Sentimiento Reencontrados

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—Y yo nunca he negado que tú siempre fuiste mi musa —sonrió y eso me entusiasmó.

Le tomé una foto en la que la luz que entraba por el balcón, la iluminaba de forma tenue gracias a la cortina que cubría las puertas dobles con cristales. Puertas de estilo francés que son perfectas para regular la entrada de luz.

Tomé varias fotos y me detuve a examinarlas. Bueno. En realidad, no examinaba nada, solo pasaba el dedo por sobre la pantalla de la cámara, tratando de ganar valor para hablar de eso que quería desde que la vi.

Y cuál fue mi sorpresa cuando al mismo momento en que yo me decido, ella también habla. Pero más sorpresivo fue que lo dijimos.

—Quisiera pedirte perdón —lo dijimos a la misma vez.

Y luego de superar esa sorpresa, me di cuenta de que no entendía cuál era la razón para que ella se disculpara.

—Un momento —me apresuré a decir —. ¿Por qué me pides perdón? Fui yo quien te falló.

—Y fui yo —replicó lamentada —. Quien dejó que su ego fuera más fuerte, que lo que sentía.

—Tuviste tus motivos. Yo... en serio debí...

—No tenías motivos para pensar que la chica que te tocaba no fuera yo.

—¿Vamos a discutir quién tiene más culpa?

—Ya no tiene sentido; ¿verdad? ­—dijo en medio de risita nerviosa —. Al final, todo fue una cruel broma de Karen.

Me reí un momento.

—¿Te quieres reír? —dije de pronto —. Esta entrevista y fotos son para su revista.

—Lo sé —respondió —. Lo que no sabía era que tú serías el fotógrafo.

Volvió al sofá, apoyó sus codos sobre el mullido brazo y dejó descansar su mentón en sus manos con una sonrisa tierna en sus labios. Era claramente una pose, que pedía una foto.

 Era claramente una pose, que pedía una foto

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Loryann

Alex me tomaba fotos con mucho profesionalismo. Sin embargo, a través de la fría lente de su cámara, podía sentir el calor de su mirada como en nuestro tiempo juntos. Para mí era claro que se preparaba para decirme algo más. Algo que llevaba guardado en él.

—Estás hermosa —dijo, y luego de un breve silencio añadió—: ¿Me aceptarías una invitación a pasear?

—¿Pasear? —pregunté extrañada.

—Sí. Quisiera tener más tiempo para hablar.

Supongo que se lo debía. Mi renuencia a hablarle en aquel tiempo, dejó cosas pendientes.

—Alex. Yo sí tengo algo que decirte.

—Y algo me dice que no deseo escucharlo.

—Déjame cambiarme y saldremos a pasear.

—De acuerdo.

Media hora después caminábamos por el borde del Sena con una fresca, aunque algo fría brisa soplando suave y constante. Me era difícil controlar mi cabello así. Varias parejas se cruzaron con nosotros y a lo lejos, podía verse la Torre Eiffel, iluminada por completo; rodeada de las miles de luces que le dan su mote a la ciudad luz. Salimos para conversar, pero entre nosotros el silencio se asentó, como una sábana protectora de la realidad actual en nuestras vidas; porque él no quería ser lastimado y yo no quería lastimarlo.

Gracias a Dios que al final, su impulsivo carácter le ganó.

—Dímelo de una vez —dijo él de pronto y la sábana se rajó —. Estás con alguien.

Mientras camino manteniéndome a su paso, suspiré y solté lo que debía decir. Se lo debía.

—Estoy... comenzando con alguien —juro que solo traté de suavizar las cosas.

—Eso es... —se metió las manos a los bolsillos y se detuvo —, bueno. Los comienzos son buenos.

—Vamos Alex —comenté con algo de sorna para calmar los ánimos —. ¿No me digas que no has estado con ninguna mujer después de mí?

Soltó una risita nerviosa.

—Para serte franco. He estado con varias —respondió.

—Y supongo que muy bonitas —repliqué con burla y más calmada.

—¡Oh, sí! Muy bonitas —respondió sonriendo y con algo de soberbia.

Entonces me tomó de la mano y la envolvió entre las suyas. Su mirada se veía tierna y en su sonrisa de complacencia, pude notar que se preparaba para decir algo.

—Pero ninguna era tú.

Soltó mi mano, y comenzó a caminar lento. Por un momento me quedé muy quieta viendo cómo se alejaba. Sentí mi corazón se estrujarse y sí; fui tras él.

—No me hagas esto, Alex —reclamé preocupada —. No me hagas sentir más culpable.

—No pretendo hacerte sentir culpable. Solo necesito tiempo para superar lo que creía haber superado, hasta el momento en que supe que te volvería a ver.

—Lo que vivimos fue muy hermoso —repliqué —, y lo guardo en mi corazón. Pero tenía que seguir adelante.

—Sí lo sé. Es difícil no saberlo —contestó señalando uno de los posters de promoción del evento de modelaje en el que yo aparezco.

—También seguiste adelante, no lo niegues.

—¿Tomando fotos de ciudades para entusiasmar a los viajeros? Sí. Y en cada una de ellas, esperaba encontrarte.

—Comprende que, no puedes reaparecer en mi vida de la nada y, esperar que retomemos una relación de colegio.

—Lo entiendo, lo entiendo —replicó decepcionado —. Pero por más que lo niegue, no he podido superar el hecho de que todavía te amo. Te fuiste, te alejaste sin ayudarme a darle un final.

Me quedé callada. No podía responder a eso porque por mucho tiempo, yo también me sentí igual. Con la presión de mi madre y la frustración de lo que había sucedido, me volví fría y deseosa a la vez, de verme triunfando solamente en el mundo del modelaje. Pero si salí de ese círculo, no fue por él, sino por James. Y tenía que decírselo; tenía que hacerle saber a Alex que mi corazón ya no lo amaba como antes, pero que le guardaba un cariño muy especial.

Estuve a punto de hablar, pero no sé qué me pasó. Solo sentía la presión en mis labios y por más que no quisiera, me odio, porque correspondí. Nos besamos con la pasión de aquel entonces y todos mis recuerdos se centraron en él. Sin embargo, una vez nuestros labios se separaron, no tuve el valor de mirarme en sus ojos como antes.

—Alex —comencé a decir con la mirada fija en el suelo —. Lamento esto, no quiero lastimarte.

—No lo hagas —replicó suplicante.

Intentó volverme a besar, pero le detuve.

—Querías un final —dije esta vez mirando a su rostro, aunque fui incapaz de verlo a los ojos —. Alex. Hemos terminado. Sigue con tu vida.

Sin decir más, me alejé hacia el hotel y él no me detuvo, pero sentía el peso de su mirada y solo me concentré en llegar a mi habitación y tomarme toda una botella entera de vino.


Ladrón de Besos(Completa)Where stories live. Discover now