05.

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Durante las siguientes tres semanas no había pasado mucho, su amistad seguía creciendo y comenzaron a tener costumbres compartidas.

Como ver una películas juntos los sábados ó los domingos con palomitas caseras que ambos se turnaban para hacer.

Solían ir a la cafetería de la universidad la mayoría de las tardes, juntos, al menos que uno no tuviera mucha tarea.

Zhang Hao solía notar las miradas raras que recibían cuando andaban juntos y en un principio creyó que era por ser dos chicos.

—Que mierda, cada idiota que pasa nos mira —soltó Hao molesto—. Dios, ni que estuviéramos caminando de la mano ó que te estuviera comiendo la boca en cada maldito rincón.

Hanbin se ahogó con su bebida, tosiendo de forma desesperada con el rostro rojo volvió a mirarlo.

—¡Hao! No digas eso... —reprochó sonando avergonzado. Zhang Hao solo rió.

—Lo siento, Hanbin... Pero, qué quieres que diga, soy bi —se encogió de hombros—. Deben saberlo.

—Tal como saben que soy gay.

—¿Eres gay? —Hao actuó con gran sorpresa.

—Ja ja ja... Que gracioso —Hanbin lo miró frunciendo el ceño y su nariz ligeramente, luciendo adorable—. Te miran porque es raro que alguien este con el "loco del campus."

—¿Quién?

—Yo, Zhang Hao... —dijo en un tono obvio y cansado—. También deben estar sorprendidos que este fuera de mi cuarto...

—Tienes todo el derecho de salir y andar por ahí, no tienes que estar encerrado en ese cuarto todo el día.

—Claro, debería estar encerrado en un hospital psiquiátrico.

Zhang Hao lo miró algo molesto, pero Hanbin hablaba completamente en serio y no se retractó.

—¿Por qué dices eso?

—Porque me lo han dicho —suspiro pesado—. Pero esta bien... Así es la vida, supongo.

—Hey —se inclinó hacia el coreano, los pequeños ojitos oscuros del pálido lo miraron cargados de un brillo, luciendo bonitos—. Hanbin, eres un excelente compañero, muy inteligente y capaz, eres fuerte y mucho mejor en varios aspectos, que toda esa gente que te crítica, sin conocer ninguna pizca de lo que eres. No pienses lo que un montón de idiotas creen, porque tú vales mucho más que eso, no le des lugar a esas críticas sin argumentos y no desperdicies tus energías en algo tan estúpido —dejó un par de mimos en su cabello, acomodo uno de sus mechones detrás de su oreja—. ¿Entiendes?

Hanbin asintió totalmente embobado con tener a Hao tan cerca, sus gorditas mejillas estaban ligeramente rojas y creía que había dejado de respirar.

En cuanto se apartó suspiro sintiendo su corazón agitado, llevo una de sus manitos al pecho.

Zhang Hao rió porque le resultó adorable.

—¿Nos vamos? —preguntó el chino y tomó su mano sin dudarlo. Hanbin se quedó mirando estas por unos segundos—. ¿Puedo?

El coreano solo asintió demasiado embobado por sostener la mano de Hao.

Regresaron al cuarto y el chino no dejaba de sostener su mano, Hanbin solo podía mirarla sin decir nada, al mayor le parecía ciertamente divertido.

—¿Te molesta? —preguntó de la nada y Hanbin solo negó—. ¿Eres Bing Bing? Te quedaste muy callado.

—No, no... Soy yo —respondió y sonrió un poco—. Es que...

𝗧𝗵𝗲 𝗔𝗹𝘁𝗲𝗿𝘀★ haobinWhere stories live. Discover now