— Si, me gusta tu método de arreglo— admito con una sonrisa pícara — No me siento en amistad, deberías intentarlo de vuelta. Digo, porque con ese beso somos conocidos, uno o tres más capaz nos haga de vuelta mejores amigos — como dicen por ahí, entre broma y broma la verdad se asoma.

La cara de Alicia es un poema, no sabía si le estaba tomando el pelo o le decía la verdad. Pero apretaba mi mano con fuerza.

Si ella pudiera leer mi mente, seguramente sería un sinfín de muñecos amarillos corriendo por todos lados gritando feliz.

Si, ya sabemos que estas demente. Pero no hagas eso comentarios en voz alta.

— Creo que mejor nos quedamos como conocido — dice al fin. Espero que intente seguirme el juego de las bromas, porque si eso no es broma me estaría destruyendo el corazón.

Me acerco a ella, haciendo que mi nariz toque la suya.

— Yo quiero que seamos mejores amigos — dije.

— Yo igual — ella movió su nariz sobre la mía y luego se alejó —. Pero no podemos besarnos, eso no hacen los amigos.

Intento no sentirme rechazado, pero acepto lo que dice. No quiere más besos, no se los daré.... A menos que los pida.

— Esta bien, seamos mejores amigos de vuelta. Pero no más besos.

Ambos nos quedamos en silencio. Mi pulgar acariciaba el dorso de su mano, iba a decir algo cuando veo que la pantalla de su celular se enciende. El nombre de Kai aparece en la pantalla.

Miro el nombre con curiosidad. Ella se tensa, agarra el celular y contesta.

— Hola ¿Qué onda? — la miro entrecerrando los ojos. Ella evita mi mirada, lo que me hace ponerme alerta. — ¿Esta noche? Y hablaste con Vico — ella parecía confundida. — Puede ser, pero estoy en medio de una charla.

Ah mejor, si corta con ese tal Kai. ¿Quién se llama Kai hoy en día? No me agrada.

Y lo peor de todo ¿Qué es Kai? ¿Quién es?

O ¿Por qué es Kai?

Por qué tendrías ese nombre tan feo.

Padres con mal gusto.

Seguramente.

— Estoy con Gena, ya lo invite — dice ella por teléfono, esta vez me mira —. Si nos arreglamos o algo así. No sé si quiero entrar en detalles — eso ultimo lo murmura mirándome.

Bien, ese tal Kai me conoce. ¿Quién será?

Como veo que sigue hablando, agarro la mano que todavía esta entrelazada con la mía y la tiro encima de mí. Ella suelta un gritito de sorpresa.

— No, no pasó nada. Solo es el idiota asustando me — pensé que se iba a correr. Pero se acomodó mejor, poniendo su espalda en mi pecho. Pase mi brazo por encima de ella abrazándola.

Ella entrelazo su mano libre con la mía. No me podía quejar, me encantaba tenerla así. Antes no me dejaba, no le gustaba que la abrazara así. Solo avecés y muchas de esas veces era llorando.

Así que voy a aprovechar cada segundo mientras hace su llamada. Aunque quiero saber quién es ese tipo y a donde me invito. Me concentro el rico olor de su cabello, el cual corro con delicadeza. Dejando su cuello descubierto, me muero por besarlo.

Pero no, ya que me dijo que no besos. Así que hasta que ella me lo pida. Ojala sea ahora.

Como vi que llamada era para rato. Comencé a procesar la charla que tuvimos antes. Terapia, ella había ido a terapia para cambiar.

No vales la pena, lo vales todo.Where stories live. Discover now