Dos Spidermans en 2099 [Miguel O'Hora × Reader] *AU*

E P I S O D I O 6

Estaba acomodando mi pantalón con rapidez cuando la puerta se abrió sin previo aviso. Era Jane, que al vernos se le creció una gran sonrisa pícara en su rostro.

-¡Ustedes pícaros! ¡No respetan! ¡Grr!-Cierra la puerta con firmeza.

-¡Mierda! ¿Le puedes decir a tú amiga que no es lo que parece?-La volteé a ver, solo llevaba su pantalón y su sostén. Miré a otro lado y suspiré.-Vistete, saldré yo primero.

-Lo siento, prometo que le diré que no es lo que parece y que tampoco cree rumores raros. -Se sonrojo un poco de la vergüenza, por un momento ella pensó que estaría sola.

-Más te vale. Que no vuelva a pasar.-Abrí la puerta.

-¡No me regañes gruñón! No es algo que yo planee. -Dijo seria. Logré ver que a través de su ropa que estaba sangrando un poco de su hombro. Le señalé a modo de que se limpiara y lo hizo. Salí del lugar.

B E L I N D A

Mierda, yo no conozco la vergüenza. Me vestí en frente de él sin importar de que me vería todo, gracias a Dios que nunca me volteó a ver, o al menos eso noté. Mi cara se volvió roja como un tomate.

-¿Lyla? ¿Puedes manifestarte? Por favor. -Pregunté algo inseguro.

-¡Holaa! ¿Quieres saber algo más?

-Si..hace rato vi un portal creo que también vi a otro Spiderman en el mismo. No entiendo qué es lo que pasa. ¿No somos los únicos Miguel y yo?

Se ríe por mi ignorancia. -Es un Spiderman de otro universo Beli, no es de este. Ese Spiderman trabaja junto a Miguel en la sede.

-¿La "Sede"? ¿Qué se supone que es eso? -Giré mi cabeza esperando una respuesta.

-La sede es una agencia de Spidermans que pertenecen a otros universos para proteger a las diferentes ciudades de las anomalías. Antes de que preguntes que es una anomalía son villanos que no pertenecen a ese universo, como el que acabas de ver hace rato.

-¿Y porqué yo no soy parte del club? -Dije con un puchero.

-Pregúntale a Miguel, el es el jefe después de todo.-Desaparece mientras se ríe picaramente.

-¿El jefe? Auch, creo que no soy una buena candidata para el.-Triste volví a mi escritorio.

Me llega un mensaje a mi celular tras que volví a mi escritorio.

Miguel O'hara
Escribiendo..

Dile a Jane lo que te
Dije.

Si, lo haré.
Dame un minuto..

Ah, y quiero hablar
Contigo sobre algo,
Nos vemos en mi apartamento
Más tarde, nos sacaran
Temprano hoy, y mi hija no
Estará en casa.

¿Puedo saber para qué?

No, aún no.

-Mary Jane, sé que podría mal pensarse pero no es lo que parece, no quiero que se creen rumores. -La miré seria.

-¡Amiga, tu sabes que respeto tu intimidad! No tienes porque preocuparte, tienes el derecho después de lo de Peter-

Interrumpi.-No lo menciones por favor, solo haz lo que te pido. -Miré otra vez a mi computador, me cayó un correo del jefe diciendo que la jornada de trabajo de hoy se suspende por el temblor y las explosiones. -Supongo que debemos irnos ya.

Agarré mi bolso y me dirigí hacia la puerta. Miguel me siguió.

-Encargaré comida para los tres, ya te mande la ubicación de mi casa pero si quieres podemos ir juntos.-Me miró esperando una respuesta.

-Claro, vamos. -Por una razón, cuando Jane mencionó a mi Peter, me puso de malas y más de la manera en la que se expresó. Ha pasado muy poco tiempo como para andar en otro tipo de aventuras con alguien más, no descarto la idea pero ahora no. Además ¿Miguel ya está casado, no?

Nos montamos a su carro, yo me senté en la parte de atrás, gesto que confundió mucho a Miguel.-Sé que no es mi asunto, pero ¿Pasa algo?

Sonreí falsamente.-¡No, no pasa nada! No te preocupes.

Me quedó viendo por el espejo.-Hmm, no me preocupo entonces..-Dijo sin creerme.-Aprendete la dirección, este sábado quiero que empieces a darle las tutorías de Inglés a mi hija, ¿Vale?

-Si, claro Miguel. Aunque yo ya me la sabía jijiji.-Reí algo pícara.

Suspira y se le notó una sonrisa en sus labios. -Tienes razón.

Siguió conduciendo hasta su apartamento, es realmente hermoso. Yo solo había visto la habitación de Miguel, pero la sala de estar es otro nivel. -Felicidades Miguel, tienes una casa muy hermosa.

El solo se limita a agradecer. Y limpiando un poco algunos juguetes que la niña por accidente había dejado ahí. -Esta niña, no conoce el orden. Espérame un momento ahí.

Me quedé parada en ese lugar, observando a detalle cada rincón de la sala, traté de adentrarme más y encontré la cocina y un delantal de mujer. ¿Supongo que su esposa está aquí no? Dios no vengo formal para conocerla, digo debe ser alguien elegante, ¿no? Busqué un espejo y me vi, arreglé mi cabello que al quitarme la máscara anteriormente me lo había despeinado un poco. En el reflejo del espejo vi a Miguel acercándose más a mí, con una caja de primeros auxilios.

-¿Para qué te arreglas tanto? Te ves ridícula. -Se burló de mí.

-Me arreglo para verme bien para tu esposa, seguramente vives con ella, ¿no? Debe ser muy elegante, no me gustaría verme fea en frente de ella.-Seguí viéndome en el espejo, aunque vi la expresión de Miguel, se tornó aún más seria.

-Ella falleció hace 1 año, por eso decidimos movernos aquí. -Suspiró muy fuerte.

Mi cuerpo se paralizó automáticamente, mi corazón se quebró. Volteé a ver a Miguel.-Oh..Lo siento mucho Miguel, no fue mi intención. -Traté de abrazarlo pero el al instante lo rechazó.

-No pasa nada, de todos modos no lo entenderías. Ven acá, te trataré esa herida en hombro, se ve que sigue sangrando un poco. -Se va a la sala.

-Voy..-Lo seguí. Me senté en el sofá y el se arrodilló enfrente de mi. Desbotone mi camisa de botones. -Espero que no te incomode, es la única manera.

Negó con la cabeza, y se dedico a echarme alcohol en mi herida. -También tienes un moretón muy grande en tu brazo, si que te hizo mucho daño.

-Ujum...

-Oye, no te sientas mal. Eso ya pasó, ni que fuera tu culpa. -Está siendo ¿amable?

-Claro que te entiendo Miguel. Estoy pasando exactamente igual con mi Peter. Hace 3 meses el falleció. -Respiré hondo para no soltar ni una lágrima. -Supongo que es un..tonto evento..

-Canónico.-Continuó mi oración. -Si, yo también me siento muy molesto por eso. Pero debemos seguir, ¿no? Tenemos muchas razones para seguir. Lo siento por lo de Peter.

-No pasa nada. ¡Ick! Eso dolió, ¿Porqué apretaste el morete? -Lo traté de apartar, pero por supuesto que no pude por su musculatura.

-Solo quería ver si dolía.

Ambos nos reímos un poco, parecíamos entendernos un poco mejor.