xiii.

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Después de aquella plática con Millicent, la relación entre todos había mejorado bastante.

Todos salíamos a desayunar juntos y caminábamos a cada clase de la misma manera.

A veces exceptuando a las niñas, ya que había ocasiones donde se entretenían en sus cosas o querían ir a darse una vuelta por el patio para ver si encontraban algo interesante.

El fin de semana había tenido una gran conversación con Theodore Nott, que fácilmente podía decir, era una Hermione pero en hombre.

Muy elegante y sofisticado, le gustaba tener todo controlado y siempre cargar con él un libro, incluso si no lo leía.

Era muy callado y pasaba desapercibido en un grupo grande.

Quizás tenía unos parecidos con Draco, pero la realidad es que eran muy distintos a su manera.

Draco era más extravagante, expresaba sus emociones con más facilidad y más...niño, por así decirlo.

Si hablamos de Blaise, bueno, él era todo lo que Draco y Theodore no.

Blaise gritaba sin pudor, definitivamente no guardaba ni una pizca de elegancia. Dejaba las cosas tiradas por todos lados, y era Theo quien se encargaba de recogerlas.

Crabbe y Goyle... bueno, antes creía que eran dos idiotas que no sabían ni deletrear la palabra hola.

Ahora, lo sigo pensando, pero con palabras más difíciles.

Eran tontos, claro que lo eran, pero astutos a su manera, era muy extraño tener una conversación larga con ambos, ya que siempre iban pegados como uña y mugre, murmurándose entre ellos.

Y durante la semana pude preguntar al fin una duda que siempre me rondó por la cabeza.

—Draco, ¿por qué siempre los llevas a todos lados contigo y no a Blaise o a Theodore?

—Por lo muy obvio, Harry—respondió—. Míralos, alguien no se metería con dos cuerpos tan grandes, son fáciles de manipular y están dispuestos a hacer lo que les diga. Blaise y Theodore no lo harían ni en un millón de años.

Me sorprendió la facilidad con la que respondió, como si no fue la gran cosa.

Sin embargo, te acostumbrabas a su presencia silenciosa.

Nunca me imagine que estaría en esta situación, conviviendo con un Draco Malfoy completamente distinto al que conocí en mi pasado.

Tampoco me imagine convivir con todos los Slytherin.

Sin duda mi mayor sorpresa fue Pansy, la chica era igual a Blaise, demasiado extrovertida y gritona. Las únicas dos cosas que los diferenciaban, era que Pansy era más ordenada, y que Blaise era más cerrado con la gente que no conocía, lo contrario a Pansy.

Daphne sin duda era la más tímida de todo el grupo, siempre hacía cada acción con mucha vergüenza, como si algo estuviera mal, pero poco a poco se empezaba a desenvolver.

Millicent era demasiado brusca, y una de las cosas que más admiraba de ella, era que si tenía algo para decirte, te lo iba a decir sin pelos en la lengua.

A muchos podía no gustarte su honestidad, pero yo lo encontraba como una virtud.

Todos tenían su propia personalidad, una que en mi pasado no había podido ver por mi ignorancia, creyendo que todos eran malvados.

Pero la realidad era otra, y estaba bastante feliz de ser parte de esta.

Durante la semana siguiente, el jueves, en su pizarra de anuncios de su sala común, apareció una notica que hizo a la mayoría de ellos soltar un grito de felicidad.

Remedio - DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora