- deja de quejarte y báñate o te pongo el agua caliente y soltas el doble de puteadas

otra vez no volvió a emitir palabra por lo que opté por dejarlo solo e ir a buscar a su valija, aquella que había entrado a rastras a la casa, para agarrar algo de ropa con la que pueda dormir y no le moleste por las quemaduras, una tarea un poco difícil.

escuche como cerraba el agua por lo que me dirigí devuelta hacia el baño, solo para observar como estaba todo mojado, con gotas cayendo por su pecho, y una toalla envuelta en su cintura. en otro momento me hubiese lanzado a sus brazos pero debía controlar mi calentura, no podía aprovecharme de él en esas circunstancias.

- ¿mejor? - pregunte extendiendole la ropa mientras me apoyaba en el marco de la puerta para continuar observándolo

estaba muy enamorada.

- si, gracias amor - se inclinó hacia delante para darme un beso y disponerse a cambiarse























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lisandro llevaba alrededor de diez horas de siesta, básicamente ya era de noche y todavía no se despertaba. el viaje, las emociones por ganar la copa, el alcohol y el sol lo habían dejado literalmente de cama.

me dispuse a preparar algo para comer porque tampoco podia dejar de siguiera durmiendo sin comer absolutamente nada, no le iba a hacer bien, más sabiendo que no había almorzado nada antes de la caravana.

me dirigí hacia mi cama, donde mi novio estaba muy tranquilo acostado, el pecho le subía y baja a ritmo tranquilo. hasta incluso parecía tierno.

me senté a su lado y le toqué el brazo levemente para que se despertara. sus ojos se abrieron de a poco y apenas me vio una sonrisa se instaló en su rostro, mi estómago se revolvió de alegría.

- buenas noches, amor. tenes ahí en la mesita de luz agua y una pastilla para el dolor de cabeza - dije acomodandome mejor a su lado

lisandro se incorporó para abrir rápidamente la botella de agua, probablemente debido a todo el alcohol estaba deshidratado, no sabia cuando había sido la última vez que había tomado agua si desde qatar que estaba escabiando.

- ¿te sentis bien? - pregunté mientras le ofrecía el plato de comida

- si, amor. gracias, estando yo solo seguro ni sobrevivía - respondió agarrando el tenedor y comenzando a comer

parecía que no había comido en días, estaba un poco desesperado por lo que me rei levemente. tome mi plato de comida para imitarlo, no quería comer sola así que esperé para poder hacerlo con él.

- y no nene, mira como tenes el pecho, estas todo rojo. mira que te dije que pongas protector eh - dije mirando las quemaduras, era impresionante, seguro en unos días se comenzaría a pelar

- estaba en pedo y pensaba que era invensible, ahora me quiero matar no sabes lo que arde - respondió admirando a si mismo su torso desnudo, debido a las quemaduras no había sido posible que se colocara una remera

mejor para mi, no me molestaba para nada tener esas vistas por mi casa, sabía que a él también le gustaba andar así.

- después de comer te pongo la crema, te va a calmar un rato. también tomate la pastilla para el dolor

él asintió ante todo lo que le dije y me miró otra vez con una sonrisa, amaba que me mirara de esa forma, quería que lo hiciera para toda la vida.

- ¿qué? - pregunté sin entender porqué había dejado de comer para quedarse mirándome fijo

- amo que me cuides tanto, te amo a vos

- yo te amo a vos mi campeón





































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london boy | lisandro martinezOn viuen les histories. Descobreix ara