3. El pianista con rostro

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James no sale de su habitación en tres días y sus amigos ya están preocupados. La excusa del gryffindor es que se encuentra enfermo, que pronto se recuperara, pero a dos semanas de las vacaciones de invierno y el que el castaño se haya perdido ya dos entrenamientos de quidditch es mucho para sus tres compañeros de cuarto.

― ¿Qué crees que le sucede?

Murmura Peter en voz baja. A sus costados sus dos amigos alzan los hombros.

― No lo sé, pero eso de que está enfermo no me lo creo ya.

Remus, al otro lado del rubio deja salir un suave sonido de afirmación: ― Si, yo tampoco. James no es de los que se enferman y se dejan caer sobre la cama.

― Odia eso.

Opina Peter haciendo una mueca, recordando las pocas veces que su amigo moreno ha estado enfermo, evita a toda costa quedarse en cama todo el día, dice que eso solo lo empeora así que trata de estar moviéndose constantemente.

― Y bueno, que en realidad si pudo estar enfermo, listo, pero ¿tres días? Jumm, no.

Sigue hablando Sirius, sus brazos cruzados sobre su pecho y con el cabello largo cayendo alrededor de su rostro, lo único que impide que los rulos negros estén sobre sus ojos son unas pequeñas horquillas plateadas con unas estrellas en uno de sus extremos. Mary y Lily les dieron esas en su cumpleaños.

― ¿Sabes que es lo más extraño? ― el rubio y el pelinegro giran a ver a su amigo castaño. Sirius inclinándose sobre Peter ― Que está así desde que llegó de esa... reunión o lo que sea que tuvo con Regulus, cuando tu hermano le iba a ayudar con lo del pianista.

Finaliza dirigiéndose al Black quien abre sus ojos y empieza a mover su cabeza, dándole razón a Remus.

― Por Merlín, es cierto, no lo había pensado.

― ¿Creen que su estado tenga que ver con esa obsesión con el pianista?

― Es lo más probable, porque hasta desistió de su búsqueda y estaba muy metido en ella.

Sirius escucha hablar en murmullos a sus amigos mientras sus ojos viajan por el dosel que rodea la litera de James. Sabe que su amigo esta allí y puede que los este escuchando, pero no le interesa, hasta le parece bien que lo haga porque así al menos tendrá la decencia de dirigirles la palabra así sea para callarlos.

Con lo ultimo dicho por Remus, en la mente del Black mayor solo aparece su hermano menor y que, aunque lo ha visto los últimos días durante las comidas y en algunos pasillos, se ve diferente, el brillo que había adquirido en los últimos meses ha desaparecido y ahora Sirius solo ve al mismo Regulus Black que vivía en grimmauld place, donde lo único que hacía era comer y leer.

Sabe que sucedió algo, ahora que lo piensa bien, comprende que la actitud de ambos empezó luego de ese encuentro y él se encarga de descubrirlo porque se niega a seguir viendo a su mejor amigo y su hermanito en ese estado deplorable en el que se encuentran.

― Tengo que salir.

Con un movimiento de varita atrae sus zapatos hacia sus pies y con otro se los pone. Se coloca de pie bajo la atenta mirada de sus amigos y empieza a caminar hacia la salida.

― ¿Sirius?

― Ya regreso. ― sonríe un poco viendo sobre su hombros ― Moony, worms, traten de sacar a James de ahí, ¡así sea con hechizos!

Grita dirigiendo hacia la cama de su amigo con la esperanza que lo este escuchando.

― ¿Qué harás tú?

Melodía de Amor: En busca del pianista sin rostroWhere stories live. Discover now