Cuando fuimos nada.

Start from the beginning
                                    

—¡Lo siento, Shin no está aquí por ahora! Nuestros hermanitos se metieron en problemas y fue a resolverlo. Honestamente no sé qué sería de mí sin él, mi hermanito es todo un caso ¿Sabes? Pero al menos lo escucha a él — No había sido nada comprometedor, lo sabías, nada en sus palabras decía que había algo más, y aún así se te revolvió el estómago al verla sonrojarse al hablar de él y los oídos comenzaron a zumbarte cuando volvió a hablar —. Pero puedo tomar tus datos y el mensaje, me aseguraré que te llame antes de la hora de la cena. — La familiaridad con la que hablaba de él o el claro crush que la muchacha tenía (a tus ojos) con él, no estabas segura cuál de las dos cosas fue la que te hizo sentir tan mal, pero simplemente te diste media vuelta y saliste de la tienda. De haber resistido tres minutos más, habrías visto llegar a Shinichiro con Seishu, Hajime y Manjiro, y te habrían aclarado cómo era que Akane se había visto forzada a llevarse tan bien con Shinichiro al punto en que podía atender ocasionalmente el mostrador en su ausencia, todo por quedarse cuidando a Seishu después de clases quien parecía no querer despegarse del mayor nunca.

En fin, bastaba ya de amargos recuerdos, o de eso tratabas de convencerte mientras te terminabas otra cerveza más, junto a tus amigas en aquel bar en donde la música se estaba empezando a poner buena y con tanto alcohol en la sangre las fuerzas para resistir se volvían cada vez menos.

Una nueva ronda de cervezas se había ido y otra nueva había llegado, tus ganas de bailar seguían ahí, pero las ganas de lidiar con cualquier idiota borracho que creyera que tu diversión era una invitación te mantenían pegada a tus amigas en la mesa. La noche avanzaba y la música en el bar cambiaba con transiciones sutiles, un género tras otro hasta que el silencio reinó por un par de minutos, confundiendo a todos en el lugar, a ti incluida, al menos hasta que el rítmico sonido de una batería llenó el recinto seguido de guitarras y un bajo, no pudiste evitar sonreír ¡Era noche de música en vivo! 

La banda era de tu agrado, la música era buena y al fin parecías estar libre del estrés emocional que imponían tus recuerdos, esto último te habría parecido una tarea imposible de completar una hora antes, cuando de reojo te pareció ver el cabello blanco de Wakasa, pero después de una hora entera sin otro avistamiento de cabello albino decidiste que eso habría sido tus ojos desacostumbrados pasar tanto tiempo a medias luces. Quizá por eso comenzabas a encontrar confort en cerrar los ojos entre canciones, cómodamente recargada en una de tus amigas. Suspiraste, con gusto, la noche se ponía cada vez mejor, al menos hasta que tu vista volvió al escenario y sentiste que el corazón se te caía al suelo.

La escena era Wakasa, Wakasa empujando a Shinichiro al escenario, Wakasa empujando a Shinichiro al escenario con una guitarra acústica en mano. El aire se te fue de los pulmones cuando Wakasa tomó el micrófono que el vocalista de la banda de covers en turno les había cedido entre risas, mientras Shinichiro, ajeno a tu intensa mirada, se acomodaba en el centro del escenario.

—Escuchen, este idiota me tiene harto con las canciones que se aprendió porque se rompió el corazón él sólo, así que ahora mi problema es el suyo.  —ante la declaración de Wakasa el público estalló en risas y volviste a ver esa sonrisa tonta que te había flechado sin remedio desde la primera vez, tu oportunidad de levantarte e irte había pasado.

Lo viste ahí, como si no le hubiera pasado ni una brisa desde la última vez que se vieron y al mismo tiempo se veía como si el tiempo lejos le hubiese pasado por encima, acomodándose en el banquillo que le habían prestado frente al micrófono, con una guitarra que no estabas segura si te entristecía no haberle ayudado a escoger o te alegraba que hubiese aprendido a tocar al fin. 

—Cuando fuiste mi nada, nos disfrazábamos de amigos — Un escalofrío te recorrió la espalda y fue como si los efectos del alcohol hubiesen desaparecido apenas escuchar los primeros versos de parte de Shinichiro. Sentiste el corazón apretado y los ojos comenzar a arder, lágrimas que pretendías no se estaban formando comenzaban a emborronar tu visión del escenario. —No sé si en nada se quedó. 

¿Que si en nada se había quedado? ¡Pero que descaro! Querías gritarle que todo había sido culpa suya, justo como Wakasa había dicho, pero no podías moverte, y el nudo en tu garganta se afirmó más cuando pudiste verlo un poco mejor, la misma camiseta blanca de siempre, el cabello más largo de lo usual. Se le habría vuelto a olvidar ir a cortárselo.

—Si amarte tanto es esperarte, esta vez paso, corazón. — ¿Esta vez? ¡Pero si había pasado desde la primera oportunidad! Pero aún así, el miedo comenzó a hacer sombra en tu corazón ¿Era una declaración de que te estaba superando? Ni siquiera sé si hay algo que superar en realidad, pensaste con amargura. —Dispara ya que se hace tarde, lloro por todo y lo sabes. — Oh, Shin... y como si nada hubiera ocurrido, escucharlo admitir lo que todos sabían te había vuelto a ablandar el corazón, sí, era un llorón, pero imaginarlo llorar por ti fue algo que no supiste realmente manejar.  —Y creo que nunca te lo he dicho, mientras duró fui el más feliz. 

Poco a poco, conforme los acordes pasaban, los versos te destrozaban y el público aplaudía la canción se acercaba a su final, librándote poco a poco del hechizo que te mantenía pegada a tu asiento. —¿Quién te querrá como yo? Nunca jamás. — Golpe bajo, Shinichiro. Pensaste, pero tenía razón. Tanto tiempo había pasado y nadie te había hecho ni siquiera sonreír como él.

La canción terminó y el público en el bar volvió a estallar, esta vez en aplausos, sólo cuando viste a Wakasa y Benkei jalando fuera del escenario a Shinichiro te sentiste con fuerza suficiente para levantarte de la mesa, inventando una excusa rápida para tus amigas. 

Todo aquel número lo había planeado Wakasa, no te cabía duda, lo habías llegado a conocer bien, y por lo mismo sabías que tenías que salir de ahí, antes de que enviara a Shinichiro detrás de ti. 

[1 mensaje nuevo]

[De: Wakasa]

[Hora: 23:45] 

[ Me agradeces después ;) ]

Frunciste el seño ante aquello, tanto tiempo de silencio y te mandaba un mensaje como ese, no tenías nada que agradecer, al contrario, aquel encuentro fugaz había arruinado todo el tiempo y esfuerzo que te había costado superar la situación.

Estabas tan ocupada maldiciendo a Wakasa que al escuchar a alguien gritar tu nombre, volteaste por instinto aunque con un poco de demora, sólo lo suficiente para ser atrapada en unos fuertes brazos, el inconfundible aroma amaderado de la colonia que habías jurado dejar en el olvido te inundó de golpe, mientras la fría plata de la cadena de Shinichiro te acariciaba la mejilla, como si incluso semejante cosa te hubiese extrañado.

—¡No te vayas! ¡Otra vez no, por favor! 

[ Nota del autor:

La segunda parte es considerablemente más larga, y contendrá escenas explícitas.

La historia completa es un regalo para alguien que quiere ver a Shinichiro feliz en todos los universos posibles; niña de los tulipanes rosas, esto es para ti. ]

#SiNosVolvemosAEncontrar || Shinichiro X ReaderWhere stories live. Discover now