Negué divertida y me di la vuelta nuevamente terminando así el cóctel para poder servirlo.
Llevé las cosas a la sala donde ambos chicos estaban conversando sobre algo, puse las cosas sobre la mesa de centro y me senté en medio de los dos.
— Y bien, que la fiesta comience! —
Puse música movida para que el ambiente no sea tan aburrido, mientras la primera copa de vino era servida por el mayor de ambos chicos...
Las copas pasaban y pasaban, cada vez mi cordura era menos, sentía mi cabeza dar vueltas y más vueltas, todo era tan divertido...
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Tom se acercó peligrosamente a mis labios, mientras que Bill besaba lentamente mi cuello haciéndo que leves suspiros salgan de mi cavidad bucal, la mano de uno estaba dando masajes a mi feminidad, sentía que me humedecia de a poco, el ambiente era caliente y la lujuria abundaba en la sala de estar.
Mis prendas de ropa iban desapareciendo de a poco, primero la blusa, luegonla falda, el sostén y por último mis bragas. Ellos no se quedaban atrás, sus poleras habían sido esparcidas por alguna parte del piso de donde nos encontrabamos.
Mi fantasía se estaba cumpliendo, estaría con ambos chicos en una noche de pasión...
Ambos se separaron de mi, haciéndo que me sienta de una manera que no podía explicar, pero esta vez era Bill quién me besaba con pasión y Tom el que repartía besos por mi cuello y pecho.
Nos posicionamos mejor, me encontraba frente a Tom, mientras que Bill estaba detrás mío, ya se imaginan como, de mi boca salía y entraba en un vaivén el miembro de Tom, y los gemidos eran mezclados con las canciones que sonaban, Bill se movía lento haciéndome sentir su masculinidad en lo más profundo de mi intimidad...
Mis gemidos eran cada vez más fuertes, Tom se encontraba penetrandome de una manera ruda y salvaje, del cuál no quería que se acabara.
— Ah-ah aahhh, hmm más Tom~ —
Los gemidos, suspiros y jadeos salían constantemente de mi boca.
— Te lo dije linda, pedirías por más —
Esta vez aceleró de una manera más salvaje sus movimientos.
Bill masajeaba uno de mis senos mientras que el otro se encontraba en su boca, se sentía tan bien tenerlos a ambos junto a mi...
Nuestros cuerpos chocaban y el obsceno ruido de estos llenaba la habitación, Tom se encontraba penetrando mi boca, mientras que Bill volvió a unir su intimidad con la mía, en un vaivén rápido, combinado con la canción que sonaba de fondo..
Pasadas las horas luego de varias rondas de sexo salvaje, rudo, pero también en algunas partes tierno. Los orgasmos eran múltiples.
Me encontraba sentoneando a Bill mientras besaba a Tom (suena raro, pero ella está mirando a Tom mientras se encuentra de espaldas a Bill) el calor de mi cuerpo era tanto, y la tan aclamada corriente pasando por mi espina dorsal hizo aparición causando que mi orgasmo llegue, corriendome en las piernas de Bill.
La exhaustiva sesión de sexo había acabado, estuvimos varias horas teniendo acción sin darnos cuenta, el sol ya estaba por salir.
Subimos a mi habitación para dormir más cómodos y tranquilos, estaba tan cansada que al tocar las sábanas y sentir mi cama como si fuera una nube quedé completamente dormida...
[• • •]
Desperté, estaba un poco desorientada, pero reconocería el olor de ambos chicos en cualquier lado, me removí entre las sábanas, sentía presión en mi cintura y mi cabeza chocó contra el pecho de alguién.
Traté de moverme un poco más pero algo rozó mi trasero desnudo, abrí los ojos sin pensar que era lo que estaba detrás mío...
— Quédate quieta o mini Bill querrá acción de nuevo —
De mini no tenía nada, pero la voz ronca de Bill causó en mi una extraña sensación.
— Yo no me niego a un mañanero —
Esta vez soltó Tom mirándome.
Tragué saliva, no me salvaría de esta...
Y nuevamente me encontraba haciendo un trío, pero era el mejor...
— Ah~ —
Un último gemido salió de mi boca, sentí un líquido tibio en mi espalda, Tom se había corrido sobre mi.
— Fue un buen mañanero, no lo crees hermanito? —
Tom se lanzó a la cama de nuevo.
— Ah, estoy exhausto, pero lo fue, que se repita —
Dijo y limpió mi espalda con un trozo de papel, que sepa dios de donde sacó.
— Si, si, que se repita pero será otro día, no creo volver a caminar hasta la próxima semana... —
Solté totalmente adolorida.
Nuevamente nos quedamos dormidos los tres, yo en medio de ambos, siendo abrazada por Bill, respirando en dulce aroma de la espalda de Tom...
