RUDE - MISHO AMOLI (Pausada)

Capitulo uno

MADISON

Mientras miraba mí móvil como si estuviera interesada en algo de lo que aparecía en pantalla, Mí madre se encontraba a un lado, en el asiento de copiloto de su coche balbuceando.

Mi adolescencia ha sido complicada, mí madre y yo hemos pasado por momentos el cual no se los desearía ni a mí mayor enemigo.

Agradezco que esas situaciones hayan terminado y hayan hecho que mí relación con ella sea mejor, pero aún así todo ésto tiene sus contras.

―Madison, sabes que puedes quedarte conmigo cuánto quieras, puedes pensarlo mejor, y en vez de tomar desiciones impulsivas... - Habló mí madre mientras mantenía la mirada fija en la carretera por la que conducía -.

Sus palabras hicieron que mis ojos rodarán hacia arriba inconscientemente.

No era la primera vez que hablábamos de ésto. Yo quería seguir con mí vida, hacer como si nada hubiera pasado, porqué esa experiencia me había moldeado, creo una nueva versión de mí, una que me hizo más fuerte de alguna manera y, sin embargo, también me dejó con una sensación constante de vulnerabilidad. Pero ahora, siento que había llegado a un punto de inflexión. Tenía la edad suficiente para cuidar de mí mismo, tomar mis propias decisiones y abrazar la libertad que prometía la edad adulta.

―No es una decisión impulsiva - Le interrumpi sin levantar la vista del móvil dejando unos segundos de silencio entre mis palabras - además ya está tomada
- Agregué bloqueando la pantalla y dirigiendo mí mirada hacia la ventana del coche -.

―Lo sé, pero nunca es tarde para dar un giro trescientos sesenta...- Habló ella soltando una pequeña risilla y haciendo unos toques en mí pierna mientras buscaba mí aprobación a su comentario -.

Cualquier comentario que pudiera ser relacionado con coches de carrera hacia que mí vello se erize, que mí corazón se acelerace.

―Ya te lo dije, es mí desición y estoy segura de ésto
- Respondí dándole una mirada tensa y luego regresandola a la urbanización, a aquellos grandes edificios que sus luces hacían reflejo en mis pupilas -.

El silencio volvió a aparecer mientras pensaba en todas las cosas que sentia. El deseo de independencia ardía ferozmente dentro de mí, pero también el deseo de no lastimar a mi madre. La amaba profundamente y me dolía ver el miedo y la ansiedad en sus ojos.

―No quiero ser borde contigo, sé qué estás asustada... - Dejé un largo silencio mientras pensaba en que decir - Pero tengo 25 años, tengo dinero, y un trabajo que es mí hobbie, estoy muy feliz con la vida que he logrado, pero no puede continuar si sigo viviendo en casa - Sentencie y el coche se detuvo frente a aquel apartamento -.

Mí nuevo departamento, que parecía sacado de un cuento de hadas. Mientras me bajaba del coche y caminaba hacia él las luces de la urbanización iluminaron mi rostro, haciendo que mis ojos brillaran con asombro. Era como si el universo hubiera conspirado para regalarme este momento mágico, y no pude evitar dejar escapar un grito ahogado de asombro.

―Es precioso, ¿No? - Hablé mirando de lado a mí madre quien se encontraba viendo el edificio con una mezcla de emociones que se reflejaban en su rostro -.

―Demasiado fancy - Contestó intentando poner cara de asco como si me hiciera cambiar de opinión a último momento. Cuando me vió con los mismos ojos que yo miraba el departamento lanzó un suspiró acompañado de una sonrisa nostálgica - Pero a ti te queda - Agregó haciendo que volteara a verla -.

Pensé que lo decía de mala gana pero cuando me giré y vi su sonrisa me dí cuenta de que no lo fue, había dejado atrás sus pensamientos y por una vez habia priorizado los míos.