Requisito 18: Los amigos no se deberían dormir en la misma cama.

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La mano de Killiam tocó mi piel con una sola advertencia: hacerme perder la cabeza con sus simples y delicados toques.

Desde el primer momento en el que el chofer emprendió el viaje de regreso al hotel, sus manos se colaron en diferentes partes de mi cuerpo; su mano derecha descendió con parsimonia hasta el botón de mis pantalones, mientras que la izquierda retiraba solo un poco la tira de mi blusa, haciendo espacio suficiente para que sus labios besaran la base de mi hombro y mi cuello.

—Killiam... —tartamudeó en medio de las olas de placer que me dejaban sus caricias pero al mismo tiempo recordando que no estábamos solos dentro del coche.

El nombrado hizo un gesto de silencio con su mirada oscura y regresó su atención a la tortura de sus manos sobre mi hasta alcanzar mi centro e introducir uno de sus dedos dentro de mis bragas un poco húmedas,

La ligera presión de su dedo medio en ese lugar prohibido dejó mi respiración atascada hasta el punto de abrir un poco más las piernas para recibir su dedo que realizaba pequeños círculos que me volvían loca.

¡Santos calzones húmedos!

Estaba tan concentrada en sus caricias que tuve que tapar mi boca para que no se escuchara el gemido que clamaba por salir de mi pecho. No podía perder la cordura, no cuando lo veo sacar sus manos de inmediato y chupar sus dedos frente a mis narices, como si de un caramelo se tratase.

Atónita era poco.

—¿Puedes caminar nena? —preguntó pegando sus labios a mi oreja.

Que hiciera tal cuestionamiento de forma liviana solo me hizo temblar al intentar dar al menos un solo paso fuera del automóvil. Traté de avanzar derecha hasta el elevador, con Killiam a un costado como si nada. Esta noche ambos haríamos lo que fuese necesario para cumplir con una parte anteriormente suprimida en nuestra lista de requisitos.

Al abrir la puerta de la suite nos encontramos de frente con la oscuridad del living, cosa que no importó demasiado; en el interior había fuego en forma de lava, fuego que gritaba por salir y adueñarse de los dos. Dejamos nuestros abrigos sobre una de las sillas y sin esperar un segundo más Killiam se pegó a mi cuerpo en completo silencio.

—Soy todo tuyo Teira —dijo sin tapujos, usando de nuevo sus manos para acariciar mi piel erizada por sus palabras.

«Es hora de tomar el control» me dije a mí misma, llevada por el deseo que los dos desprendíamos.

—Mi amor... —susurré, deseosa por tenerlo solo para mi. Dejé que apartara mi cabello para besar la base de mi cuello, ahí justo en el lugar donde la respiración se acelera.

—-¿Qué quieres que haga, mi nena? —-Preguntó, siendo su voz un tanto profunda y sensual. Podía sentir sus labios sonrientes sobre mi piel caliente.

Me despegué lo justo para girar entre sus brazos y desnudarme ante su atenta mirada. A tientas llegué a una de las mesas de la suite, haciendo algo que me hizo sentir poderosamente sexy.

—Te quiero a ti... aquí —señalé mi centro, abriendo mis piernas de par en par, entregando todo de mí en ese minuto de calor.

Ahí mismo en el lobby de la suite Killiam Hastings caminó en mi dirección y solo se detuvo a coger una de las flores que el hotel nos regaló a forma de bienvenida. Con uno de los petalos empezó su tortura previa al desenlace de pasión, logrando que la ansiedad de sumergirme en aquella noche de placer, creciera . Su toque se hizo sentir a través de aquel pétalo blanco, generando sensaciones que a cualquier mujer volvería loca de la desesperación, estaba jugando con mi intimidad de una forma que debería ser ilegal.

Se Busca Novia Falsa Requisito: Ser Mi Mejor Amiga(Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora