Una nueva etapa

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Martes 04 de octubre, 4:00PM

Bip Bip Bip

Apago la alarma, llegó el día, el día donde toda mi vida va a cambiar por completo.

No quiero levantarme de la cama, tengo miedo, estoy nerviosa, triste, pero no debería estar así, cualquier persona quisiera estar en mi lugar, para crecer tanto personalmente como laboral.

No quiero dejar nada atrás, no quiero decir adiós a mi familia, mi pareja a mi hogar. Sé que lo que siento ahora son inseguridades, miedos, y que una vez que este en Irlanda estaré mas tranquila.

Tengo que comenzar a pensar en positivo, al fin y al cabo yo acepté ir a Irlanda a trabajar, y en ese momento me sentí feliz, orgullosa de tener la oportunidad de trabajar en otro país. Cuando lo comenté a mi familia y pareja sintieron lo mismo,  y saber que me apoyan es más fácil seguir adelante.

Me levanto, observo la habitación: dos maletas en la puerta, ropa esparcida por el suelo, todo un caos. Debí ordenar un poco la habitación para que quedase ordenado, pero no tuve tiempo estos días, tuve muchas despedidas con amigos y familiares, aunque tampoco es excusa.

Escucho a mis padres, ya están despiertos, no se si habrán podido dormir algo, al menos mi madre, que está más nerviosa que yo.

Voy a vestirme rápido, echaré de menos mi ropa, allí solo hace frío, no me disgusta en invierno, pero si en verano. Escucho mi madre acercarse a la habitación.

- ¿Ya estás despierta? - Me pregunta mi madre asomada por la puerta.
- Si, estoy mirando que puedo ponerme, me gusta ir cómoda en los aviones. - Dije mientras rebuscaba ropa en el armario.
- Ponte un chandal, luego si tienes frio en el avión ponte por encima la chaqueta.

Miré por encima a ver si veía cualquier pantalón de chandal, y alguna camiseta básica.

- Anda hija, tienes el armario echo un cristo, lo podías haber ordenado antes de irte, igual que la habitación... - Dice mi padre desde la puerta.
-Buenos días papá a ti también -Dije mientras cogía una camiseta blanca básica.
- Nosotros no vamos a ordenarte nada, que lo tengas en cuenta. Cuando vuelvas seguirá así de chapuza.
- Me parece correcto, ahora por favor cierra la puerta que me voy a vestir.

Como voy a echar de menos pelearme con mi padre, bueno no son peleas, únicamente como somos iguales, literalmente, siempre hay pequeñas discusiones, así nos queremos entre nosotros.

Bueno, ya estoy lista, tengo que revisar todo por última vez. Voy a revisar las notas del movil:
- Electrónico: Ordenador, iPad, cargadores...
- Ropa
- Cosméticos, peine...
- Pasaporte, billetes...
Todo en orden, lo importante está en las maletas y mochila, igualmente si algo se me olvida puedo comprarlo allí.

Salgo de la habitación y veo a mis padres tomando un café, a mi de buena mañana y con los nervios café mucho no me apetece, tomaré un zumo y alguna galleta.

Recibo un mensaje de mi pareja, esta en dirección al aeropuerto. Se lo comento a mis padres y nos dirigimos al aeropuerto también.

Miro a través de la ventana, como si fuera a ver esta maravillosa ciudad por última vez, no me voy a morir pero quien sabe, lo que puede ser un contrato de seis meses puede alargarse a un año o más.

Llegamos al aeropuerto, me empiezo a encontrar mal, los nervios y la ansiedad pueden conmigo, tengo muchas ganas de llorar, el estomago revuelto. Veo a mi pareja de lejos, le veo sonreír, en su mirada se puede ver que está emocionado, orgulloso, feliz. Le sonrío y le abrazo, ya no aguanto mis emociones y comienzo a llorar.

- Hey, pero no llores - Dice Mateo mientras me separa de él - No llores, mírame.
- Pero amor... -Dije entre lágrimas.
- Escúchame bien ¿si? - Me agarra de la cara- Eres fuerte, inteligente, cuando llegues ahí te vas a comer el mundo, no estés nerviosa, no te preocupes por nada, aquí vamos a estar todos bien, vamos hablar todos los días, si tienes algún problema aquí estamos, pero sola no estás, vas hacer amigos muy rápido.
- Ya... -Dije en voz baja

Mire a mis padres, estaban los dos emocionados, los abrazo, mi madre comienza a llorar, yo también.
- Bueno, esto comienza a parecerse a un velatorio, aquí todos llorando -Dice mi padre entre risas.

Me acompañan dentro del aeropuerto, facturo la maleta, ahora si llega el momento de despedirse.
-Te quiero mucho, lo sabes, no tengas miedo de nada, cualquier cosa que tengas en mente, cuéntamela. - Me besa - Eres la mejor.
- Yo también te quiero, ya sabes que siempre te cuento todo, aunque tardes horas en contestar - Me rio - Espero que pase el tiempo super rápido.

Abrazo a mis padres.
-Ya comenzamos con el velatorio de nuevo -Dice mi padre entre lagrimas.
- Cállate hombre -Dice mi madre de broma.
- Os quiero mucho, cualquier cosa me vais contando, aunque sean tonterías, que tenéis la manía de no contarme nada y luego pasan cosas graves.

Me despido de ellos, cojo la maleta pequeña y la mochila y me dirijo hacia la cola para pasar la prueba de seguridad. Les miro de lejos, no se que voy hacer sin ellos, yo no estoy acostumbrada a vivir sola, ni estar sola, y menos en otro país.

Paso las pruebas del control, miro la pantalla, Puerta de embarque Y45. Voy a mirar las tiendas para hacer un poco de tiempo.

Señores pasajeros, con destino a Dublin, diríjanse a la puerta de embarque número Y45.

Bueno Julia, desde aquí empieza nuestra nueva historia.

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