Gu Wei lo miro, con un claro gesto de no entender su pregunta. – No, no tengo –dijo, comenzando a caminar, pero fue detenido por Yang Yi. Él comenzó a hacerle preguntas, las cuales apenas fueron contestadas escuetamente o con monosílabos. Rodando los ojos fui hacia ellos, alejando a Yang Yi del doctor Gu, quien parecía un poco incomodo con todas sus preguntas.

Tome su brazo y lo aleje del doctor, dejando que este se alejara un poco de nosotros. –Pero doctor, dígame, ¿cuándo es recomendable para una mujer el tener hijos? – siguió preguntando Yang Yi. Tape su boca con mi mano, volviendo a disculparme con el doctor, quien apenas me dio una mirada. Su rostro estaba sonrosado, y no sabía si era por las preguntas de Yang Yi o por lo que paso hace unas horas.

Prefería pensar que fue por las preguntas.

El director Lin salió de la habitación junto con los doctores, Yang Yi finalmente se calló la boca, ambos nos paramos derechos. El doctor se despidió del director Lin y ambos nos acercamos, nos ordeno ir a casa a descansar ya que Ling no corría ningún peligro, solo debía descansar y esperar que volvieran a revisarla en unas horas.

Cuando el director Lin y Yang Yi se fueron, me quede esperando afuera por un rato, debía revisar la oficina del doctor Gu Wei ahora que tenía la oportunidad. Ya que en su casa no había encontrado nada, buscaría en su oficina. Era el último lugar en el que podía buscar pistas, o posibles pruebas que lo vinculen al caso.

Volví a entrar al hospital, fingiendo que iba a llevarle algo para que Ling no se sintiera tan sola. Camine entre los pasillos, hasta subir adonde esta, al entrar en la habitación ella ya estaba dormida. Deje el peluche junto con las bolsas que le traje junto a la cama, salí lo más silencioso que pude para no despertarla.

En cuanto me cruce con una enfermera, le pregunte cual era la oficina del doctor Gu Wei, ella me dijo que un piso más abajo. Me afirmo que el doctor Gu estaba atendiendo a unos pacientes tres pisos arriba de nosotros, así que debía esperarlo si quería hablar con él.

Le agradecí, caminando rápidamente hacia el ascensor.

Cuando las puertas se abrieron de nuevo comencé a buscar la oficina, leyendo cada placa a los lados de las puertas. Me costó un poco encontrarlo, pero lo hice. Golpee suavemente, esperando que nadie estuviera adentro. No solo el nombre del doctor Gu estaba en la placa, así que seguramente compartía oficina.

Como nadie contesto abrí la puerta, encontrándome la oficina vacía y con las luces apagadas. Entre y cerré sin hacer ruido, vi ambos escritorio alumbrándolos con mi linterna, encontrando en seguida la placa que decía: Dr. Gu Wei.

Me acerque rápidamente, revisando los papeles sobre el escritorio, luego los cajones y los archiveros, tratando de encontrar algo. Trataba de ser lo más rápido que pudiera, ya habían pasado diez minutos y aun no encontraba nada. Revise de arriba a abajo la computadora, archivo por archivo, expediente por expediente, no había nada sospechoso; ingrese a los expedientes de pacientes no encontrando nada relevante.

Pasados veinte minutos me di por vencido, ya había revisado los cajones, los archivos, la computadora y no había nada incriminatorio, o que lo vinculara al caso de las capsulas amarillas o de la fabricación de drogas. Exhale sonoramente, dejando todo como estaba.

Salí antes de que alguien me notara y volví con Ling.

Ella seguía dormida cuando entre a la habitación, así que solo deje un beso en su frente, acomode uno de esos peluches que tanto le gustan a su lado y salí de allí. En mi caminata a la salida me encontré con el doctor Gu, quien me miro con una clara pregunta en su rostro. – Buenas noches –dije.

Miro su reloj antes de volver a dirigir su mirada a mí. –Ya no es horario de visitas, oficial –dijo, con una ceja alzada. Sabía que debía estar pensando, o al menos lo imaginaba, ya que se supone que yo me había ido hace horas y ahora estaba allí de nuevo.

ᴸᵒ ⁱⁿᵉᵛⁱᵗᵃᵇˡᵉ - [ChenWei]Where stories live. Discover now