugar, sin antes ver a Sofía aún en el mismo lugar de antes, sin moverse, sin reacción.