ᴸᵒ ⁱⁿᵉᵛⁱᵗᵃᵇˡᵉ - [ChenWei]

二 : ¿Qué hice ahora?

Y en todo caso, si el resultado hubiera sido diferente, nada cambiaria. Era un hombre con los pies en la tierra. Ya había dejado hace mucho tiempo, los deseos de dedicarme al canto y esas cosas. Básicamente luego de entrar a la universidad, entendí que hay cosas mucho más importantes que eso.

El timbre me hizo salir de mis pensamientos, camine silenciosamente hasta ver por la mirilla de la puerta, para saber de quien se trataba. Esperaba que no fuera Gu Xiao, lo echaría sin pensarlo mucho. Note a un hombre joven, alto y con el cabello corto. Sin entender abrí despacio, el hombre me miro por unos segundos, antes de inclinarse. – Dr. Gu Wei, soy el oficial de policía antinarcóticos, Chen Yu –dijo. ¿Un policía? ¿Qué quería aquí? ¿Qué hice ahora? – En la madrugada de hoy estuvo en la estación.

–Sí, lo sé –dije, un poco a la defensiva. No necesitaba que mis vecinos supieran lo que paso, prefería que nadie se enterara del enorme problema que me genero Gu Xiao. Me ponía un poco ansioso el hecho de que estuviera este hombre aquí, recordándome eso.

Asintió. –Revisamos su auto, aquí tiene la orden que olvido anoche –dijo. Fruncí levemente el ceño viendo el papel, aunque me había dicho que lo harían. Mientras leía, termine notando mi mochila de trabajo en su mano. – No encontramos nada sospechoso. Aun no podemos devolvérselo porque seguimos investigando cada vehículo cercano al club, pero le traje su mochila. Creí que la necesitaría.

Lo seguí mirando con sospecha, mirando también mi mochila. Extendí mi mano, tomándola finalmente de la mano de ese joven policía. Lo deje contra mi cuerpo, mirando disimuladamente de arriba a abajo, al hombre frente a mí. –Revíselo, en caso de que le falte algo –dijo. –Si algo falta, la estación se hará responsable.

Asentí abriendo mi mochila, notando que todo lo que suelo usar esta dentro: mi identificación, mi estetoscopio, cubre bocas sin usar, mi billetera con todas mis tarjetas, banditas por si alguien necesita una, alcohol desinfectante, planillas de pacientes y algunas cosas más que tengo por las dudas ocurra una emergencia. –Tal parece que esta todo, – dije con calma.

Mire al joven policía, quien solo asintió, sin quitarme la vista de encima. Su mirada me ponía nervioso. Carraspee, mirando hacia el suelo un poco intimidado. – ¿Hay algo más que quiera, oficial Chen Yu? –pregunté.

Él pareció recomponerse, parándose firme casi conteniendo el aliento, inclinándose nuevamente. – Es todo, me retiro. Dr. Gu Wei, que tenga un bien día – dijo. Asentí agradeciéndole. El oficial miro hacia un lado de la puerta, donde los paquetes que me habían enviado y no había ni tocado estaban allí.

Rápidamente tome todos sacándoles la tarjeta, era de parte de Gu Xiao, disculpándose por lo ocurrido. –Son de parte de Gu Xiao, mi primo, él se siente mal por haberme metido en este lio –dije. No sé porque lo dije, tal vez para que no creyera nada extraño, pero lo hice. – Esta realmente equivocado si piensa que lo perdonare tan fácil.

Mi rostro comenzó a calentarse, presione mis labios juntos en una línea, evitando levantar la vista más de lo necesario. El oficial asintió sin decir nada; ambos nos quedamos allí sin movernos. Escuchamos el ascensor y pasos provenientes de zapatos de tacón, ambos miramos a la joven mujer que caminaba agitada. Ella se detuvo abruptamente al verme, al vernos a ambos.

Era Gao Xi, hija del subdirector del hospital, compañera de clase y colega del hospital. – Gu Wei, me entrare lo que ocurrió –dijo casi sin aliento. Deje mi mochila sobre la mesa de entrada a un lado de mi puerta, acercándome a ella. Tomo mis brazos palpándome con sus manos, revisando mi rostro y mi ropa. – ¿Te encuentras bien?

– Estoy bien, –dije en voz algo baja. – ¿Quién te lo dijo?

– Una de las enfermeras que fue anoche, ella también fue detenida sin motivo –dijo.