Alicia es una chica insegura y tímida, que lleva más de seis años enamorada de su mejor amigo. Pero nunca se lo dijo ya que, sus miedos e inseguridades se lo impiden. Así que decide empezar terapia para sanar sus heridas internas y encontrar el v...
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Alicia.
Histérica, histérica es poco para describir el estado en el que me encontraba. Llegue sin aire y sudorosa a casa, después de correr casi siete kilómetros.
No solo había besado a mi mejor amigo, sino que tuve el coraje de decirle que me gusta.
Si eres bien pendeja.
Me metí al baño, debajo del agua fría. Intentaba que mi cabeza dejara de pensar en ese beso, en sus manos, en su abrazo en la forma que me sujeto.
Y en lo que dijo "Sino lo hacías vos, lo iba a hacer yo." Eso quiere decir que también quería besarme, es que no sé qué es lo que decía en broma y que no.
¿Por qué no solo hablo seriamente? Dios.
Salgo del baño y voy a mi habitación. Me acuesto desnuda con mi celular, para mandarle un mensaje Vico y decirle que si puede venir más temprano ella así nos cambiamos y le cuento lo que sucedió.
Ella no pudo esperar, me dijo que en diez minutos estaba en mi casa. Sinceramente ella ama el chisme.
Fui rápidamente a cambiarme, me puse mi ropa interior y un vestido suelto. Ya que todavía son las ocho, falta tiempo para empezar a cambiarnos.
Tenía un mensaje de Genaro sin leer que decía "Más rápida que el corre camino", que se supone que respondo a eso.
Aunque le doy puntos por hacer como si no hubiera dicho eso. Pero quiero matarme yo y mis locas ideas.
Gracias a mis ideas, lo besaste.
Aunque hubiera querido besarlo con más intensidad, pero al mismo tiempo estaba algo insegura de que él quisiera.
Aunque quisiera seguir torturándome con mis pensamientos, no pude hacerlo, porque exactamente en diez minutos Vico, con el pelo mojado y un gran bolso, entraba por la puerta de mi dormitorio.
— ¿Qué paso? — dejo el bolso en el piso y saco el secador. — Cuenta, cuenta.
Procedo a contarle todo, mientras le seco el pelo y de paso se lo plancho. Mientras le voy contado Vico no me dice nada, solo escucha pacientemente. Cuando llego a la parte del beso ella suelta un grito, haciendo que sin querer le queme la oreja. Ella promete no exaltarse más. Comienzo a hacerle una trenza que ella me pidió, mientras termino de decirle todo lo que paso.
Cuando ya deje la planchita y el secador y su cabello quedo perfecto. Se dio vuelta y me miro con cara de enojo.
— ¿Te fuiste sin esperar una respuesta? — cuestiona enojada.
