Una relación falsa (IronStrange AU)

12

—Anoche... me pelee con mi papá.

Stephen dejo el trapo que sostenía en su mano para fijar toda su atención en él, mirándolo con ojos grandes, ahora su inusual comportamiento cobra sentido.

—Yo...—continuó—, solo no quería estar más ahí, en "casa" y... tú... me gusta estar contigo, me haces sentir bien.

No podía creer que alguien tan popular y querido como él, que tiene muchos amigos y por ende, muchos lugares a donde ir lo eligiera a él entre tantas opciones, tal vez esta muy desesperado. No se permitió ahondar en ello al ver el gesto afligido del chico. Ni siquiera lo pensó, sencillamente se acercó a él y lo envolvió con sus brazos esparciendo un poco de su aroma para reconfortarlo. Tony le devolvió el abrazo hundiendo el rostro en su pecho hasta que, pareciendo reaccionar, se apartó luciendo avergonzado.

—Perdón... yo... ni siquiera sé porque te cuento todo esto—espetó agitado tallándose la cara con ambas manos—. Soy patético.

—Tony, no eres patético—hizo una pausa antes de seguir—. ¿Qu-qué paso? ¿Por qué te peleaste con tu papá?

—Se puso como loco y me regaño porque le llegó olor alfa de mi parte y ya sabes, pensó lo peor.

—Oh, Tony, todo esto es mi culpa.

—No, esto no tiene nada que ver contigo. ¿Ok? Mi papá siempre ha detestado el hecho que su único hijo y heredero sea un patético omega.

—Pues... A mí me encanta el hecho que seas un omega—susurró con un leve sonrojo.

El comentario dibujo una sonrisa en automático en el rostro del chico más pequeño y, más calmado, lo volvió a abrazar.

—Eres muy lindo, no entiendo como Palmer te dejo ir—murmuró cerca de su oído.

Cuando Stephen estuvo listo para derretirse en sus brazos, sus ojos se agrandaron al fijar su vista en ese chiquillo inoportuno.

—¡Renten una habitación!

—¡Víctor!—gritó molesto sobresaltando a Tony que enseguida se giró a mirar—. ¿Desde cuando estás ahí?

—Hace media hora—respondió despreocupado comiendo unas nueces.

—¿Media hora? ¿Es en serio?

—Mamá dice que ya esta lista la comida, dice que tú y tu novio se laven las manos y vayan a la mesa—informó alejándose de ahí.

En el comedor, Tony tomo asiento a lado de Stephen.

—Gracias por invitarme, señora Strange—mencionó Stark encantador.

—Si mi hijo no fuera un mal educado lo hubiera hecho él mismo.

—Stephen le dices a tu novio que me pase los chícharos—dijo el menor de los Strange.

El joven rodó los ojos con evidente fastidio, mientras Tony sonriente le paso el bowl con los guisantes.

—Stephen, le dices gracias a tu novio.

—De nada—contestó el castaño divertido.

—Le dices a tu novio si quiere puré.

—Víctor, deja de molestar a tu hermano—lo regañó su madre para enfocar su atención en su invitado y entablar una conversación con él acerca de lo que quiere estudiar.

En el momento que la comida llegó a su fin, se dirigieron a su habitación. Ahí Stephen se permitió arrojar un suspiro.

—Disculpa a ese mocoso insoportable.

—Descuida, tu hermano y yo tenemos algo en común y eso es molestarte—contradijo risueño.

—Al menos mi mamá no hizo más grande mi vergüenza enseñándote fotos ridículas de mi.

Tony sonrió estudiando su alrededor y antes que pudiera decir algo, su celular hizo un ruido anunciando un mensaje, formando una mueca en la cara del chico.

—Me tengo que ir. Gracias por todo, me la pase muy bien.

—Cuando quieras.

El castaño pareció dudar al principio, pero después tomo el atrevimiento suficiente para acunar su rostro entre sus manos y darle un beso en los labios.

—Nos vemos.

—Bye—dijo entre feliz y atontado.

Los cuatro chicos se encuentran reunidos en la cafetería de la escuela, discutiendo, entre otros temas, el lugar donde se organizarán para seguir con su proyecto de Historia.

—En serio, chicos, debemos enfocarnos, no hemos hecho nada del proyecto y me preocupa—advirtió Bruce nervioso.

—Tranquilo, Brucie, no es el fin del mundo—espetó Stark relajado.

—Propondría mi casa, pero es muy pequeña—añadió Wong.

—No se preocupen por el lugar, podemos hacer el proyecto en mi casa—aseguró Tony—, mis papás no están, así que...

—Bien—pronunció el alfa de ascendencia asiática—. Entonces nos vemos después de clases.

Y Stephen esta emocionado por la idea.

Reunidos en casa de Tony, otra vez comenzaron a distraerse. Su casa esta repleta de distracciones. En lugar de hacer su proyecto, se pusieron a ver una película. 

El corazón de Stephen late rápido al tener la cabeza de Tony apoyada en su hombro. Esa cercanía lo estaba volviendo loco. No pudo poner atención en la película, ese delicioso aroma lo distrajo.  

—Estuvo muy buena—dijo Banner al terminar el filme.

—Sí, pero...—Wong, preocupado, observó su reloj—, ya debemos comenzar a hacer el proyecto.

—Sí, tienes razón, a este paso vamos a reprobar—concordó Bruce un poco paranoico.

—Bien, de acuerdo—Tony se levantó de un salto—. ¡Señores, saquen sus cuadernos!—exclamó fijando sus ojos en el alfa más alto—. Stephen, ¿me acompañas a mi cuarto a buscar mi libro?

—Sí, claro—se levantó feliz de un golpe, siguiéndolo sin rechistar.

—Porque tengo la ligera sospecha que esos dos no van a buscar libros—espetó Wong con dejo cansado, pensando la mala idea que fue hacer equipo con esos dos.

—Ay, el amor—murmuró Banner.

Stephen se siente nervioso, es la primera vez que esta en la habitación de Tony y vaya que es genial y deslumbrante igual que su dueño.

—Disculpa el desorden—el omega interrumpió sus pensamientos.

—Esperaba encontrar algo peor—bromeó observando la habitación mientras Tony se escabulle al baño.

El alfa sonrió cuando sus ojos claros se posaron en su escritorio y vio la taza que le obsequió, ahí, encima de unos libros, pero la sonrisa se desvaneció y su corazón se le apachurro al ver la chamarra de Steve Rogers colgada en la silla, siendo un claro recordatorio del porqué están saliendo.

—...Jarvis me ayuda mucho a que esto este medianamente en orden...—parloteó con diversión al salir del baño—. ¡Oye! ¿Adónde vas?—cuestionó confundido y perplejo al ver al otro en el marco de la puerta.

—Recordé que mi mamá me pidió regresar temprano a casa, lo había olvidado por completo.

—Ah... ¿Quieres que te lleve?

—No, gracias—dijo brusco y salió disparado.