Entre dos mundos [Kimetsu no Yaiba]

Capítulo 6. Yo te ayudaré a volver

Siento que este capítulo sea un poco más largo pero es que lo veía necesario, bueno, aquí abajo lo tenéis, espero que lo disfrutéis.

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POV Akane

Otra semana había pasado, ya era la tercera semana que estaba en este mundo, en este tiempo pude conocer a otro de los cazadores iniciales, este era el hermano de Sanemi, aunque según este, él no tenía hermanos, era un idiota, pero yo no iba a cambiar algo que lleva mucho tiempo roto, solo hice lo que estaba en mi mano que era llevarme bien con Genya y alejar a Sanemi cuando este se ponía más violento de la cuenta.

Por otra parte Shinobu no había avanzado gran cosa en el brebaje que me ayudase a volver, aún recuerdo la primera vez que desperté en la casa de Rengoku, antes de abrir los ojos algo dentro de mí me decía que todo había sido un mal sueño, pero me equivoqué.

Era cierto que me había integrado muy bien y tanto los pilares como el resto de cazadores me habrían tomado gran cariño, pero aún quería volver, esta no era mi casa. Mis pensamientos fueron parados por la aguda voz de Mitsuri, la cual estaba al lado de Senjuro.

—Hola Akane-chan.

—Hola Mitsuri, ¿necesitas algo?

—Venía para preguntarte si querías ir a dar un paseo y hablar cosas de chicas.

—Jajaja, está bien —me levanté de donde estaba y caminé hacia ambos—.

—Senjuro, si viene Rengoku-senpai dile que a la hora del almuerzo iremos a comer al puesto de ramen donde a él le gusta por si quiere venirse.

—Claro, adiós Akane-san pásalo bien.

—Adiós Senjuro-chan —dije abrazándolo, después fui hasta la puerta y tras ponerme los zapatos me despedí con la mano y salimos de la casa—.

En el paseo me resultaba divertido todo lo que Mitsuri hablaba, parece que Shinobu al ser mucho más callada no podían llegar a tener una conversación de amigas, como la que estábamos teniendo las dos ahora mismo. Era la primera vez que conocía a alguien como Mitsuri, era una chica que ella sola podía hacer todo lo que se propusiera y aún así quería casarse con alguien más fuerte que ella, me contó sobre su relación con Obanai y como Kyo llegó a ser su maestro.

Tan bien no lo estuvimos pasando que cuando nos dimos cuenta ya estaba anocheciendo, salí de la conversación cuando sentí unas manos en mis hombros, me giré y él estaba ahí con su sonrisa de siempre.

—Hola maestro.

—Senjuro, me dijo que habíais salido.

—¿Has cenado?

—Si, me invitaron a cenar las personas que habían pedido que fuera a acabar con el demonio.

—¿Y por qué has venido?, estarás cansado —con mi mirada lo seguí mientras este se sentaba al lado mía—.

—Tranquila, ha habido veces que me he tenido que enfrentar a demonios más fuertes que ese.

—El maestro es super fuerte.

—No lo exageres Kanroji-san.

—¡Ah! —ambos me miraron— ahora que lo recuerdo, Mitsuri-chan, Shinobu ha comenzado a hacer el brebaje para que pueda volver a mi mundo.