ALEXANDER : "Cuando estuve en la escuela, me divertía haciendo bromas. Pero la mejor broma, fue la de robarle un solo beso."
LORYANN: "¡Mentiroso! No fue un solo beso. Y tampoco fue por broma, si no porque no te hacía caso."
ALEXANDER: "¡Ya hubieras...
Se volteó y me devolvió la cámara con todo su pálido rostro notablemente enrojecido a pesar de la amarillenta atmósfera que nos rodeaba. Entonces, continúa caminando. Por un momento me quedé viendo la foto. Y curiosamente, me trajo recuerdos.
Al llegar a la posada, ambos subimos la escalera de caracol y caminamos por el pasillo. Ella es la primera en detenerse frente a su cuarto.
—Alex. Gracias —me dijo y yo asentí con una leve sonrisa.
Pretendía seguir caminando a mi cuarto, pero ella tomó mi mano.
—Espera. ¿No quieres tomar un café?
Pensé unos segundos y respondí desganado. Sabía que no le gustaría.
—No. Quiero... descansar —respondí.
Pero apretó su mano sobre la mía.
—No estoy ebria. Y realmente quisiera...
—No puedo Natalia —respondí de pronto y en su rostro se dibujó una gran sorpresa.
—Escucha. Sé que te mereces una explicación, pero lo único que puedo decirte es que... no deberíamos avanzar más.
—¿No deberíamos? —preguntó ella aún más confundida.
—Lo que sucede es que aún tengo asuntos en la cabeza que debo resolver.
—¿Asuntos? Yo creía... — esta vez fue ella quien se interrumpió.
—Sí —dije luego de un incómodo silencio —. Verás. Necesito saber algo primero. Necesito ver... a... alguien.
Natalia me soltó la mano y procedió a abrir la puerta. «¿Qué le digo?»; pensé. «Lo que pasa es que aún sigo enamorado de mi novia de secundaria. A propósito, es la modelo famosa que vas a entrevistar». O, podría ser más cruel: «Eres muy bonita, tienes unos ojos hermosos y una sonrisa maravillosa, pero no eres Loryann Shaw, la mujer que todavía amo».
Sumido en mis pensamientos, no me di cuenta de que Natalia había abierto la puerta, entrado y me miraba desde el umbral con el rostro más decepcionado que había visto en mi vida. Traté de acercarme para disculparme, pero cerró de un portazo y estuvo a centímetros de pegarme en la nariz.
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Loryann
Desperté y al estirar mi mano para hacerme del teléfono, lo que hice fue empujarlo y calló al suelo.
Luego de lamentar el tener que levantarme de la cama, recordé lo preocupada que estaba por James y mi cuerpo dio un brinco como empujado por un resorte y quedé con la mitad del cuerpo colgando del borde alcanzando el teléfono. Así mismo como estaba, lo revisé y el corazón me dio vuelco al ver los mensaje de James:
