•| Agresivo |• © Taegyu •

ʚ| 💢 |⠿ ꒰ Capitulo 10 ꒱

Yeonjun y Soobin parecían muy preocupados cuando vieron al chico tan decaído y triste, caminando con los pies, arrastrando por el suelo y sin el ánimo de levantar la cabeza siquiera.

ㅡ ¿Él te hizo algo, Beom? ㅡ inquirió Soobin preocupado, y Beomgyu negó dolido por el recuerdo.

ㅡ No, él no hizo nada. Discutimos, peleamos y yo lo dejé. No pasó nada más ㅡ murmuró bajo, suspirando cansado ㅡ ¿Podemos dejar de hablar del tema, por favor?

Sus dos mejores amigos querían continuar preguntando, pero respetaron la petición de Beomgyu. El ojiazul estaba muy agradecido por ello, no quería revivir de nuevo el hecho de que Taehyun ya no iba a estar más con él.

Yeonjun terminó yendo a clase de Biología, porque estaba estudiando una carrera sobre las ciencias de la naturaleza y el hermoso océano marino; Yeonjun quería ser biólogo marino. Beomgyu al principio se burló de eso, porque a Yeonjun de pequeño le daban miedo unas indefensas estrellas de mar pegadas al suelo.

Y ahora Yeonjun era capaz de sumergirse en el agua con auténticas criaturas marinas, llegando a tener hasta pequeñas nutrias chapoteando alrededor de él.

Soobin fue al entrenamiento de baloncesto, porque según él era un deporte genial. Beomgyu se ha reído de eso, porque a Soobin le empezó a gustar el baloncesto solo porque vio con Beomgyu un documental de Michael Jordan y de repente amaba el baloncesto.

Aunque admitía que Soobin jugaba demasiado bien, admitía que Soobin era bueno en ello.

Había terminado solo en el pasillo, caminando hacia la entrada de la Universidad. Sus clases habían terminado, y eso significaba que podía marcharse libremente de allí sin ningún problema.

Evitaría a toda costa cruzar las gradas y el campo de futbol americano, porque suponía y sabía con certeza que Taehyun estaría allí entrenando. Durante los años que estuvo con Taehyun, Beomgyu se aprendió sus horarios porque el capitán de futbol americano era quien él recogía de todos sitios y con quien pasaba la mayoría de horas del día.

Taehyun era su chófer prácticamente, iba donde Beomgyu necesitaba siempre y sin ninguna queja. Bueno, depende del día, había días que el mayor se dedicaba a despotricar su horrible y frustrante día acompañado con insultos y maldiciones.

Beomgyu caminó por el alargado pasillo lleno de casilleros alineados y de un color azul suave y liso. Sentía algo de nervios e incomodidad, porque no quería mirar a los ojos verdes de Taehyun. Él sabe que se ablandará y no durará en llorar, porque es un maldito llorón y odia eso.

Su novio, ahora exnovio, siempre ponía películas de terror, porque Taehyun adoraba el género del terror y misterio. Beomgyu lo odiaba, y después de llevar toda una cadena de sustos lloriqueaba porque estaba cansado como la mierda de tantos sustos.

Entonces Taehyun quitaba la película y ponía Mom. Daba igual si estaban en la parte más interesante de la película, Taehyun siempre cambiaba la película y ponía aquella comedia que a Beomgyu le gustaba.

Taehyun siempre fue atento con él, dejando a un lado que era agresivo, posesivo y de celos enfermizos a veces.

Beomgyu sacudió esos recuerdos de su mente. No, él hizo bien, él hizo lo correcto al dejarlo. Taehyun era algo tóxico y venenoso para él, era algo malo, era algo que le absorbería más y más a lo largo del tiempo. Estaba seguro de ello.
Fue entonces cuando sintió que lo agarraron de la espalda.

Beomgyu chilló asustado, trató de forcejear y librarse del agarre. Cuando sus manos agarraron esos brazos que lo envolvieron por detrás, sintió un escalofrío recorrer su columna. Tenía memoria de esa piel, reconocería a esa persona solo por su tacto y con ojos vendados.