-¿Puedes ayudar a mi pequeño, por favor?- le pidió la madre de Louis. -él esta demasiado mal en matemáticas, tu ayuda le vendría muy bien.- y Harry no pudo negarse, era muy cierto que Louis perdería el año si no mejoraba en esta última nota.
-De acuerdo, le ayudaré.- le respondió con una sonrisa, aunque definitivamente sería un tonto si se negará, todos sabían que le gustaba Louis, no era ningún secreto que le calentaba el capitán del equipo de fútbol del colegio, también sabían que había entrado al equipo solo para verlo sin camiseta. ¿Podían culparlo? Apostaba su casa a que varios hicieron lo mismo.
-¡Genial! Muchísimas gracias, ¿Vamos?- Harry asintió y siguió a Jay hasta el auto donde ya se encontraba Louis.
-¿Harry?- preguntó Louis a la par que inclinaba la cabeza por la ventana del auto.
Harry movió los dedos frente a él a forma de saludo.
-Hola, nuevamente, Lou.- le respondió mientras abría la puerta y se sentaba a su costado.
-Te ayudará en matemáticas, Louis.- le comunicó Jay mirándolos desde el espejo.
-Oh, vale.- y Louis sonrió hacía Harry. -será genial, ¿Jugamos videojuegos?- le preguntó mientras tiraba su mochila hacía el asiento del copiloto.
-¡Louis!- le regañó su madre. -Matemáticas, primero las tareas.-
-De acuerdo.- el ojiazul se acercó a Harry, inclinó un poco más la cabeza y le susurró al oído. -pero, ¿Jugamos videojuegos?-
Su madre suspiró mientras encendía el auto, Harry solo pudo reír y asentir con la cabeza.
-¡Bien!- Louis celebró pasando su mano sobre el hombro de Harry y atrayendolo hacía él.
Al ojiverde le dolió ese gesto, Louis no sabía sobre la atracción que sentía, pero le dolía ver que aquello era una muestra amistad, de hermandad. Le recordaba a cuando ganaban y Louis lo atraía en un abrazo para celebrar, pero solo era eso, eran compañeros de equipo.
Harry tiró la cabeza hacía atrás y cerró los ojos para descansar un poco.
-Harry, vamos.- Louis le sacudió los hombros para poder despertarlo. -ya estamos llegando.-
El rizado abrió los ojos con claras muestras de sueño, pero ya estaba totalmente despierto.
Finalmente Jay estacionó el auto frente a la casa y Louis se inclinó sobre las piernas de Harry para poder abrir la puerta, el ojiverde se olvidó de respirar en ese momento. Agradeció mentalmente a todos los dioses cuando bajo del auto.
-Vayan a lavarse las manos mientras yo sirvo el almuerzo.- les dijo Jay mientras entraban a la casa.
-Ven, harry.- le llamó Louis, quien ya se encontraba en las escaleras.
Harry fue hacía él como un imán, lavaron sus manos y se tomaron asiento alrededor de la mesa, la cual estaba llena con las hermanas menores de Louis, las conocía a todas y debía admitir que eran demasiadas.
-Buenas tardes, harry.- le saludaron todas a una sola voz.
-Hola, pequeñas Tomlinson.- les respondió, él las conocía desde que nacieron, no era el mejor amigo de Louis, pero estuvieron en el mismo colegio desde el kinder y muchas veces tenían trabajos en grupo.
Lottie le regaló una sonrisa y se concentró en su plato. Todos lo hicieron, y Harry también, Louis comía todo con demasiada rapidez que incluso su madre le regañó.
-Ya terminé.- comunicó como si nadie lo pudiera ver.
Harry siguió concentrado en disfrutar de su comida, cuando alzó la vista y vió que Louis lo miraba atentamente, su labio se estiró un poquito, regalándole una pequeña sonrisa.
