En la gloria y la ruina.

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Resumen

“El campeón de Slytherin es…” Hace una pausa por un momento. Y hay un brillo que se apodera de los ojos del hombre cuando sus ojos se cruzan en el Salón.

"Severus Snape".

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1976 marca el comienzo de los Torneos de Hogwarts, con un campeón elegido de cada casa al que se le otorga el honor de ganar la Copa de la Casa. Para los valientes y verdaderos; James Potter, el inteligente e ingenioso; Xenophilius Lovegood, el decidido y resistente; Kingsley Shacklebolt, y para aquellos con astucia y ambición? un Severus Snape.

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reconocer a regañadientes sobre Albus Dumbledore, una sería su habilidad para cautivar a su audiencia.

El suspenso en la habitación era tan denso como un cuchillo mientras todos esperaban, mirando directa y descaradamente a la mesa de profesores hacia el trono en el que estaba sentado Albus Dumbledore, sentado y comiendo con una minuciosidad lenta que lo hacía parecer como si estuviera más en facilidad con las dagas de la mirada de todos sobre él. Hasta que finalmente, el Director estaba dejando sus utensilios.

Todo el Salón se quedó en silencio cuando Albus Dumbledore se levantó de su trono, avanzó y pasó el manto que solía usar para hacer anuncios en la escuela a favor de pararse en el espacio despejado frente a las cuatro casas de Hogwarts.

"Ha llegado el momento", dijo Dumbledore, sonriendo al mar de rostros vueltos hacia arriba. “Los Torneos de Hogwarts, un evento que nunca se ha hecho, y servirá como un día trascendental en la historia de nuestra escuela. Me gustaría decir algunas palabras de explicación antes de que pasemos al momento que todos hemos estado esperando... Hubo murmullos ante su palabra. “— solo para aclarar el procedimiento que seguiremos este año. Pero primero, permítanme presentarles, para aquellos que no los conocen, el Sr. Bartemius Crouch, Jefe del Departamento de Cooperación Mágica Internacional” —hubo un puñado de educados aplausos— “y el Sr. Ludo Bagman, Jefe del Departamento de Juegos Mágicos y Deportes.”

No hubo mucha necesidad de presentación, El Profeta ya había infestado las mentes de los estudiantes con imágenes idiotas y románticas de ambos jueces, y Severus incluso tuvo la desafortunada circunstancia de tener que presenciar a dos chicas de Gryffindor en la mesa en delante de él se ríen mientras Bagman saluda 'encantadoramente' a la multitud de estudiantes.

"Señor. Bagman y el Sr. Crouch han trabajado incansablemente durante los últimos meses en los arreglos para los Torneos de Hogwarts”, continuó Dumbledore, “y se unirán a mí en el panel que juzgará los esfuerzos de los campeones durante las tareas”.

Ante la mención de la palabra “campeones”, la atención de los estudiantes que escuchaban pareció agudizarse. Tal vez Dumbledore había notado su repentina quietud, ya que sonrió y dijo: "Bueno, la copa está casi lista para tomar su decisión", dijo Dumbledore.

El cáliz del que habló en particular fue el Cáliz de Fuego, alto y firme con su exterior cristalino y su piedra tallada. En su opinión, no había nada particularmente especial en él aparte de su edad y su tamaño inusual, sin runas para marcar sus componentes mágicos, solo piedra clara y áspera.

Se preguntó cómo se había hecho y cómo funcionaba. Si había marcas de runas dibujadas dentro del cáliz que lo hacían funcionar de la manera en que lo hizo, qué tipo de runas se dibujarían en un cáliz tan antiguo y permanecerían intactas sin la supervisión adecuada. Sin embargo, nunca se le permitiría acercarse lo suficiente para investigar—

“Calculo que requiere un minuto más. Ahora, cuando se llamen los nombres de los campeones, les pediría que subieran a la parte superior del Salón, caminaran a lo largo de la mesa del personal y pasaran a la siguiente cámara” —indicó la puerta detrás de la mesa del personal— “ donde estarán recibiendo sus primeras instrucciones”.

Sacó su varita y dio un gran movimiento de barrido con ella; de inmediato, todas las velas, excepto las que estaban dentro de las calabazas talladas, se apagaron, sumergiéndolas en un estado de penumbra. El cáliz de fuego ahora brillaba más que cualquier otra cosa en todo el Salón, el brillo brillante, azulado y blanco de las llamas se encendía, casi doloroso para los ojos.

Todos miraban, esperando. . . .

 

Para Slytherin.

Severus observó, un poco curioso sobre quién sería elegido como el campeón representante de su casa.

Era consciente de que había entrado Corban Yaxley, que también había cumplido diecisiete años antes de tiempo. Walden Macnair y Emma Vanity también. Los de séptimo año que sabía que habían ingresado eran Lucinda Talkalot y Bertram Aubrey, todo porque todos eran jugadores de quidditch y compañeros de equipo de Mulciber y Wilkes.

Había oído que Wilkes también se había inscrito, dadas las fantásticas historias de otra ruptura entre Avery y Wilkes causada por ese mismo problema.

Un pequeño trozo de pergamino, arrancado impulsivamente del extremo de un pergamino, salió disparado y descendió en espiral para caer en la mano de Dumbledore.

Lo desplegó y luego se quedó mirando en silencio el nombre en lugar de leerlo inmediatamente en voz alta. Finalmente, miró hacia arriba.

“El campeón de Slytherin es…” Hace una pausa por un momento. Y hay un brillo que se apodera de los ojos del hombre cuando sus ojos se cruzan en el Salón.

"Severus Snape".