Capítulo 7 - Tú no tienes huevos

Beginne am Anfang
                                    

—¿Por qué?— pregunto ingenua.

—No me corresponde decírtelo y después de todo se supone que no hablas con traidores— dijo esto último algo triste pues le dolía que Laila lo llamara así aunque sabía que también se lo merecía, dio por terminada esa discusión y subió a su auto.

—Creo que ya entendí mejor— hablo Mack llamando la atención de la Toretto. —El es tu ex novio, el que te ayudo a superar a tu otro ex novio, ay no que cosas.

—Ay cállate, Mack— le dio un manotazo, pues aunque eso era verdad era algo vergonzoso.

—Yo solo decía.

Por otro lado Brian ya se estaba dirigiendo hacia la salida, pero aún seguía viendo a Laila y a Mack por el espejo retrovisor.

—¿Qué tiene ese que no tenga yo?— dijo para si mismo molesto, aunque las personas que estaban cerca lo escucharon.

—A la chica— se burló Dwight.

—Idiota....— mascullo.

Brian solo rió con molestia y aguantando las ganas de golpearlo a Dwight, pues si bien desde que llegó lo ha estado molestando y ahora diciéndole que Mack tenía a Laila y el no lo molestaba aún más aunque el ni siquiera supiera quiénes eran ellos. Pero al menos consiguió hacer un plan mejor para vengarse de Dwight y que también lograría beneficiarlo pues Dwight era uno de los conductores de Braga así que si lo sacaba del camino podía ocupar su puesto.

[....]

Dwight se encontraba en su casa pasando el tiempo con algunas mujeres, estaba tan divertido que ni siquiera se daba cuenta que su casa estaba rodeada por el FBI el cual estaba apunto de entrar. Solo se dió cuenta hasta que golpearon o tiraron la puerta de su habitación.

—¡FBI, FBI!

Los hombres se acercaron a dónde estaba Dwight. —Pero yo no hice nada malo— decía mientras los oficiales lo esposaban y las chicas salían del lugar. —¡Chicas, chicas! ¿A dónde van?

—¡Adiós Dwight!— grito una de ellas.

—¿Cuál es el cargo— pregunto al momento en que apretaban más las esposas y grito de dolor.

—Quedas arrestado por vender metanfetamina.

—Dwight jamás ha tocado esa cosa— declaró.

—Dwight ya la tocó— afirmó el oficial rubio acercando la droga hasta que el nombrado la tocará.

—¡Eso no es mío!— grito mientras algunos oficiales lo sacaban. —¡Sueltenme!

—No nos van a creer nunca, lo sabes— hablo uno de sus compañeros.

—Eso ya no importa— sonrió el rubio.





[....]





—Entonces quieres ver a tu hermana, ¿Cierto?— le pregunto Mack a Laila.

—Claro que la quiero ver, es mi hermana, pero si la policía se entera van a saber que estoy aquí y van a seguir buscando me— explico la castaña. —Sabes que dejaron de buscarme pensando que estaba muerta.

—Lo sé, pero si no la ves no sabes si podrás hacerlo después— prosiguió el chico.

—Pero...— no puedo terminar porque Mack la interrumpió.

—Pero si no lo haces tal vez te arrepientas, te conté lo que me pasó y me arrepentí y lo sigo haciendo, daría lo que sea por volver a ver a mi familia una vez más, Laila— declaró su amigo, pues Laila conocía muy bien lo que había pasado Mack y la razón por la que llegó a Japón al igual que ella.

This is my homeWo Geschichten leben. Entdecke jetzt