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Capitulo 01:

"Él tan tu"

《🎠🧸》

Suave cabello marrón con olor a bebé, se sentía como seda entre lo dedos de Harry. Simplemente es una de las pequeñitas cosas de su hijo que el tanto ama.

De arriba hacía abajo peina aquel cabello y un niño de alrededor cinco años hace muecas tras aquella acción. La pequeña criatura tan parecida a él; personalidad sensible, delicado y amoroso, a su vez explosivo cuando de algo que lo emocionaba se tratase. Y tan diferente a él físicamente, bonitos ojos azules decoraban su rostro; cambiando su tonalidad dependiendo la prenda que lleva o el fondo -para Harry eso es mágico-, una delicada nariz de botón y cabello suave .

Harry sabía de donde provienen todas esas facciones de su hijo, sabía a la perfección quien es el causante de que su hijo sea un muñeco ante sus ojos.

—¿Y habrá muchos árboles? —Luke pregunta con su tierna voz de niño.

—Aún no lo sé, cielo —contesta, mientras sigue con él labor de acomodar el cabello de su hijo hacía un lado; Luke ama llevarlo así. Cuando el pequeño le planteó llevar así su cabello, Harry recuerda rápidamente que así lo llevaba aquel muchacho que había conocido hace unos años atrás.

—¿De verdad tengo que usar traje? ¿como un príncipe? —Harry observa a Luke levantar sus cejas mientras lo mira con atención anhelando una respuesta.

—Si, tu abuela te lo compró —Harry muerde  sus labios antes de sonreír porque el cabello de Luke había quedado prolijamente peinado.

—¿Ella será una princesa? —el niño pregunta con ojos brillantes.

—Si, amor. Será una princesa —en el rostro del niño se dibuja una sonrisa y Harry admira a su hijo.

Su madre se casaría en unos meses en un pueblo bastante alejado de Londres. La señora lleva viuda doce años y realmente creía que jamás iba a volver a encontrar el amor; Harry siempre creyó lo contrario porque su madre era una mujer encantadora y creía que la vida le daría una segunda oportunidad para volver a enamorarse, ser feliz y tener un compañero, por suerte lo había encontrado.

Hace aproximadamente dos años, su madre había decidido mudarse lejos del caos de la ciudad, quería vivir en la tranquilidad y Harry no se opuso en lo más mínimo (aunque extrañaría a su madre) pero él entendía que para ella era difícil avanzar luego de la pérdida de su padre, aquel hombre que recuerda con tanto amor y sabe que cada rincón del gran Londres hace que su madre recuerde a su difunto esposo. George había llegado un año después a la vida de su mamá, él recuerda como si hubiera sido ayer que su madre lo había llamado y con tanta alegría le había contado que un apuesto hombre la había invitado a salir, y recuerda con exactitud cuando hace un mes le dijo que se iba a casar y que quiere que su bebé grande y su bebé pequeñito conocieran a George en persona. Harry no dudó ni un segundo en decirle que si, sabía lo mucho que su madre había luchado en seguir adelante luego de la pérdida de su gran amor y que realmente se merecía volver a ser feliz.

No había tenido la suerte aún de conocer a George en persona por su trabajo y la escuela de Luke pero si habían hecho videollamadas por los sábados a la tarde en los que se basaban en  sentarse en frente de la computadora con Luke en su regazo y ver a través de la pantalla a su madre y aquel hombre que la hacia muy feliz. Luke adoraba a George y sus cuentos sobre dragones y princesas. Para Harry era sufiente la sonrisa de su madre y su hijo, sabía que George era el indicado.

El rizado planea ese mismo día viajar hacía aquel pueblo en tren luego del trabajo y la escuela, pasarían una semana en la casa que compartían su madre y George, ya que el pequeño Luke entra en vacaciones y él había pedido licencia por una semana para poder pasar tiempo de calidad con su hijo (por suerte, su jefe -y mejor amigo, Niall- , no dudó en otorgarle aquel permiso).